tag:blogger.com,1999:blog-76991869600570345162024-02-02T08:09:57.738+01:00Lecturas de Juan ManzaneraLecturas y artículos sobre Meditación de Juan ManzaneraUnknownnoreply@blogger.comBlogger60125tag:blogger.com,1999:blog-7699186960057034516.post-15595343770813316362020-09-23T15:27:00.000+02:002020-09-23T15:27:11.406+02:00SOBRE LA MALDAD<h1 style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj1QBcA0t67pEnX7uzeyuuZJQ-AkKsbgmHeV1T-_C9v0Z6JCSbtQBU9pjUPbckKF9FAsbL5W6RN0ZAlmxb9Y2_BH9lUSwJE1inPW4gYz9-GKj7aXTQaEaPc0Rgbdk7ml_4KSzpIaAMQSQa4/s2048/shutterstock_155402741.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1933" data-original-width="2048" height="189" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj1QBcA0t67pEnX7uzeyuuZJQ-AkKsbgmHeV1T-_C9v0Z6JCSbtQBU9pjUPbckKF9FAsbL5W6RN0ZAlmxb9Y2_BH9lUSwJE1inPW4gYz9-GKj7aXTQaEaPc0Rgbdk7ml_4KSzpIaAMQSQa4/w200-h189/shutterstock_155402741.jpg" width="200" /></a></div></h1><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Cuando practicamos meditación, tratamos
de enfocarnos en aptitudes y cualidades, y en sacar lo mejor de nosotros
mismos. Además intentamos tener una visión positiva de los demás para así ser
coherentes y minimizar la posibilidad de crear conflictos y obstáculos en el
proceso personal. Seguimos pautas como dejar de juzgar a los demás, evitar
pensar en sus defectos o fijarnos en su potencial de evolución. Este
planteamiento, es sin duda la mejor manera de estar en la vida y la base para
tener relaciones positivas.</p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES"> </span><span lang="ES">Sin embargo, con ello </span><span lang="ES">tendemos a pensar que todo el mundo es bueno y </span><span lang="ES">dejamos
de atender una realidad muy presente, la existencia de personas malas y dañinas.
Pensar en esto suele ser contraproducente para la mayoría y suele ser mejor no darle
muchas vueltas, pero a </span><span lang="ES">veces no está de más hacerlo
consciente. Es decir, aunque todos tenemos el potencial de alcanzar una bondad
ilimitada, hay bastante gente confusa
y con maldad. Pero además, desde nuestra perspectiva personal, es
importante tener claro cómo actuar si nos tropezamos algún día con uno de estos
individuos.</span><span style="text-align: left;"> </span></p>
<h2 style="text-align: left;"><span lang="ES">Las personas dañinas</span></h2>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES">Si nos preguntamos por qué hay personas
dañinas. La respuesta es bastante simple, todos estamos condicionados por
nuestra mente y algunas personas están poseídas por estados mentales que les
hacen ser egoístas, ruines y perniciosos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES"> </span><span style="text-align: justify;">Podemos ver que algunos hacen daño, se aprovechan y manipulan porque en
su sistema de creencias el fin justifica los medios. Muchos se preocupan en
exceso por sus propios beneficios sin considerar a nadie. Otros viven con la distorsión emocional de
sentirse superiores y con derecho a hacer lo que quieran. Hay quienes dañan
porque necesitan atención exagerada. Algunos otros lo hacen porque se creen
especiales y piensan que merecen ser tratados mejor que nadie. También hay
personas que sienten placer al infligir daño. Hay quienes lo hacen por
destacar. Algunos dañan buscando su propio estatus social. Asimismo, muchos
dañan porque están instalados en patrones destructivos y viven en una
predisposición a hacer daño.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span style="text-align: left;">Estas personas dañinas suelen carecer de
sensibilidad para apreciar como se sienten los demás; pero además son incapaces
de reconocer el efecto que producen su comportamientos. Tampoco pueden
comprender a las personas con las que se relacionan. Suelen tener dificultades para
controlar sus acciones y tienen una capacidad de relacionarse muy defectuosa. Muchos,
carecen de sentimientos de culpa o vergüenza, viven sin escrúpulos y les falta
la aversión natural a hacer daño.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">Ahora bien, aunque muchos están dominados por emociones destructivas,
distorsiones mentales y creencias erróneas, también conviene tener en cuenta
que algunas personas son dañinas porque adquieren trastornos mentales o daños
neuronales. Desafortunadamente, los seres humanos somos limitados y muchos viven
circunstancias muy estresantes que quiebran su sistema nervioso.</p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span lang="ES">Algunos tienen lesiones cerebrales que afectan su personalidad,
llevándoles a actuar con agresividad, a perder el control emocional o incluso a
usar un lenguaje abusivo. Quienes están afectados por un trastorno antisocial,
pierden toda consideración hacia los demás, deja de importarles dañar y
engañar, se vuelven descuidados y agresivos, e invaden continuamente los
derechos de los demás. Quienes viven con lo que se llama el trastorno límite de
la personalidad, son muy inestables en la relaciones, tienen comportamientos
impulsivos e irascibles, y tienen tendencia a crear conflictos e incluso a
pelear físicamente.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span lang="ES">Hay quienes tienen trastornos de conducta que les lleva a estar
continuamente amenazando o intimidando a los demás, a saltarse las normas, a
estafar y engañar, e incluso a producir graves daños a personas y animales. Hay
formas de demencia que llevan a comportamientos inapropiados, falta de decoro,
y reducción de sensibilidad a los sentimientos y necesidades de los demás.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span lang="ES">Hay personas con trastornos que les llevan a ser muy vengativos, a
culpabilizar constantemente a los demás o a enfrentarse a las normas y la
autoridad, y hay quienes se pasan la vida discutiendo y desafiando a todo el
mundo. También hay que mencionar a los que están atrapados en el abuso de
sustancias y suelen tener continuos problemas en las relaciones interpersonales,
tienden a actuar con violencia, suelen efectuar agresiones sexuales, y experimentan
un gran deterioro social.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span lang="ES">De modo que por muchas razones, hay maldad en el mundo. Algunos dañan porque
están dominados por emociones negativas y creencias distorsionadas, y otros
porque tienen problemas neurológicos y psicológicos. Así pues, puede ser útil
distinguir entre quien daña, por ejemplo, porque se cree especial y con
derechos, y quien daña porque, por ejemplo, tiene ciertas lesiones neuronales que
le hacen ser violento e impredecible y poco puede cambiar. Además, los efectos
de un gesto de maldad nos son los mismos si el agresor es una persona corriente
o si es alguien que se mueve en las altas esferas del poder con todo tipo de
recursos a su disposición.</span></p>
<h2 style="text-align: left;"><span lang="ES">Convertirse en malas personas</span></h2>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span lang="ES">Para abordar la experiencia de ser dañado una primera reflexión es
analizar cómo podemos convertirnos en malas personas. Comprender cómo podemos
llegar a ser dañinos es de utilidad a la hora de gestionar cuando nos dañan.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span lang="ES">De modo que una primera cuestión es preguntarnos, ¿cómo podría haber
sido mi vida para convertirme en una mala persona? ¿Qué podría haber sucedido
para haber acabado siendo alguien sin control emocional, agresivo o siempre
intimidando a los demás? ¿Qué podría haber ocurrido en mi entorno para acabar
con un trastorno de la personalidad? ¿Cuáles son las condiciones que, de
haberlas vivido, ahora sería una persona descuidada, agresiva y sin ninguna
empatía por quienes me rodean?</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span lang="ES">Pero más inquietante es analizar en qué medida uno tiene el poder de
evitar que sobrevenga una lesión cerebral o un trastorno mental que le lleve a
vivir sin sensibilidad a lo que sienten los demás y con tendencias violentas.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span lang="ES">La respuesta ante la maldad no la justifica, pero evita juzgar.
Tratamos de ser ecuánimes y comprender. Tratamos de impedir el daño pero no lo
condenamos porque entendemos. Cuando apreciamos esto llegamos a ver con más
claridad la importancia del compromiso de actuar de un modo beneficioso. El mal
es inevitable, los seres humanos no somos perfectos, algunos se desarrollan
defectuosos, actuar con bondad es una responsabilidad, y también un privilegio
para quien tiene esa posibilidad.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span lang="ES">Pero también conviene entender como podemos emprender el camino del
mal. Muchas buenas personas pueden acabar haciendo mucho daño a los demás.
Incluso personas que hacen meditación y están en un camino espiritual.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span lang="ES">¿Cómo una persona normal pueden llegar a ser muy dañina? La primera
explicación es el conformismo. A veces uno empieza a verse rodeado de personas
dañinas y lejos de oponerse se va amoldando. Cuando el grupo social al que
pertenecemos tiene actitudes destructivas hacia los demás y cuando eludimos mantener
una firme desaprobación, esta ausencia de crítica nos conduce a que acabemos
haciendo lo mismo.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span lang="ES">Ser pasivos o indiferentes a la maldad no es ser dañino sin embargo
suele ser la semilla para acabar siéndolo. Una de las prácticas básicas de
meditación es la ecuanimidad. Cuando somos ecuánimes tratamos a todos por
igual, pero sobretodo queremos que todos los seres sin excepción se libren de la
infelicidad y sean felices. Sin embargo, a menudo ser ecuánime se entiende como
ser indiferente. Es importante tener claro que indiferencia y dejar de tomar
partido están muy lejos de la ecuanimidad. Todo son tendencias y condiciones, y
estamos constantemente creando nuestros comportamientos futuros. Cuando
toleramos el mal con neutralidad frenamos el proceso de evolución personal y
empezamos a dejar impresiones para acabar siendo dañinos.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span lang="ES">Muchas veces nos volvemos malos cuando empezamos a ver a los demás
deshumanizados, cuando nos cegamos y les atribuimos características brutales y
atroces. No es raro ver a individuos con cierta educación actuar llenos de odio
y maldad hacia otras personas porque les perciben como objetos inferiores o
deficientes. Nuestra percepción de los demás es esencial y sin conocer bien
nuestra mente podemos acabar viendo demonios donde no los hay, y al percibir
así a los demás acabar haciéndoles daño bajo el amparo y la justificación de pensar
estar haciendo algo bueno.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span lang="ES">Escondernos en el anonimato también puede hacernos dañinos. Cuando
sabemos que nadie nos va a conocer, cuando actuamos detrás de un rol o un
perfil falso, nos permitimos ser egoístas, dañinos y violentos. Nos engañamos
pensando que somos buenas personas cuando podemos esconder nuestra maldad
detrás de una máscara, como si no fuéramos tan responsables de las
consecuencias de nuestros actos cuando nadie ve que hemos sido nosotros.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span lang="ES">Por último, a veces somos dañinos por seguir ciertas normas de alguien que
ignoramos tiene intenciones deshonestas. Aunque pueda sorprender, en muchos
casos las personas somos fácilmente manipulables y nos dejamos llevar por lo
que nos dicen sin cuestionar si es justo, íntegro y benéfico. Sin ninguna discriminación
consentimos decisiones que nos llevan a dañar, ignorando otros valores,
siguiendo con obediencia ciega a quienes no lo merecen. Numerosas veces,
hacemos daño por seguir a un líder que nos ha seducido con su encanto y carisma.</span></p>
<h2><span lang="ES">Ante las personas malas</span></h2>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span lang="ES">Ahora, la cuestión más cercana y personal es qué hacer cuando nos
encontramos en la vida con esas personas malas. Cuando experimentamos el mal,
cuando alguien nos agrede injustamente, poseído por una mente negativa. La
experiencia es obviamente desagradable y es fácil caer en estados negativos
como ira, enfado, frustración, rencor, venganza, miedo, indefensión,
impotencia, etc.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span lang="ES">Aquí se plantean dos cuestiones diferentes, por una parte necesitamos manejar
la experiencia de ser dañados y por otra tratar la relación con el agresor. Lo
primero es la esencia del camino espiritual en cuanto que buscamos liberarnos
del sufrimiento, lo segundo es la esencia de lo que significa evolucionar.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span lang="ES">La experiencia de daño la manejamos a varios niveles, lo primero es
vivirla con la mayor lucidez posible y evitar cualquier reacción emocional
negativa. Esto nos lleva a transformar cualquier estado negativo en algo
emocionalmente positivo como el amor, la compasión, el perdón o la gratitud.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span lang="ES">El trabajo personal de transformar las emociones negativas se basa
fundamentalmente en ser conscientes de lo perjudiciales que son. En un ejemplo
habitual, enfadarse o desear vengarse se compara a beber un vaso de gasolina
cuando se tiene un incendio dentro; sin embargo, a menudo esto no lo tenemos
claro. Dicho de otro modo, la experiencia de sentirse dañado es una gran
ocasión para comprobar si hemos asimilado que las emociones negativas son lo verdaderamente
dañino.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span lang="ES">Más allá del trabajo con las reacciones, el daño también requiere que
exploremos en profundidad quién se siente dañado. De modo que también se trata
de indagar en la naturaleza de la identidad. Queremos alcanzar la suficiente serenidad
y lucidez para desvelar que el yo dañado es sólo una apariencia, una
fabricación mental sin ninguna realidad en sí misma. En sentido último puede
decirse que sentirse dañado es un triunfo de las tendencias ignorantes y un
revés en nuestras aspiraciones a despertar.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span lang="ES">Ahora, como antes decíamos, ser consecuentes con un proceso de
evolución personal también incluye la relación con quienes actúan con maldad. Así
que por un lado está la manera de gestionar la experiencia emocional cuando nos
dañan, y por otro la relación con el agresor.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span lang="ES">Aquí lo que necesitamos preguntarnos es cómo decidimos responder.
Porque fundamentalmente es una elección. No sirve seguir normas ni
obligaciones, ni buscar lo que es más correcto o adecuado. Cuando nos hacen
daño se produce una injusticia, una abuso, una perversión. Siempre es inaceptable,
y sin embargo ocurre (y nosotros también hacemos daño, y siempre es injusto y
ruin). Entonces, ¿cómo elegimos responder a eso? ¿Qué respuesta vamos a adoptar
cuando alguien nos haga daño?</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span lang="ES">La palabra elección aquí señala que no se trata de hacer lo apropiado,
lo razonable, lo que nos dice el instinto o lo que se espera de nosotros. Ni si
quiera se trata de hacer lo justo. Se trata de elegir una respuesta coherente
con nuestros valores y con lo que nos importa en la vida. Hay muchas
posibilidades, podemos elegir ponernos una coraza, podemos elegir impartir
justicia y equilibrar la balanza; podemos convertir al agresor en víctima,
podemos llenarnos de resentimiento y decidir nunca perdonarle, etc. ¿Cuál es
nuestra elección?</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span lang="ES">El modelo en el que nos movemos aquí define a todos los seres con una
gran potencial de evolución. En este contexto, quienes dañan a los demás son
seres que en algún aspecto están limitados y contraídos. Es decir, hay una
correlación clara entre evolución y hacer daño. Quienes están más despiertos perjudican
menos a los demás y quienes todavía son inmaduros son más egoístas y dañinos.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span lang="ES">Desde esta perspectiva, para quienes entienden la evolución personal
como lo que da más sentido, la respuesta más coherente a la maldad es ayudar a
evolucionar a los demás. Esta elección es la respuesta de compasión. Optamos
por fijarnos en el sufrimiento del agresor, por identificar que está limitado
por sus tendencias mentales, escogemos desear que deje de sufrir y que
evolucione, y lo incluimos en el círculo de personas que deseamos guiar a un
estado más evolucionado y despierto.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span lang="ES">La compasión es una elección, no es cuestión de ser correcto, y esto es
muy importante. Cuando nos hacen daño es muy claro, porque la experiencia puede
ser muy difícil y sólo vale la autenticidad, sólo sirve la compasión como
decisión personal, como la respuesta elegida.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span lang="ES">Ahora, la práctica con la maldad, implica también saber transmitir al
otro nuestro malestar, y hacerlo de modo que sirva para que esa persona cambie
de comportamiento. Esto también forma parte de la compasión. Queremos aprender
a conseguir que el malvado deje de serlo y necesitamos la sabiduría de
comunicar y transmitir un mensaje contundente al otro.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span lang="ES">Desarrollar compasión también es cultivar la habilidad de conseguir que
los demás dejen de ser nocivo, que todos los seres evolucionen y despierten a
estados en que no desean hacer daño a nadie. Esta compasión también forma parte
del camino. Puede que sea difícil y sólo unos pocos lleguen a ser capaces de
ejercitarla, pero es importante que exista en el mundo. Experimentar daño nos
exige avanzar en esta compasión que desarrolla la sabiduría para detener la
maldad.</span></p>
<h2><span lang="ES">El daño a otras personas</span></h2>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span lang="ES">Una cuestión particularmente importante es cuando alguien hace daño a
los demás. ¿Deberíamos implicarnos? ¿Cada uno tiene que hacerse cargo de lo
suyo? ¿Qué hacer cuando percibes a alguien maltratando a personas indefensas? ¿Qué
hacer cuando ves que unos pocos están esquilmando bosques o haciendo vertidos
tóxicos para su beneficio personal? ¿Qué hacer cuando quienes detentan el poder
enriquecen a unos pocos y llevan a la precariedad a la mayoría?</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span lang="ES">La maldad es un problema social, pero también es una realidad
ineludible. Tradicionalmente, los seguidores de un camino espiritual, sólo trabajamos
sobre nosotros mismos, nos responsabilizamos de nuestras emociones negativas,
de nuestras tendencias mentales y de nuestro egocentrismo. El trabajo gira en
torno a lo personal, a liberarse del sufrimiento propio y despertar. Cuando los
demás son atacados, agredidos o maltratados, se entiende como una consecuencia
de sus acciones negativas previas. No se justifica la maldad, pero se enfatiza
en la parte de responsabilidad que tiene cada uno.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span lang="ES">Entonces, ¿la persona comprometida en ayudar a lo demás, tiene alguna responsabilidad
en actuar contra la maldad? ¿Debemos quedarnos impasibles y dejar que cada uno elabore
su experiencia de agresión hasta entender que es el resultado de sus acciones
pasadas?</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span lang="ES">El principal problema radica en que implicarse en una situación para
defender a alguien, es arriesgado. Es fácil caer en el desequilibrio emocional
que uno está intentando mantener. Si al ayudar no podemos evitar caer en la
ira, la venganza o el rencor, el mensaje altruista está empezando a fracasar. En
el espacio meditativo y alejado de los demás, uno puede controlar sus
emociones, pero al implicarnos solemos caer en estados negativos.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span lang="ES">La cuestión es que actuar con
enfado sólo añade enfado al mundo; aumenta la infelicidad y el dolor. Aunque el
objetivo sea aparentemente justo, la presencia de enojo, rencor, ira, o cólera se
suma al dolor del mundo. No reducimos así el sufrimiento sino que lo
aumentamos. Las emociones negativas nunca están aisladas, se contagian, se
transmiten. Nuestra forma de estar y responder afecta a los demás.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span lang="ES">De modo que esta perspectiva requiere dar un giro a la pregunta
fundamental. Lo que empezamos a preguntarnos es si tenemos la suficiente madurez
y presencia para enfrentarnos a la maldad con serenidad, humildad y compasión. Sabemos
que nuestro equilibrio emocional es muy frágil y que sin las condiciones
apropiadas podemos perder todo lo conseguido. Sabemos que si nos descuidamos, las
actitudes injustas y abusivas fácilmente nos llenan de indignación y enojo, y
así, en lugar de evitar que se produzca el daño, acabamos atacando y agrediendo.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span lang="ES">Pocas personas tienen la madurez suficiente como para enfrentarse a la
injusticia con firmeza y sin rencor. Este es el problema. El camino de ayudar está
limitado por el nivel de evolución personal. Queremos ayudar al mundo,
beneficiar a los demás pero sólo somos capaces de hacerlo en ciertas
condiciones amables y controladas. Sin embargo, cuando las condiciones cambian,
cuando por ejemplo se trata de enfrentarse a la maldad e injusticia perdemos el
equilibrio interno.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">Es obvio que numerosas personas que ayudan y luchan contra la
injusticia no tienen estos planteamientos. Para muchos, lo importante es ser
efectivo y pueden asumir caer en emociones negativas y darles poca importancia.
Sin embargo, desde una perspectiva más despierta tenemos menos libertad de
acción. Por un lado, pensamos que no todo vale a la hora de ayudar, y por otro
consideramos que no sólo cuentan los efectos a corto plazo sino también las
consecuencias de nuestros comportamientos a lo largo del tiempo. Hay pues una
visión más amplia, no sólo es importante evitar el daño puntual a unas personas
concretas ahora sino también todas las
consecuencias futuras que pueda acarrear cualquier acción.</p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span lang="ES">Ejercer la compasión que evita la maldad es sumamente difícil para la
mayoría, con lo cual, sin nadie que los detenga siempre ganan los malos. Pero
también ganan si quienes les detienen actúan con enfado, rencor o venganza. La
compasión nos obliga a evolucionar, a salir de nuestros refugios de meditación
y encontrarnos con las personas.</span> </p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span lang="ES">Parte del camino de la compasión es adquirir la sabiduría, la
determinación y las habilidades de aliviar el dolor del mundo. La enseñanza
menciona cuatro maneras de dar a los demás, podemos ofrecer ayuda material,
ofrecer amor, ofrecer seguridad y ofrecer métodos para dejar de sufrir. Salvar
a los demás de la maldad forma parte de esa generosidad de ofrecer seguridad.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span lang="ES">De modo que también meditamos para ser capaces de hacer eso. Nuestra
responsabilidad es aportar eso al mundo. Es una elección. Ante la maldad, ¿qué
elegimos? ¿Cuál queremos que sea nuestra aportación? ¿De qué lado estamos? Es
importante tenerlo claro porque existen las malas personas, y aunque fracasemos
una y otra vez la evolución de todos los seres es lo único realmente importante.</span></p>
<div style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;">
<img src="http://signatures.mylivesignature.com/54490/199/ED1E1F06E09811ECD7338046C73B9E2B.png" style="background-color: transparent; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; border: 0px;" /></div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7699186960057034516.post-77406529116128806722019-03-14T11:30:00.000+01:002019-03-14T11:30:52.163+01:00MEDITACIÓN ¿hay alguien aquí?<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjaNGkC1tNhpCt_GVyXvN1tXJFnLfR4tY96o3-Xeor9fBQ6PHUBIZYm0qLfm8I1mHphICrKQtJEmJIOSUSI083DWWUSFcbIJsSesF3Zoja2ZrRA-hkpjMFuzIDVtBTK8x0ErJZFn2UTeu-A/s1600/puerta.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="800" data-original-width="1600" height="100" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjaNGkC1tNhpCt_GVyXvN1tXJFnLfR4tY96o3-Xeor9fBQ6PHUBIZYm0qLfm8I1mHphICrKQtJEmJIOSUSI083DWWUSFcbIJsSesF3Zoja2ZrRA-hkpjMFuzIDVtBTK8x0ErJZFn2UTeu-A/s200/puerta.jpg" width="200" /></a></div>
<div class="has-background" style="background-color: #fff1cf;">
<span style="color: maroon;"><strong>INTRODUCCIÓN</strong> </span><br />Gaddulabaddha Sutta – Discurso sobre la correa</div>
<div style="text-align: justify;">
<em>"Monjes, así como un perro atado con una correa a un poste o una estaca, sólo puede correr y dar vueltas en torno a este poste o estaca. <br />De la misma manera, una persona corriente... no instruida ni entrenada en el Dhamma, considera<br />la forma (el cuerpo) como el ser, o <br />el ser como quien posee forma, <br />la forma en el ser o<br />el ser en la forma.</em><br /><em>Además, considera la sensación como el ser… <br />la percepción como el ser… <br />las formaciones mentales como el ser… <br />la conciencia como el ser, o el ser como quien posee la conciencia, la conciencia en el ser o el ser en la conciencia.<br />De modo que simplemente corre y gira en torno de la forma..., de la sensación..., de la percepción..., de las formaciones mentales... y de la conciencia. <br />Y, al correr y dar vueltas en torno a ellos, no es libre de la forma... de la sensación..., de la percepción..., de las formaciones mentales..., de la conciencia. <br />No es libre del nacimiento, ni del deterioro ni de la muerte; no es libre del pesar, el lamento, el dolor, la desgracia y las tribulaciones. No es libre de la insatisfacción. <br />Así os digo.</em></div>
<div style="text-align: right;">
Samyutta Nikaya 22:99</div>
<!-- /wp:paragraph --><!-- wp:paragraph {"textColor":"vivid-red","customBackgroundColor":"#fff1cf","fontSize":"medium"} --><br />
<div class="has-text-color has-background has-medium-font-size has-vivid-red-color" style="background-color: #fff1cf;">
<strong>MEDITACIÓN </strong></div>
<!-- /wp:paragraph --><!-- wp:paragraph --><br />
<br />
<div style="text-align: justify;">
Siente yo. <br />Sientes que existes, estas vivo, tienes experiencias, reflexionas sobre cosas, vives emociones, percibes sonidos, ves objetos a tu alrededor, etc.<br />Siente yo, hazlo consciente.</div>
<!-- /wp:paragraph --><!-- wp:paragraph --><br />
<div style="text-align: justify;">
Pero ¿es verdad? ¿Hay un alguien que existe, está vivo, tiene, siente, piensa, se emociona, percibe, etc.?</div>
<!-- /wp:paragraph --><!-- wp:paragraph --><br />
<div style="text-align: justify;">
El cuerpo existe en dependencia del medio, el ambiente. La temperatura de la habitación, la fuerza de gravedad, el nivel de humedad, el aire respirable con la cantidad de oxígeno apropiada, el nivel y tipo de radiaciones, etc., todo esto sostiene la existencia del cuerpo. Si algo se desequilibra, el cuerpo se cae, se descompone sin que nadie pueda hacer nada para evitarlo. Si empieza a aumentar el calor, si se elevara a 500 grados centígrados no habría cuerpo, si el ambiente se llenara de ácido sulfúrico, tampoco. Si aumenta el nivel de radiación el cuerpo se modifica y se descompone. Así, con las numerosas condiciones que hacen posible el organismo.<br />¿Dónde termina el cuerpo, donde empieza el mundo?</div>
<!-- /wp:paragraph --><!-- wp:paragraph {"customFontSize":14} --><br />
<div style="font-size: 14px; text-align: justify;">
<em>[Detente un momento hasta sensibilizarte a esta perspectiva...]</em></div>
<div style="font-size: 14px;">
<!-- /wp:paragraph --><!-- wp:paragraph --></div>
<div style="text-align: justify;">
Ahora bien, cada uno de esos elementos, a su vez son sostenidos por muchos otros. Por ejemplo, la temperatura depende de muchas cosas como la fusión de átomos de hidrógeno en el sol, los gases que forman la atmósfera, la distancia del sol, la presencia o ausencia de otros objetos que produzcan calor, las radiaciones, la humedad ambiental, etc. La cantidad de oxígeno depende de plantas, algas marinas, bosques húmedos, agua, otros gases, luz, etc.</div>
<!-- /wp:paragraph --><!-- wp:paragraph --><br />
<div style="text-align: justify;">
A su vez cada una de ellas depende de numerosas otras. Las explosiones en el sol que generan calor dependen a su vez de innumerables condiciones, la producción de oxígeno por las algas, depende también de la coincidencia de muchos otros elementos, el nivel de radiaciones depende de otras múltiples variables, etc., etc.<br />Nadie controla esto, nadie lo puede detener ni producir. Nadie regula la cantidad de oxígeno en el ambiente ni la temperatura en el planeta, ni el nivel de radiación, ni la capa de ozono, ni nada de nada.</div>
<!-- /wp:paragraph --><!-- wp:paragraph --><br />
<div style="text-align: justify;">
El cuerpo depende de innumerables condiciones, las cuales dependen de muchas otras. <br />El cuerpo no soy yo ni pertenece a ningún yo, no hay nadie que tenga control sobre él, nadie que lo pueda poseer.</div>
<!-- /wp:paragraph --><!-- wp:paragraph {"customFontSize":14} --><br />
<div style="font-size: 14px; text-align: justify;">
<em>[Detente un momento hasta sensibilizarte a esto...]</em></div>
<div style="font-size: 14px;">
<!-- /wp:paragraph --><!-- wp:paragraph --></div>
<div style="text-align: justify;">
Ahora, además, el cuerpo no existe como tal.<br />Al observarlo encontramos miles de millones de interacciones, reacciones metabólicas, cambios y transformaciones en incesante actividad. En este momento, en cada órgano hay una actividad incesante, innumerables reacciones químicas están teniendo lugar. En cada reacción unas sustancias se transforman en otras con nuevas propiedades. <br />La digestión transforma constantemente carbohidratos, proteínas y grasas en compuestos que el cuerpo pueda absorber. La respiración implica una inmensa actividad química. La sudoración requiere numerosos procesos para liberar líquido y mantener fresco el cuerpo. El metabolismo produce nuevas sustancias a partir de lo que se ingiere. Continuamente se degradan moléculas orgánicas y se sintetizan nuevas. Incesantemente se está produciendo y gastando energía.</div>
<!-- /wp:paragraph --><!-- wp:paragraph --><br />
<div style="text-align: justify;">
En el interior del cuerpo, en este momento, se están formando y muriendo miles de millones de células. Nada está quieto, nada perdura, todo se encuentra en constante alteración. El organismo posee más de 37 billones de células, miles de millones mueren continuamente. En este instante se están eliminando o autodestruyendo cerca de 3 millones; y a su vez, millones se están reproduciendo sin cesar. Además, muchas células son agentes externos infiltrados en el cuerpo que van a lo suyo. También se encuentran determinados virus y microbios que se asientan en el cerebro y los intestinos, y alteran el comportamiento.</div>
<!-- /wp:paragraph --><!-- wp:paragraph --><br />
<div style="text-align: justify;">
El organismo sólo son procesos, cambios y movimientos, ¿hay un Yo? Si lo hubiera no puede ubicarse en el cuerpo.<br />¿Hay alguien que hace, existe, vive, tiene, siente, experimenta, etc., en el cuerpo? ¿Qué es Yo?</div>
<!-- /wp:paragraph --><!-- wp:paragraph {"customFontSize":14} --><br />
<div style="font-size: 14px; text-align: justify;">
<em>[Detente un momento hasta apreciar esta perspectiva...]</em></div>
<div style="font-size: 14px;">
<!-- /wp:paragraph --><!-- wp:paragraph --></div>
<div style="text-align: justify;">
La mente, es una sucesión de pensamientos, ideas, imágenes, emociones, sentimientos que siempre están cambiando. Es un continuo fluir de procesos mentales, una corriente mudable y variable sin fin. Ningún estado mental se mantiene, todo lo que surge se disuelve al instante. Aunque muchos pensamientos y estados regresen todo se va continuamente. La mente son múltiples tendencias que vienen una y otra vez, y siempre se van.<br />El estado mental de este momento ha surgido sin elección. Las ideas vienen sin buscarlas. La mayoría de los pensamientos que aparecen son producto de otros anteriores, algunos se forman en el cuerpo, producto de la química del cerebro; muchos vienen de otras personas con las que nos relacionamos, otros del ambiente social y cultural en que vivimos. <br />En cuanto cambian las condiciones los pensamientos cambian sin que se pueda evitar. A menudo son reacciones aprendidas y repetidas muchas veces. Las cosas que se experimentaron antes se presentan ahora como pensamientos, emociones, estados e imágenes. Con otras vivencias habría otros contenidos mentales. Lo mismo sucede con emociones, imágenes, etc. Nadie elige los estados mentales que aparecen ni las ideas; se producen sin intervención de nadie. <br />Cuando se crece, nadie elige la personalidad ni el carácter, ni los gustos y preferencias ni las tendencias emocionales. Nadie decide creencias, formas de pensar, nivel de inteligencia, cualidades y defectos. Todo se produce debido a las circunstancias que se van atravesando.<br />Nacidos en otra cultura, otra época, otra familia, otra carga genética, otro país, otras experiencias vitales, habría otras ideas, distinto carácter, diferentes pensamientos, nuevos gustos y aversiones, distintas reacciones emocionales, etc.</div>
<!-- /wp:paragraph --><!-- wp:paragraph {"customFontSize":14} --><br />
<div style="font-size: 14px; text-align: justify;">
<em>[Detente un momento...]</em></div>
<div style="font-size: 14px;">
<!-- /wp:paragraph --><!-- wp:paragraph --></div>
<div style="text-align: justify;">
Los procesos mentales cambian, vienen y se van. No hay nada estático en la mente. Todo es pasajero y fugaz. Además, todo se produce de un modo impersonal; debido a numerosos factores, experiencias y condiciones. La mente es cambiante, inestable, dependiente, efímera e insustancial a cada momento. Yo tampoco se corresponde con la mente.</div>
<!-- /wp:paragraph --><!-- wp:paragraph --><br />
<div style="text-align: justify;">
Así, de nuevo. ¿Qué es Yo? <br />¿Hay algo aquí que siente, hace cosas, vive experiencias, tiene una vida, experimenta y padece? ¿Hay realmente un Yo?<br />¿Sentir el Yo, es una prueba de exista?<br />¿Podría ser que se sienta algo ilusorio? <br />¿Podría ser una alucinación sensorial?<br />¿Podría ser que el Yo sea sólo realidad virtual?</div>
<!-- /wp:paragraph --><!-- wp:paragraph {"customFontSize":14} --><br />
<div style="font-size: 14px; text-align: justify;">
<em>[Detente un momento...]</em></div>
<div style="font-size: 14px;">
<!-- /wp:paragraph --><!-- wp:paragraph --></div>
<div style="text-align: justify;">
Luego, cada una de las experiencias, un sonido, una sensación, una idea, etc., es sólo una apariencia, producida por causas y condiciones, y por la mente. Por ejemplo, una sensación corporal es una apariencia producida por la suma muchas pequeñas sensaciones; además, cada una depende de la química del cuerpo, como la presión arterial, la temperatura del cuerpo, la actividad enzimática, el metabolismo, etc.; y depende del sistema nervioso y la actividad neuronal en el cerebro. También, está condicionada por el ambiente del lugar, incluyendo la humedad, la luz, la presión, el clima, etc. De hecho, no existe por sí misma sino que todos esos factores fabrican la apariencia de una sensación. Si los procesos cambian aparece algo distinto.<br />La sensación se fabrica pero ¿hay un yo que la siente, o tan sólo aparece producto de unas condiciones?</div>
<!-- /wp:paragraph --><!-- wp:paragraph --><br />
<div style="text-align: justify;">
Si tomamos la experiencia del sonido. Un ruido que se oye, no se encuentra en el objeto distante ni en el oído, ni en el espacio entre el oído y el objeto. Si cambia el estado de salud se percibe diferente, si cambian las condiciones del entorno el ruido se modifica, si nos alejamos o acercamos el sonido es distinto, con otra actividad neuronal se oye otra cosa, etc., no hay sonido en sí, como algo que existe por sí mismo y se percibe, sino que el sonido se fabrica en unas circunstancias determinadas, y depende de ellas para existir. <br />El sonido se produce, pero ¿dónde se encuentra algún yo que oye?</div>
<!-- /wp:paragraph --><!-- wp:paragraph --><br />
<div style="text-align: justify;">
Lo mismo sucede con los pensamientos y estados mentales. El estado mental de este momento depende del estado físico, de experiencias previas, de lo que está sucediendo ahora alrededor, de tendencias mentales, de recuerdos, de imaginación, etc. Si algo cambia, el estado desaparece; si el cuerpo cambia, si se altera algo en el cerebro, si vienen otros recuerdos, si surgen pensamientos distintos, etc., el estado mental deja de existir.<br />El pensamiento es producto de un coyuntura determinada, pero ¿dónde se halla un yo que piensa?</div>
<!-- /wp:paragraph --><!-- wp:paragraph --><br />
<div style="text-align: justify;">
Lo mismo con el gusto. El sabor de algo es en realidad una imagen formada por un conjunto de sabores en diferentes partes de la boca. Pero cada uno de los sabores, a su vez, es producto de muchas condiciones como los niveles de glucosa y otros nutrientes en la sangre, el metabolismo, la temperatura del cuerpo, la presión arterial, etc., y también las condiciones externas, como el clima, la humedad, etc. El sabor es un efecto de todo eso. No es de nadie ni le sucede a nadie. Muchas condiciones hacen que se produzca la experiencia del sabor pero no hay un yo independiente esperando a que llegue. ¿dónde está el yo que experimenta el sabor?</div>
<!-- /wp:paragraph --><!-- wp:paragraph --><br />
<div style="text-align: justify;">
Así con toda la experiencia. Sensaciones, pensamientos, sabores, olores, percepciones visuales, emociones, sentimientos, imágenes mentales, etc., las experiencias suceden sin ninguna realidad en sí mismas, aparecen como consecuencia de otras que se han producido, cada una de las cuales, a su vez aparece como consecuencia de otras tantas. Nada hay fijo ni separado ni aislado. No hay cosas ni fenómenos, sólo hay relaciones. Todo son procesos cambiantes, no hay entidades que cambian sino transformaciones, cambios, alteraciones.<br />Hay experiencias, olores, sabores, estados, visiones, imágenes, pero ¿dónde hay un yo que percibe y experimenta el olor, el sabor, el estado mental, las formas, los colores, las imágenes?</div>
<!-- /wp:paragraph --><!-- wp:paragraph {"customFontSize":14} --><br />
<div style="font-size: 14px; text-align: justify;">
<em>[Detente un momento...]</em></div>
<div style="font-size: 14px;">
<!-- /wp:paragraph --><!-- wp:paragraph --></div>
<div style="text-align: justify;">
La existencia de un Yo independiente y estable es incompatible con lo que hay. Una quimera inventada, una fabricación conveniente. <br />Entonces ¿qué eso de sentirse alguien que vive una vida, siente, hace, disfruta, padece, etc.? ¿Qué significa? <br />¿Es un delirio, un desvarío? <br />¿Por qué sucede? ¿Para qué?<br />¿Es necesario vivir con ello?</div>
<!-- /wp:paragraph --><!-- wp:paragraph {"align":"left"} -->
<br />
<br />
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7699186960057034516.post-39947041508408607832018-12-10T15:18:00.002+01:002018-12-11T11:46:10.101+01:00Aprender a Evolucionar<br />
<div style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjv-WqZ9_6K6QzNLl3f3aldvhLU1eXGkr5EawodAOajlZ6LOAyBFQ2EM2ONhbO9yJYQzAPXbUtOc0eym4spB3akOo2qixt1UJDYLlzuDAk0NCSULE_V5zrMTNvsFsNP1saX1MaSYmZQhU-W/s1600/cabezasciencia.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="800" data-original-width="1600" height="100" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjv-WqZ9_6K6QzNLl3f3aldvhLU1eXGkr5EawodAOajlZ6LOAyBFQ2EM2ONhbO9yJYQzAPXbUtOc0eym4spB3akOo2qixt1UJDYLlzuDAk0NCSULE_V5zrMTNvsFsNP1saX1MaSYmZQhU-W/s200/cabezasciencia.jpg" width="200" /></a></div>
<strong><span style="color: maroon;">APRENDER A EVOLUCIONAR, TUTORIAL BÁSICO</span></strong><br />
<strong><span style="color: maroon;"><br /></span></strong>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Vivimos en un bucle. Nos pasamos la vida persiguiendo una felicidad que cuando la alcanzamos siempre termina; por otra parte el sufrimiento del que tratamos de escapar nos acaba alcanzando. Así, una y otra vez, día tras día. Vida tras vida. Cuando se desarrolla la inteligencia espiritual se descubre que la vida puede ser algo más. Encontramos más satisfacción y plenitud cuando evolucionamos como personas.</div>
<div style="text-align: justify;">
Hay muchos indicadores de lo que es madurar, uno de los más significativos son los valores que manejamos. Conforme evolucionamos, más cualidades, fortalezas y aptitudes positivas tenemos. Quienes las poseen son los indiscutibles representantes de la vanguardia del progreso de la humanidad. Poseer virtudes y cualidades nos sitúa en la cúspide de la evolución.</div>
<div style="text-align: justify;">
Es muy frecuente vivir estancados. Aunque lo natural en la vida sería ser cada vez más evolucionados y conscientes, a menudo nuestro crecimiento se detiene y nos perdemos en las innumerables demandas de la vida cotidiana. De niños experimentamos constantes cambios y aprendizajes, en la adolescencia seguimos creciendo, aunque a menudo menos que antes, y cuando llegamos a adultos nos solemos estancar.</div>
<div style="text-align: justify;">
Dejar de evolucionar es un problema, porque carecer de cualidades y valores nos limita a la hora de enfrentarnos a las dificultades de la vida. Además, sólo con ciertas aptitudes y fortalezas podemos superar muchos de los inescapables problemas que se nos presentan. Esto es, evolucionar como personas nos protege y previene de numerosas situaciones difíciles; pero, además, hay problemas que sólo pueden superarse en estados más avanzados. Es notable que muchas personas que se acercan a los psicólogos buscando soluciones a sus conflictos, en numerosos casos lo único que necesitan es madurar.</div>
<div style="text-align: justify;">
Desde esta perspectiva es esencial entender que no cultivamos unos valores y cualidades por hacer lo correcto, ni para cumplir con las expectativas de los demás. Tampoco para ser reconocidos y admirados ni para estar por encima de nadie. Especialmente, no se trata de compensar nuestros defectos, errores y sentimientos de culpa. Cultivamos unas cualidades y evolucionamos para:</div>
Estar más protegidos ante lo que nos pueda sobrevenir.<br />
Tener más recursos para afrontar las frustraciones, incertidumbres y agresiones.<br />
Saber reaccionar mejor al dolor de la vida.<br />
Vivir con más salud y bienestar.<br />
Alcanzar una calidad de vida que de otro modo no conseguiríamos.<br />
Y porque somos conscientes de que algunas situaciones sólo podremos resolverlas si hemos llegado a un cierto nivel de evolución.<br />
Ahora bien, el principal motivo es que tenemos esa capacidad, la vida tiene más sentido, y es más satisfactoria y completa.<br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: maroon;">CUALIDADES Y DIFICULTADES</span></div>
<div style="text-align: justify;">
Es vital saber manejar las dificultades que se presentan. Cada persona, según sus experiencias vitales y aprendizajes, tiene su estilo. Sin embargo, es frecuente pasar por alto que uno de los métodos más efectivos es cultivar un estado emocional positivo. Hacerlo nos va a dar más capacidad y lucidez para abordar la situación. Pero sobretodo, avanzar y evolucionar es parte de la solución en la mayoría de los casos.</div>
<div style="text-align: justify;">
La experiencia vital nos muestra los beneficios de desear seguir creciendo y aprendiendo como personas, especialmente en los momentos difíciles. La actitud positiva y la predisposición a evolucionar es una de los talentos más valiosos que podemos poseer. Sin cualidades, virtudes y fortalezas es como pretender atravesar un desierto sin llevar agua.</div>
<div style="text-align: justify;">
No obstante, la cuestión es completamente distinta. Desde la sabiduría, las dificultades de la vida son accidentales, pues la prioridad es crecer y avanzar. Los problemas son ocasiones para empujarnos a dar un paso más en el camino a revelar nuestra mejor expresión. Así pues, ante cualquier situación queremos adoptar una actitud más consciente.</div>
<div style="text-align: justify;">
¿Qué oportunidad proporciona esto? ¿Cultivar compasión, humildad, coraje? ¿Ofrece la posibilidad de cultivar sentido del humor, paciencia, contentamiento? ¿Ayuda a ser justo, tolerante, imparcial? ¿Sirve para ser generoso, aceptar la situación, asumir responsabilidades? ¿Conduce a desarrollar gratitud, respeto, asertividad? ¿Cuidado, prudencia, generosidad? ¿Regocijo, confianza, imparcialidad? ¿Amor, desapego, valentía? etc., etc.</div>
<div style="text-align: justify;">
Ahora bien, hay que tener cuidado con el motivo que nos impulsa en esta dirección. No se trata de ser mejor que nadie ni de sentirse inferior por una carencia de cualidades. Pensar así, nos impediría avanzar. La evolución es una opción que viene de comprender lo valiosa que es la vida y la importancia de aprovecharla. No es una medida de nuestra valía. Lo que mide nuestro valor es lo que somos, nuestro ser, la esencia que nos conforma; algo que ya está aquí y no precisa mejorarse.</div>
<div style="text-align: justify;">
Cultivar cualidades y virtudes es la expresión de quienes están más evolucionados y comprenden con claridad lo que aporta significado y valor. Nosotros desde nuestra mirada reducida apenas entendemos la importancia de despertar y cultivar la mente. Sin embargo, podemos aprender de ellos, escuchar su visión y descubrir una perspectiva diferente. En la tradición budista, por ejemplo, en <em>Aksayamati Nirdesa Sutra</em> se dice:<br />
<br />
<div style="text-align: center;">
<em>“La generosidad no es mi compañera, más bien soy yo quien acompaña a la generosidad,</em></div>
<div style="text-align: center;">
<em><em>la ética, la paciencia, el entusiasmo, la concentración y la sabiduría no son mis compañeras; </em></em></div>
<em>
</em>
<div style="text-align: center;">
<em><em>más bien soy yo quien acompaña </em></em><em>a</em><br />
<em><em> la ética, la paciencia, el entusiasmo, la concentración y la sabiduría;</em></em></div>
<em>
</em><em><div style="text-align: center;">
<em>Las perfecciones no están a mi servicio, soy yo quien está al servicio de las perfecciones”.</em><br />
<em><br /></em></div>
</em></div>
<div style="text-align: justify;">
Empezamos cultivando cualidades por fe. Confiando en las palabras de quienes viven más despiertos. Luego, continuamos el proceso al constatar la importancia de cultivarlas. El camino nos lleva a desear emplear la vida en hacer que todas las cualidades posibles se hagan presentes y visibles en el mundo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<strong><span style="color: maroon;">UN MODO DE HACERLO</span></strong></div>
<div style="text-align: justify;">
Desarrollar una cualidad es como cultivar una planta. Se siembra la semilla en buena tierra, se riega, se cuida que tenga luz, se echa abono, se protege del clima y las plagas, y se espera a que florezca. Así pues, empezamos dejando una huella de la cualidad en nuestra mente. Luego, nos habituarnos a responder con ella, trabajamos para contrarrestar los obstáculos internos y externos que nos impiden desarrollarla, y lo hacemos una y otra vez hasta que se consolida en nuestro ser.</div>
<ol style="text-align: justify;">
<li><span style="color: maroon;">Escoger la cualidad</span></li>
</ol>
<div style="text-align: justify;">
Lo primero es seleccionar una cualidad que nos inspire. <a href="https://www.escuelademeditacion.com/wp-content/uploads/2018/11/cualidades.pdf">(Una lista de cualidades</a>) Es preciso que tengamos una relación positiva con ella. Como hemos visto, no funcionará si nos sentimos inadecuados o culpables, o si nos juzgamos por no tenerla; tampoco, si nos sentimos inferiores a quienes la poseen o si les tenemos envidia. De modo que a veces, hay que hacer un trabajo previo hasta llegar al motivo acertado.</div>
<div style="text-align: justify;">
Conviene, además, hacer una reflexión amplia en torno a las consecuencias positivas de la cualidad. ¿Para qué sirve? ¿Qué papel tiene en la propia vida? ¿Cuál es su lugar en el proceso vital? ¿Qué relevancia tiene en el camino espiritual? ¿Hacia dónde conduce tenerla?</div>
<div style="text-align: justify;">
Necesitamos entender bien la cualidad. Estudiarla y conocer su significado y sentido. Es muy útil encontrar historias y ejemplos de personas que poseen esa cualidad (novelas, películas, series de TV, pueden ser una buena fuente de inspiración). También tenemos que tener cuidado con las supersticiones y las opiniones de la gente; y si es posible ver lo que las investigaciones serias y las ciencias sociales tienen que decir.</div>
<ol start="2" style="text-align: justify;">
<li><span style="color: maroon;">Plan de trabajo</span></li>
</ol>
<div style="text-align: justify;">
Siendo honestos, es preciso comprender que cambiar la mente requiere un esfuerzo sostenido durante bastante tiempo. Necesitamos organizar nuestra vida y nuestra forma de pensar para promover el nuevo estado mental. La fuerza de voluntad no basta. También es preciso tener confianza en uno mismo, recordar a menudo los beneficios de poseer la cualidad, contar con la aparición de posibles resistencias internas, y saber esperar para obtener resultados.</div>
<div style="text-align: justify;">
En particular, necesitamos creer en que tenemos la habilidad de cambiar y la capacidad de hacerlo. La enseñanza budista sobre lo preciosa que es la vida humana y el potencial que tiene es muy útil en este contexto. Si no apreciamos nuestro potencial no podremos llegar muy lejos. Además, es vital ser optimistas y tener una actitud positiva. Debemos recordar la naturaleza de nuestra mente y saber que se compone de lucidez y claridad, por lo que la transformación siempre es posible.</div>
<div style="text-align: justify;">
Pero también existen muchos obstáculos. Algo en nosotros siempre se resiste al cambio, adquirir nuevas cualidades nos lleva a sentirnos inseguros y torpes. Nuestro deseo de obtener la cualidad se ve boicoteado continuamente por otros hábitos, tendencias, y emociones destructivas. Debemos ser conscientes de esto y estar dispuestos a confrontarlo. A menudo, nuestros conflictos internos y dudas son el principal obstáculo.</div>
<div style="text-align: justify;">
En resumen, debemos de ser conscientes de que la meta deseada necesita que le dediquemos tiempo y trabajo hasta que forme parte de nuestro continuo mental. Es algo que requiere una entrega y debemos estar dispuestos ello.</div>
<ol start="3" style="text-align: justify;">
<li><span style="color: maroon;">Método</span></li>
</ol>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: maroon;">A-Imaginación.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
Una forma de trabajar es imaginarnos lo que supone vivir con la cualidad. Así pues, buscamos experimentarla de un modo imaginario, como si ya la tuviéramos. La sentimos en la mente y el cuerpo. Mediante la imaginación y la reflexión evocamos la cualidad. Nos visualizamos como si ya estuviera sucediendo el futuro deseado con la cualidad. Vemos cómo se experimenta tenerla. Sentimos los efectos que produce en el cuerpo, descubrimos las emociones que acompañan a la cualidad y nos hacemos conscientes de los pensamientos asociados a ella. Lo ideal es abarcar todos los aspectos de nuestro ser, el cuerpo, las emociones, los pensamientos, y sentir la experiencia en todos los niveles.</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: maroon;">B-Contemplación.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
Luego se trata de sostener el mayor tiempo posible el estado, con la intención de que deje una impronta en nuestro interior. Enfocamos la atención en la vivencia de poseer la cualidad, con la mayor claridad posible. Cuando empezamos a distraernos podemos recurrir a una imagen concreta. A muchas personas les ayuda imaginar algún símbolo, algo que represente a la cualidad que estamos encarnando. Se dice que es una manera de hablarle al inconsciente y la forma de acceder a ella más fácilmente. También, sirve hacer un gesto con las manos o una postura.</div>
<div style="text-align: justify;">
Este ejercicio requiere repetirlo una y otra vez, durante varias semanas. Al mismo tiempo que recopilamos más información sobre la cualidad y buscamos el apoyo de los demás, cada día meditamos de esta manera. Invocamos nuestro futuro habiendo desarrollado la cualidad y lo hacemos presente unos minutos.</div>
<div style="text-align: justify;">
Es de gran ayuda en este proceso, darle una dimensión social y contar con el apoyo de otras personas. Queremos estar abiertos a recibir ayuda. En este sentido hacemos saber a alguna persona de confianza lo que estamos haciendo. Le comunicamos nuestra intención de cultivar la virtud. Hacemos que los demás se impliquen y nos ayuden a conseguir nuestro objetivo. Cuando saben nuestras intenciones podemos contar con ellos en cualquier momento para pedirles su perspectiva y nos den su opinión.</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: maroon;">C-Acción.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
Cada vez que hacemos la visualización, tomamos la decisión de hacer algo concreto. Es decir, planificamos en las próximas horas actuar una vez como alguien que ya tiene la cualidad. Realizando comportamientos en consecuencia, empezamos a transformar la mente de una manera real. Si sólo trabajamos la mente, los cambios nunca se materializan, de modo que tenemos también que actuar.</div>
<div style="text-align: justify;">
El cambio requiere que nos enfrentemos al mundo real y pongamos en práctica vivir con esa cualidad. Es importante hacerlo cada vez que meditemos, integrar las dos cosas, meditación y reflexión por un lado, y acción por el otro. Además, al hacerlo podemos descubrir cosas que no teníamos en cuenta. No sólo se trata de cambiar el comportamiento, también es preciso cambiar nuestra estructura mental. Aprendemos, actuando.</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: maroon;">D- Conciencia.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
Por último, mientras trabajamos la cualidad, buscamos una nueva forma de enfocar las cosas. Nos preguntamos con frecuencia. ¿Qué es lo que … (cualidad)…haría en esta situación? Por ejemplo, ¿qué haría el amor en esta situación? ¿Qué haría la paciencia en esta situación? ¿Qué haría la sabiduría del sentido del humor? Etc. Haciendo esto nos esforzamos por salir de nosotros mismos y nos situamos en una perspectiva más evolucionada y despierta. Hacer esto una y otra vez es lo que nos hace crecer.</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: maroon;">CONCLUSIÓN</span></div>
<div style="text-align: justify;">
Hay numerosas evidencias a lo largo de diversas culturas de que las personas más avanzadas son a su vez las más amorosas, solidarias, conscientes y verdaderamente espirituales. Y lo que es más importante, sólo evolucionando podemos llegar a sentir satisfacción y plenitud en la vida. Pero más aún, es una cuestión planetaria, el universo necesita que evolucionemos. Una buena medida de cuánto lo hacemos son nuestros valores, fortalezas y virtudes.</div>
<div style="text-align: center;">
<span style="color: maroon;"><em>Despierta, reflexiona, observa.</em></span><br />
<span style="color: maroon;"><em> Trabaja con atención y cuidado.</em></span><br />
<span style="color: maroon;"><em> Vive en el sendero y</em></span><br />
<span style="color: maroon;"><em> la luz crecerá en ti. (Buda)</em></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="color: maroon;"><em><br /></em></span></div>
<span style="text-align: justify;"> </span><img src="https://signatures.mylivesignature.com/54490/199/ED1E1F06E09811ECD7338046C73B9E2B.png" style="background-color: transparent; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; border: 0px !important;" /></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7699186960057034516.post-70153218564120708052018-12-10T15:16:00.004+01:002019-03-14T11:35:22.956+01:00Afrontar Adicciones<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh3OUjD0tzUmgANtS1ymQW0_i3yQvHmKVdDjEO4yBH6Vrj0NciR8o569OxzXv9jnM6nu7fYNeCkAp8bDXi2qWUrJTqDeAIuD5UkN_cEo_a6OOoC9odXh06PdWf1GqfXIv9JXLv8p_NMWn9M/s1600/adicciones.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="800" data-original-width="1600" height="100" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh3OUjD0tzUmgANtS1ymQW0_i3yQvHmKVdDjEO4yBH6Vrj0NciR8o569OxzXv9jnM6nu7fYNeCkAp8bDXi2qWUrJTqDeAIuD5UkN_cEo_a6OOoC9odXh06PdWf1GqfXIv9JXLv8p_NMWn9M/s200/adicciones.jpg" width="200" /></a></div>
<em style="text-align: right;">Tenemos que descubrir por qué es tan importante aprovechar la vida y, luego, </em><em style="text-align: right;">ser consecuentes con esa sabiduría.</em><br />
<span style="text-align: right;">Lama Thubten Zopa Rinpoché.</span><br />
<span style="text-align: justify;"><br /></span>
<span style="text-align: justify;">Para las personas más despiertas y lúcidas la vida es una oportunidad inconcebible. Aunque la mayoría nos pasamos el tiempo huyendo de los problemas; es muy interesante comprobar que cuando llegamos a los estados más evolucionados empezamos a apreciar los conflictos y dificultades de la vida con inmensa gratitud. De hecho, los problemas dejan de ser percibidos como tales y son considerados como elementos que enriquecen la vida y abren el camino a nuevas posibilidades. Se abre una sorprendente fe en los inconvenientes y problemas. En estos estados más sabios, las personas buscan la sanación interna en los conflictos que se presentan.</span><br />
<span style="text-align: justify;"><br /></span>
<div style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;">
<div style="text-align: justify;">
Para la mayoría esto no es así. Nosotros escapamos de los problemas y del sufrimiento, y de hecho, cada uno tenemos nuestra forma peculiar de responder a los apuros. Poseemos un repertorio de respuestas que se activa automáticamente cuando se presentan problemas. Vivimos en constante alerta y estamos a la defensiva; además, nuestras reacciones son habitualmente las mismas.<br />
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
La cuestión es que vivir no es nada fácil. A menudo nos sentimos inadecuados e incapaces, y la vida se presenta como una gigantesca maraña de situaciones complicadas que resolver y manejar. Sin pretenderlo ni desearlo nos topamos continuamente con situaciones incómodas. Vivir resulta ser experimentar continuamente inseguridades, fracasos, críticas, exigencias, culpas, incomodidades, limitaciones, frustraciones, etc., etc. Ante esto, respondemos como podemos, y cada uno tenemos nuestro estilo. Hay quienes se acobardan y se hunden en estados de impotencia y desesperación, hay quienes se agarran a otros como salvavidas, hay quienes se convencen de que pueden con todo, etc.<br />
<br />
Una adicción es una de esas maneras automáticas y reactivas de gestionar el dolor de la vida. Nadie elige ser un adicto, más bien tratamos de escapar del sufrimiento y acabamos capturados por una adicción. Es decir, empezamos buscando una salida y acabamos atados a algo que nos limita y nos lleva a un sufrimiento mucho mayor del que tratábamos de evitar.<br />
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Es preciso hacer una advertencia y evitar caer presos de nuestros prejuicios, valoraciones e interpretaciones. Con prestar atención, apreciamos que no elegimos nuestro cuerpo ni nuestra personalidad, no elegimos que nos gusten ciertas cosas o nos desagraden otras, tampoco elegimos nuestras capacidades ni limitaciones, etc.<br />
<br />
Todo lo que somos, nuestro cuerpo y mente, se deriva de la confluencia de numerosas causas y condiciones a las que hemos estado expuestos. Por consiguiente, tampoco elegimos nuestra forma de responder a los problemas ni nuestras capacidades o limitaciones a la hora de afrontarlos. En este sentido, hemos de asumir que <span style="color: maroon;">una adicción no es una elección libre ni un problema de inmoralidad o algo por el estilo, sino un condicionamiento en el que hemos quedado atrapados.</span> Entenderlo así es esencial a la hora de liberarse de ella. Debemos saber que nos condicionan nuestros miedos, necesidades, creencias y demás, y sobre todo la imagen que tenemos de nosotros mismos. Reconocer esto es el primer paso para dejar atrás la adicción.<br />
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Hay muchos tipos de adicciones y, como estamos viendo, todas ellas son intentos torpes e ineficaces de afrontar algún profundo dolor. (Las más comunes: adicción al alcohol, a la nicotina, a sustancias, al juego, a la comida, a los videojuegos, a internet, al sexo, a las compras y al trabajo). No es preciso mencionar que el efecto de la dependencia es experimentar mucho más infelicidad que aquella de la cual deseamos escapar; sin embargo, el adicto no puede hacer otra cosa. Por un lado, no es consciente de lo que está haciendo, y por otro no conoce ninguna otra forma de responder al sufrimiento.<br />
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<strong>Desde la perspectiva espiritual el problema de tener una adicción es la inmensa energía que nos demanda, y que nos impide despertar y evolucionar.</strong></div>
<div style="text-align: justify;">
Es decir, se considera que la vida es un privilegio por las posibilidades de liberación y sabiduría que permite. Aunque, podamos cruzarnos con muchos problemas, siempre tenemos la capacidad de trascenderlos y evolucionar más allá de ellos.<br />
En palabras de uno de mis maestros, el lama Thubten Yeshe: “Nunca pongas límites a lo que puedas llegar a conseguir, no importa cómo haya sido tu vida hasta ahora”.Así, una adicción nos deja atrapados en un bucle de necesidad y dependencia que absorbe toda nuestra vitalidad, lucidez y potencial.<br />
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: maroon;">Cuando tenemos una adicción, nos atamos a eso a lo que somos adictos.</span> Perdemos toda libertad de elección y nuestras decisiones y comportamiento están supeditados a la dependencia. No podemos hacer nada sin pensar en la adicción, perdemos la claridad mental y la autonomía.</div>
<div style="text-align: justify;">
Es curioso ver cómo la adicción nos hace ver las cosas de otra manera. Es decir, al contrario de lo que realmente sucede, muchas veces los adictos justifican su comportamiento con el pensamiento de que la libertad es seguir haciendo lo mismo. Por ejemplo, quienes tienen adicción a la nicotina se dicen que no quieren privarse del placer de fumar, quienes son adictos a comer se cuentan que no hay motivos para renunciar al disfrute de la comida. Lo que no quieren y no pueden ver es que no pueden elegir, que no pueden decir no a la nicotina o la comida. El adicto no es libre, está atado y ha perdido toda la libertad. Pierde horas y horas en obtener eso de lo que depende, y paradójicamente no le ofrece ninguna satisfacción.<br />
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<strong>Para liberarnos de una adicción es preciso llegar a apreciar claramente la dependencia como algo asfixiante.</strong> Es necesario dejar de engañarse y ser muy honesto con uno mismo. Este quizás es uno de los puntos más importantes y al mismo tiempo más difíciles. Las personas adictas tienen una habilidad muy especial de engañarse y de creerse las falsedades que se cuentan. Viven en su propia mentira y en una huida hacia adelante sin futuro. La curación empieza reconociendo que uno está enfermo. <span style="color: maroon;">El adicto necesita darse cuenta de que no sólo nunca consigue dejar atrás el sufrimiento sino que constantemente está generando más.</span> La conciencia del sufrimiento es lo que nos da la fuerza para aplicar remedios eficaces que nos liberen.<br />
<br /></div>
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Sanar una adicción es un asunto complejo que requiere un abordaje desde varias perspectivas. <strong>La meditación nos aporta sanación al cultivar el poder de ser conscientes.</strong> Es decir, meditar puede ser muy efectivo como uno de los instrumentos para superar la adicción. No obstante, también hay que entenderla como complemento a otras herramientas, como el apoyo social, la vida saludable, el trabajo terapéutico emocional, etc.<br />
<br />
Una forma práctica de emplear la meditación para superar una adicción es <strong>cultivar tres cualidades: compasión, atención y sabiduría.</strong><br />
<strong><br /></strong></div>
<div style="text-align: justify;">
La <strong>compasión</strong> consiste primero en apreciar que numerosas personas en el mundo están experimentando la misma situación angustiosa, la misma adicción, y reconocer el dolor del mundo. <span style="color: maroon;">Es sentirse vinculado a los demás en este dolor de la adicción.</span> Pero además, en segundo lugar, significa evocar un profundo anhelo de que todos los seres se liberen del sufrimiento de la adicción. Cuando nos damos el tiempo necesario para que despierte la compasión, este anhelo acaba convirtiéndose en la intención de contribuir a ello, el arrojo para emprender el camino para <span style="color: maroon;">ayudar a los demás a superar su adicción</span>. Esta compasión sana internamente los mecanismos más sutiles e inconscientes que mantienen la adicción.<br />
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Mediante la <strong>atención</strong> nos enfocamos en la experiencia interna de dolor y tratamos de evitar la reacción. Es decir, si entendemos la adicción como una forma de resolver un dolor profundo en nuestro interior, mediante la atención nos enfocamos en este dolor y tratamos de observarlo con la mayor claridad posible, de un modo directo, inmediato y sin conceptos. Esto no es nada fácil, pero el trabajo previo con la compasión es inmensamente valioso para hacerlo.<br />
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Es sumamente difícil reconocer el dolor profundo, generalmente antes de llegar a verlo ya nos hemos escapado. Sólo una práctica constante y una gran fe en el proceso nos pueden ayudar. Si entendemos claramente la adicción como una respuesta reactiva, sabremos que sólo podemos liberarnos si detenemos la reacción. La atención no libera del dolor, nos libera de la reacción adictiva. El dolor sigue estando y aceptamos vivirlo con ecuanimidad, contentamiento, humildad y apertura. Esta es la atención que sana y la meditación es la tarea ideal para alcanzarla.<br />
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Por último, la tercera cualidad es la <strong>sabiduría</strong>. Meditar en sabiduría tiene diferentes significados y puede referirse a cosas distintas. Aquí hablamos de un cambio de enfoque. Mediante la meditación tratamos de desvelar la fuente de la experiencia de dolor. Activamos la suficiente lucidez para apreciar la esencia de las experiencias, de las sensaciones físicas y mentales; tratamos de apreciar el origen, la fuente y el fundamento de todo lo relacionado con la experiencia de dolor.<br />
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Al mismo tiempo, la indagación nos lleva a cuestionar que haya alguien que sufra e incluso que el sufrimiento (que tanto tememos) sea tan real como lo vivimos. <span style="color: maroon;">La sabiduría emerge cuando dejamos de entender el dolor como algo personal.</span> El dolor se desvela como pura luminosidad, impersonal e interdependiente, sin ninguna entidad por sí mismo. Encontramos algo más real que el sufrimiento de modo que éste cambia de significado, el dolor pierde su peso e importancia.<br />
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
La adicción se resuelve al descubrir que en realidad cuando lo miramos bien, no hay motivos para escapar de nada ni nada que lograr. Se aprecia que este momento, tal cual es, es la expresión de nuestra esencia más real. Ahora bien, es frecuente perder la sabiduría que evocamos en meditación. De modo que debemos ser conscientes de ello y estar dispuestos a mantener un trabajo continuado y constante. Una apertura no es suficiente, debemos seguir hasta que se instale una nueva visión.<br />
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
En resumen, hay herramientas para superar cualquier adicción. Es preciso creer en lo valiosa que puede llegar a ser la vida y reconocer la adicción como algo que nos aprisiona y secuestra, además de despojarnos de mucho tiempo y energía vital. Como a menudo se menciona: ser feliz es una responsabilidad.</div>
<br />
<strong><span style="color: maroon;">ADENDA</span></strong><br />
<ul>
<li>Cuando se tiene una adicción uno piensa que es débil, defectuoso. Hay quienes van por la vida como pidiendo perdón a los demás. Es preciso tener cuidado con esto. Todo lo que sucede son consecuencias de múltiples causas y condiciones. Es muy frecuente encontrar que las personas adictas son personas muy sensibles que han vivido ambientes verdaderamente difíciles y complicados. Debemos recordar que la adicción no nos define ni dice nada de nuestro potencial, ni de lo que verdaderamente somos.</li>
<li>A menudo, la adicción comienza como una estrategia de supervivencia. Como una forma de sobrevivir a una situación demasiado grande, demasiado confusa y paralizante. Suele ser un dolor muy antiguo, de la infancia.</li>
<li>No todas las adicciones son iguales. Cada una tienes sus particularidades, sus significados. Cada una su forma de abordarla. No es lo mismo, una adicción relacionada con una necesidad como comer, que otra como fumar.</li>
<li>Es más fácil pensar "soy un adicto" que pensar "me quiero morir". El pensamiento de querer desaparecer, cuando se siente real resulta demasiado angustioso. Así, muchas veces las personas prefieren decirse a sí mismas que son adictas.</li>
<li>Al mismo tiempo, la adicción puede llevar a arriesgar la vida, una y otra vez.</li>
<li>Cuando se cae en una adicción, se entra en un bucle, el abuso y el intento de control. Los comportamientos adictivos atrapan. Cuando surgen estados emocionales terribles se traducen a algo que pueda manejarse, comer, jugar, beber... Uno se convence de que esto puede manejarse. El horror de la angustia emocional se traduce en la creencia que podemos manejar la adicción. Entramos en un juego pendular, caemos en la adicción y la intentamos controlar, un movimiento que nunca termina.</li>
<li>Nadie elige ser un adicto. Pero sí se elige dejar de serlo. Viene de ver que mientras se está atrapado en la adicción uno se está muriendo, dejarlo es elegir la vida.</li>
<li>Sólo se sale si uno mismo lo elige. Es preciso quererse mucho. Saber que habrá recaídas y entender que forman parte del proceso de curación. Se ha creado un impulso de auto-agresión, y es preciso reemplazarlo por cuidarse, hablarse bien, confiar, quererse. Es frecuente sentir a menudo que uno no merece y que tiene que protegerse.</li>
<li>El cuerpo tarda en comprender más que la mente. Aun saliendo de la adicción, todavía cuesta vivir lo bueno. El cuerpo ha podido estar muy anestesiado, y es preciso darle tiempo. Uno se ha quedado tocado, y todavía queda reconstruir la vida.</li>
<li>La adicción no se va nunca. Hay que vigilarla siempre. Aunque uno la supere.</li>
<li>Es bueno encontrar actividades que ayudan, realizarlas, evitar quedarse quieto. A menudo, una visión más elevada de la vida ayuda. Puede ser encontrar a Dios, o desarrollar la inteligencia espiritual, Es mejor enfocar la vida en algo más grande que uno mismo, como evolucionar y despertar.</li>
</ul>
<img src="https://signatures.mylivesignature.com/54490/199/ED1E1F06E09811ECD7338046C73B9E2B.png" style="background-color: transparent; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; border: 0px !important;" /></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7699186960057034516.post-75143535244025949462018-04-02T18:31:00.000+02:002018-12-10T15:19:30.877+01:00Una enseñanza definitiva<br />
<div style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhaZPy-BZnkFMn83OsJxPuRIUjstgzRrs09a4lgT542eqO4uoxm13bGznKuBF1z9K70xmE8EBLOuvDSo9yzdoDaIpgOw1_BDNAjblwLSQuLMAOJqsa9s2_TLygmiGfxYby2Mi-CiV8M6l-K/s1600/Buddha-atardecer.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="800" data-original-width="1600" height="100" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhaZPy-BZnkFMn83OsJxPuRIUjstgzRrs09a4lgT542eqO4uoxm13bGznKuBF1z9K70xmE8EBLOuvDSo9yzdoDaIpgOw1_BDNAjblwLSQuLMAOJqsa9s2_TLygmiGfxYby2Mi-CiV8M6l-K/s200/Buddha-atardecer.jpg" width="200" /></a></div>
Es muy fácil perderse en el mundo de la mente. A veces, incluso, si no sabemos meditar podemos acabar reforzando nuestro mundo mental en lugar de conocernos y liberarnos de la infelicidad. Tenemos que saber cómo trabajar con la mente, qué nos atrapa y cómo ser dueños de nuestros estados.<br />
<div style="text-align: justify;">
Entre las numerosas joyas del budismo hay una enseñanza muy bella. Es muy especial porque la persona que la recibe, con sólo escuchar a Buda, en ese mismo instante alcanza el Despertar espiritual. No tuvo que hacer años de meditación ni someterse a numerosas etapas de disciplina y control. Sólo al abrirse las palabras del Maestro, las entendió inmediatamente. La enseñanza se llama el <a href="https://www.escuelademeditacion.com/wp-content/uploads/2018/02/Traducci%C3%B3n-Sutra-de-Bahiya.pdf"><span style="color: maroon;">Sutra de Bahiya</span></a>.</div>
<div style="text-align: justify;">
Bahiya quería liberarse del sufrimiento y se entera de que Buda enseña el camino de la liberación. Entonces deja su casa y va a verle a la ciudad de Sāvatthī . Cuando llega al lugar donde le habían dicho que residía Buda, el monasterio de Anathapindika, los monjes le explican que el Señor se ha ido a pedir comida a la ciudad.</div>
<div style="text-align: justify;">
Así, Bahiya entra en la ciudad para encontrar al Maestro. En cuanto le ve, se acerca y le pide una enseñanza para liberarse del sufrimiento. Sin embargo, Buda le dice que ha llegado en mal momento porque están pidiendo comida por las casas. Bahiya insiste y Buda vuelve a negarle la enseñanza. Pero Bahiya no se rinde y a la tercera petición, finalmente Buda accede y le transmite la enseñanza que con solo oírla le lleva a trascender el sufrimiento y el final de de todos los renacimientos. Así pues, esto es lo que Buda le dice:</div>
<blockquote>
<div style="text-align: justify;">
<em><span style="color: maroon;">“En lo que se ve, solo hay lo que se ve,</span></em><br />
<em><span style="color: maroon;"> En lo que se oye, solo hay lo que se oye,</span></em><br />
<em><span style="color: maroon;"> En lo que se siente, solo hay lo que se siente,</span></em><br />
<em><span style="color: maroon;"> En lo que se concibe solo hay lo que se concibe .</span></em><br />
<em><span style="color: maroon;"> Por tanto, deberías ver que;</span></em><br />
<em><span style="color: maroon;"> En verdad no hay ninguna cosa aquí.</span></em><br />
<em><span style="color: maroon;"> Así es, Bahiya, cómo deberías adiestrarte.</span></em><br />
<em><span style="color: maroon;"> Puesto que, Bahiya, para ti hay,</span></em><br />
<em><span style="color: maroon;"> En lo que se ve, solo lo que se ve,</span></em><br />
<em><span style="color: maroon;"> En lo que se oye, sólo lo que se oye,</span></em><br />
<em><span style="color: maroon;"> En lo que se siente solo lo que se siente,</span></em><br />
<em><span style="color: maroon;"> En lo que se concibe, solo lo que se concibe,</span></em><br />
<em><span style="color: maroon;"> Y ves que no hay ninguna cosa aquí,</span></em><br />
<em><span style="color: maroon;"> Por consiguiente, verás que</span></em><br />
<em><span style="color: maroon;"> En verdad no hay ninguna cosa allí,</span></em><br />
<em><span style="color: maroon;"> Al ver que no hay ninguna cosa allí</span></em><br />
<em><span style="color: maroon;"> Verás que,</span></em><br />
<em><span style="color: maroon;"> Por consiguiente, no estas ubicado ni en el mundo de esto,</span></em><br />
<em><span style="color: maroon;"> Ni en el mundo de eso,</span></em><br />
<em><span style="color: maroon;"> Ni en ningún lugar</span></em><br />
<em><span style="color: maroon;"> entre ambos.</span></em><br />
<em><span style="color: maroon;"> Solo esto es el final del sufrimiento”.</span></em></div>
</blockquote>
<div style="text-align: justify;">
Esto es lo que el Maestro le transmitió a Bahiya y en estas palabras está contenido todo lo que necesitamos saber para trascender nuestras frustraciones, insatisfacciones, inseguridades y conflictos vitales. Esta es la enseñanza que liberó a aquel hombre y es una de las llaves para nuestra propia liberación. Así pues, todo lo que necesitamos es sentarnos a contemplar las palabras, y tratar de captar lo que de verdad significan.<br />
Conforme realizamos la indagación se van desvelando distintas capas, distintos significados cada vez más sutiles y profundo.</div>
<div style="text-align: justify;">
Una primera lectura nos hace reconocer que <span style="color: maroon;">siempre estamos contaminando nuestra experiencia con la mente</span>, y si fuéramos capaces de quedarnos tan solo con lo que sucede tendríamos más paz. Dicho de otro modo, nuestros conflictos y problemas están determinados por nuestra forma de entender las cosas, las interpretaciones que hacemos, las expectativas, las creencias de cómo debe ser todo, las valoraciones subjetivas, etc.</div>
<div style="text-align: justify;">
No vivimos, la afirmación De Buda: “en lo que se ve sólo hay lo que se ve”, sino que <span style="color: maroon;">en lo que vemos se mezclan además todo tipo de proyecciones, significados y procesos mentales distorsionando lo que hay.</span> Si fuéramos capaces de apartar nuestra mente y ceñirnos a lo que sucede, a lo sentimos, a lo que vemos, a lo que oímos, etc., viviríamos con muchísima más serenidad. Esto es muy importante, cada uno tenemos que hacer una reflexión personal y cuestionarnos hasta qué punto estamos permitiendo que nuestros estados mentales deformen la realidad. [blockquote] Una de las preguntas que siempre conviene hacernos, ante cualquier dificultad en la vida, es: ¿Lo que veo es la verdad o es lo que mi estado mental me dice? [/blockquote]</div>
<div style="text-align: justify;">
Pero este es sólo el significado más básico de las palabras de Buda. Si seguimos con la contemplación, empezamos a reconocer el sentido de las palabras “no estas ubicado ni en el mundo de esto ni en el mundo de eso, ni en ningún lugar entre ambos”. Es <span style="color: maroon;">poner en tela de juicio el sentirse alguien: Yo soy, Yo existo, yo tengo, yo hago, yo percibo, yo vivo.</span> Pero, esto no es una cuestión intelectual ni viene como consecuencia de un profundo análisis filosófico. Viene de poner conciencia en la experiencia, en el momento presente.</div>
<div style="text-align: justify;">
Cuando experimentamos las cosas, cuando vemos, oímos, sentimos y concebimos cosas, tenemos una imagen de nosotros mismos. Una idea muy firme y arraigada que se vive muy real. Nos sucede constantemente y no parece haber motivos para cuestionarla. Sin embargo, cuando nos detenemos aquí y nos enfocamos en esa sensación de ser empieza a verse menos real.</div>
<div style="text-align: justify;">
Es especial, <span style="color: maroon;">si investigamos si esta sensación de yo está viendo o sintiendo algo, no se ve tan claro.</span> Más bien, lo que se ve es la experiencia de ver o la experiencia de oír y la experiencia de sentirse alguien. Se perciben experiencias diferentes sin ninguna relación. Si persistimos en la contemplación, dejando a un lado argumentos, descubrimos que hay experiencias de ver, oír, sentir, y concebir, que incluso está la experiencia de yo, pero no hay nadie que ve, oye, siente o concibe. Captar esto, es un nivel más profundo y definitivo de liberación del sufrimiento.</div>
<div style="text-align: justify;">
Ahora, si en nuestra contemplación seguimos desgranando las palabras de Buda a Bahiya, todavía podemos encontrar significados más sutiles. Uno de ellos, desconcertante y profundamente revelador es descubrir que más allá de estas experiencias de ver, oír, sentir, pensar y demás, <span style="color: maroon;">no hay nada que exista por sí mismo; no hay objetos aislados e independientes, ni cosas ni fenómenos que tengan una realidad separada. </span>Sólo hay este sentir, no hay nada aquí ni allí. Las cosas, los fenómenos se originan dependiendo unos de otros. Los objetos, las personas, los fenómenos que conocemos sólo son el percibir y más allá de esto no se encuentra ninguna realidad objetiva.</div>
<div style="text-align: justify;">
La verdadera sabiduría empieza cuando no encontramos nada ahí, separado de la experiencia o del conocimiento de ello. El objeto es una experiencia y no hay nada más que la experiencia. No hay un objeto ahí y luego, ese objeto se ve o se toca, o se piensa. Solo hay una experiencia que surge aquí.</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: maroon;">Hay experimentar, pero no hay objetos ni nadie que experimenta.</span> La sensación de un mundo externo y alguien que lo percibe, viene de ciertas ideas que se producen en la mente. Ideas que parece que apuntan a algo objetivamente real y que nunca son cuestionadas. Parece que las ideas se refieren a cosas que existen independientes de ellas. Como si las cosas pudiesen existir sin necesidad de pensamientos y conceptos.</div>
<div style="text-align: justify;">
El asunto es que no hay motivo para cuestionarlo, pues nos sirve para funcionar en la vida, para obtener lo que necesitamos, para sentirnos seguros, para relacionarnos, etc., esencialmente para sobrevivir.</div>
<div style="text-align: justify;">
Ahora bien, tras la indagación lúcida y directa de lo que hay aquí, se desvela que <span style="color: maroon;">nada existe sin la mente como condición;</span> las cosas, las personas, el yo, son fenómenos que requieren de conceptos y procesos mentales para existir. Por consiguiente, nada existe por sí mismo. Todo está vacío de existencia propia. Aprehender esto es liberación.</div>
<div style="text-align: justify;">
Pero es preciso tener cuidado, sin la investigación correcta podemos llegar a la conclusión errónea de que no existe nada. Por el contrario, <span style="color: maroon;">la sabiduría no dice que no hay nada.</span> Cuando llegamos a la sabiduría encontramos que las cosas, los fenómenos, el mundo, las personas, el yo, ni existen ni dejan de existir. Sólo son convenciones para manejarnos en la vida. La realidad final es inefable, inconcebible, inaprensible y sutil. Y, sin embargo, no hay nada más cerca ni más íntimo en este instante.</div>
<span style="text-align: justify;">Evidentemente aprehender todo esto requiere una gran lucidez y claridad. Necesitamos parar y contemplar de un modo directo e inmediato lo que hay aquí. Es esencial dejar de buscar todo tipo de experiencias, dejar de seguir llevándonos de conceptos e ideas, y ponernos a mirar con honestidad el momento presente, lo que vemos, sentimos, pensamos y demás. Solo así encontraremos el camino a la sabiduría que libera de las insatisfacciones e incertidumbres de la vida.</span><br />
<br />
<img src="https://signatures.mylivesignature.com/54490/199/ED1E1F06E09811ECD7338046C73B9E2B.png" style="background-color: transparent; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; border: 0px !important;" /></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7699186960057034516.post-18260314097653465772018-04-02T18:29:00.000+02:002018-04-02T18:31:17.923+02:00Apuntando Sabiduría<div style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiFfyn8GA4VtznHf6kCqhVMEG0qytnkajylTttFi7kEiosvYSv9AcJv-U5NPTvyw7dmYpMKDg8hY3WhLyWuMJiMunhtGXis8ytLf3uuPvsoBcGUYF24xOhobk93bhvKnGXTRDp5zAxq9KRg/s1600/mirar-almar.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="799" data-original-width="1600" height="99" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiFfyn8GA4VtznHf6kCqhVMEG0qytnkajylTttFi7kEiosvYSv9AcJv-U5NPTvyw7dmYpMKDg8hY3WhLyWuMJiMunhtGXis8ytLf3uuPvsoBcGUYF24xOhobk93bhvKnGXTRDp5zAxq9KRg/s200/mirar-almar.jpg" width="200" /></a></div>
Por una parte, entendemos que experimentamos el mundo y las cosas de un modo subjetivo. Todo lo que vivimos está condicionado por nuestra manera de percibir y entender el mundo. Nuestra percepción está condicionada y deformada por interpretaciones, significados, recuerdos, comparaciones y demás.</div>
<div style="text-align: justify;">
Esto nos da el conocimiento de que todo es relativo.</div>
<div style="padding-left: 60px; text-align: justify;">
<span style="color: maroon;"><em>[MEDITACIÓN: </em></span></div>
<div style="padding-left: 60px; text-align: justify;">
<span style="color: maroon;"><em>Detente un momento y observa cualquier objeto que tengas a la vista. Investiga hasta qué punto tu experiencia del objeto está condicionada por tus pensamientos y conceptos, por tu estado emocional, expectativas y demás]</em></span></div>
<div style="text-align: justify;">
Pero esto todavía no es sabiduría, porque aún seguimos creyendo que el mundo y las cosas existen. Sentimos que están ahí, aunque sepamos que las moldeamos según nuestros pensamientos.</div>
<div style="text-align: justify;">
La verdadera sabiduría empieza cuando no encontramos nada ahí, separado de la experiencia o del conocimiento de ello.</div>
<div style="text-align: justify;">
Los objetos son experiencias, no hay nada más que experiencias. No hay un objeto ahí y luego, eso se ve o se toca, o se piensa en ello. Solo hay una experiencia que surge aquí. Por ejemplo, hay ver, hay tocar, hay pensar, etc.; y decimos que hay ver una taza, tocar una taza y pensar en una taza, etc. Pero eso no implica que haya una taza que se vea, se toque o en la que se pueda pensar.</div>
<div style="text-align: justify;">
En el lenguaje convencional que usamos para entendernos, “ver una taza” significa que hay una taza ahí que puede verse. Pero cuando hay una lucidez, más allá de la experiencia visual no hay ninguna taza. Más allá de la experiencia táctil, no hay ningún objeto.</div>
<div style="text-align: justify;">
Además, la experiencia visual es la conciencia visual, la lucidez de lo visual. Esta conciencia es lo que sucede.</div>
<div style="text-align: justify;">
Así, puesto que tampoco hay nadie que ve el objeto, aquí sólo hay la experiencia, la lucidez.</div>
<div style="padding-left: 60px; text-align: justify;">
<span style="color: maroon;"><em>[MEDITACIÓN:</em></span></div>
<div style="padding-left: 60px; text-align: justify;">
<span style="color: maroon;"><em>Observa cualquier objeto a la vista, o toca cualquier cosa que tengas a mano. Al silenciar la mente y quedarse sin pensamientos, ¿cómo se experimenta el objeto? ¿Cuál es la experiencia directa cuando no hay conceptos?]</em></span></div>
<div style="padding-left: 60px; text-align: justify;">
<span style="color: maroon;"><em>[MEDITACIÓN:</em></span></div>
<div style="padding-left: 60px; text-align: justify;">
<span style="color: maroon;"><em>Observa el objeto. Al dejar los pensamientos aparte, ¿alguien experimenta el objeto?¿Hay sujeto y objeto?¿hay alguien que ve, toca, oye, etc.?</em></span></div>
<div style="text-align: justify;">
Por otro lado, si decimos que no hay taza, esta creencia de que no existe el objeto, es de nuevo una proyección mental; proviene de la tendencia a pensar de un modo dicotómico (es decir, sólo hay dos posibilidades que la taza exista o que no exista). La creencia implica una certeza y algo a lo que aferrarse. La creencia nos aleja de nuevo de lo que hay aquí.</div>
<div style="text-align: justify;">
Aquí sólo hay la experiencia, el experimentar, el saber. El pensamiento de que no hay taza, aparece como una realidad objetiva que existe de verdad. Esto es volver a la ignorancia, a una pérdida de sabiduría. Previamente la proyección era que los objetos existen por sí mismos, y ahora que los objetos no existen. Es la misma ignorancia.</div>
<div style="text-align: justify;">
Si el objetivo es desactivar el aferramiento, acabamos creando una nueva cosa a la que aferrarnos, esta vez es la vacuidad o la inexistencia del objeto. (Como es fácil deducir, las consecuencias pueden llegar a ser nefastas: nihilismo, pérdida de sentido, desesperanza, apatía, desilusión, decepción, etc.)</div>
<div style="text-align: justify;">
De modo, que no se trata de encontrar una nueva creencia ni de tener otra forma de pensar. La cuestión es apreciar lo que hay aquí, y la mente no sirve para saberlo.</div>
<div style="padding-left: 60px; text-align: justify;">
<span style="color: maroon;"><em>[MEDITACIÓN:</em></span></div>
<div style="padding-left: 60px; text-align: justify;">
<span style="color: maroon;"><em>Reconoce la experiencia, mira si estás cayendo en idea de que no hay nada. ¿puedes mantenerte en la perspectiva de que el objeto ni existe ni deja de existir?]</em></span></div>
<div style="text-align: justify;">
Recapitulando. Hay experimentar, pero no hay objetos ni nadie que experimenta. La sensación de un mundo externo y alguien que lo percibe, viene de ciertas ideas que se producen en la mente. Ideas que parece que apuntan a algo objetivamente real y que nunca son cuestionadas. Nos parece que nuestros pensamientos e imágenes se refieren a cosas que existen independientes de ellos. Como si las cosas existieran sin necesidad de pensamientos y conceptos.</div>
<div style="text-align: justify;">
Pensar así nos sirve para manejarnos en la vida, por esto no lo cuestionamos. Creer que el mundo y las personas existen sirve para obtener lo que necesitamos y relacionarnos. Tiene una función de supervivencia.</div>
<div style="text-align: justify;">
Ahora bien, tras la indagación lúcida y directa de lo que hay aquí, se desvela que nada existe sin la mente como condición; las cosas, las personas, el yo, son fenómenos que requieren de conceptos y procesos mentales para existir. Por consiguiente, nada existe por sí mismo. Todo está vacío de existencia propia.</div>
<div style="text-align: justify;">
Ahora bien, reconocer que sólo hay experimentar y darse cuenta, puede llevarnos a la conclusión de que sólo hay conciencia. Esto de nuevo, es volver al mundo de la mente. La conciencia como una entidad que existe por sí misma y es la fuente de todo lo que se experimenta es una idea lógica pero no es la verdad. Vuelve a ser una interpretación de lo que hay aquí. Sobre la experiencia directa e inmediata se superpone la idea de que la realidad última es la conciencia.</div>
<div style="text-align: justify;">
Aunque resulta muy atractiva la idea de que el trasfondo de todas las experiencias es la conciencia y todo surge de ella, lo cierto es que también es una proyección mental. Dicho de otro modo, no es nuestra experiencia directa e inmediata.</div>
<div style="padding-left: 60px; text-align: justify;">
<span style="color: maroon;"><em>[MEDITACIÓN:</em></span></div>
<div style="padding-left: 60px; text-align: justify;">
<span style="color: maroon;"><em>Observa cualquier objeto a la vista, o toca cualquier cosa que tengas a mano. Reconoce la conciencia de la experiencia. Ahora mira con la máxima lucidez que puedas, ¿la conciencia es algo? ¿Es una energía, un espacio? ¿Puedes reconocer que la conciencia sólo es una idea?]</em></span></div>
<div style="text-align: justify;">
En resumen, las cosas, los fenómenos, el mundo, las personas, el yo, ni existen ni dejan de existir. Sólo son convenciones para manejarnos en la vida. La realidad final es inefable, inconcebible, inaprensible y sutil. Y, sin embargo, no hay nada más cerca ni más íntimo en este instante.</div>
<div style="text-align: justify;">
Ver un objeto es percibir colores y formas, percibir colores y formas es darse cuenta de colores y formas. Pero darse cuenta no está aquí y los colores allí -como si hubiera un observador y algo observado- la conciencia es los colores y formas, sin ninguna dualidad ni separación.</div>
<div style="text-align: justify;">
Por ejemplo, ver una flor, es percibir colores y formas. No vemos una flor, la conciencia visual sólo percibe colores y formas. A partir de los colores percibidos la mente construye un objeto. Las impresiones mentales, los conceptos aprendidos, se usan para dar un significado a los colores y formas percibidos. La idea de flor aprendida y almacenada en la mente, y las experiencias previas con flores, dan pie a que estos colores y formas se vean como una flor. Pero no vemos una flor, sólo vemos colores y formas, y en la mente la imagen de una flor. La imagen mental, los colores y las formas se fusionan en una experiencia única y creemos que vemos una flor.</div>
<div style="padding-left: 60px; text-align: justify;">
<span style="color: maroon;"><em> [MEDITACIÓN:</em></span></div>
<div style="padding-left: 60px; text-align: justify;">
<span style="color: maroon;"><em>Observa cualquier objeto a la vista, escucha los sonidos o toca cualquier cosa. Sin pensamientos, ¿cómo se experimenta el objeto? ¿Puedes reconocer que la experiencia sólo está compuesta de colores, formas, sonidos, sensaciones táctiles y demás? Sin la mente que los construya, no hay objetos, sólo hay experiencias sensoriales.]</em></span></div>
<div style="text-align: justify;">
Por consiguiente, con la vista sólo se perciben colores y formas. Ahora bien, percibir no es otra cosa que darse cuenta. En el contexto de la experiencia, percibir, darse cuenta, lucidez, conciencia, etc. vienen a referirse a lo mismo. Así pues, no se percibe una flor sino que hay conciencia (darse cuenta) de colores y formas, o también, conciencia de la imagen mental de la flor. Sin embargo, al contrario de lo que solemos pensar, la conciencia no observa los colores y formas allí, a una cierta distancia de ella. La conciencia, el percibir, es inseparable de los colores y formas. La conciencia es la naturaleza de esos colores y formas. Dicho una vez más, los colores y formas que acabamos “viendo” como una flor son la conciencia misma que los percibe, sin ninguna distancia ni separación.</div>
<div style="text-align: justify;">
Ahora bien, esta conciencia no tiene ninguna entidad ni existencia propia. Es una forma de hablar para comunicar algo inexpresable. No solamente no hay flor ni colores, ni formas; tampoco hay conciencia ni percibir, ni darse cuenta. La liberación definitiva del dolor es soltar y rendirse como consecuencia de saber que no hay nada que pueda ser aferrado.</div>
<div style="padding-left: 60px; text-align: justify;">
<span style="color: maroon;"><em>[MEDITACIÓN:</em></span></div>
<div style="padding-left: 60px; text-align: justify;">
<span style="color: maroon;"><em>Observa cualquier objeto a la vista, escucha los sonidos o toca cualquier cosa. Sin pensamientos, sólo hay la conciencia de las experiencias. Observa, ¿dónde termina la conciencia y dónde empieza la experiencia? ¿Hay separación, hay distancia? ¿Son diferentes experiencia y conciencia?]</em></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<strong>Adenda</strong></div>
<div style="text-align: justify;">
Puede que al leer esto todo te resulte extraño y confuso, o que no estés de acuerdo con nada, o incluso que sientas irritación y enfado. Si es así, mi consejo personal es que tomes cartas en el asunto y te pongas a trabajar en el sendero de la Compasión con verdadero ahínco y determinación. Cultiva ecuanimidad, gratitud, regocijo, perdón, amor y compasión, hasta que sientas que estas prácticas te hayan transformado.</div>
<div style="text-align: justify;">
Por el contrario, si al leer esto experimentas que te resuena, le encuentras algún sentido o intuyes la verdad que señala, es imprescindible que sigas investigando, estudiando y meditando sobre ello. Evita convertir la enseñanza en una creencia. El lenguaje es limitado a la hora de transmitir lo inefable de la realidad, y da lugar a muchos malentendidos y conclusiones erróneas. Busca incansablemente maestros que te lo expliquen y haz de ello una práctica para toda la vida.</div>
<div style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;">
<img src="https://signatures.mylivesignature.com/54490/199/ED1E1F06E09811ECD7338046C73B9E2B.png" style="background-color: transparent; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; border: 0px !important;" /></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7699186960057034516.post-84388388332793201072017-07-20T13:06:00.001+02:002017-07-20T13:09:04.738+02:00Ante el miedo<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgaK8x2USc4SC4vT3jsqv8Ro4ZR71kOri69DQ8pTmA_fmQKwq3t9b8C7yqmjpqv9-opoY95au7-GzuoJgevaj9wUe7p5Es5RAyUKOpGaJfgGIBUCLHTOufz9GNCStMTVcU-Q6lLLgAF5Ltz/s1600/luzmiedo.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="450" data-original-width="1600" height="56" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgaK8x2USc4SC4vT3jsqv8Ro4ZR71kOri69DQ8pTmA_fmQKwq3t9b8C7yqmjpqv9-opoY95au7-GzuoJgevaj9wUe7p5Es5RAyUKOpGaJfgGIBUCLHTOufz9GNCStMTVcU-Q6lLLgAF5Ltz/s200/luzmiedo.jpg" width="200" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
Es inevitable sentir miedo. La vida está llena de inseguridades, imprevistos e incertidumbres. A menudo nos encontramos con situaciones que nos llevan a sentirnos indefensos y desamparados. En un mundo en que todo es efímero, cambiante e impredecible antes o después nos topamos con el miedo.</div>
<div style="text-align: justify;">
Aunque tengamos recursos para desentendernos de su presencia, no es raro que nos asalte y nos domine. Por miedo permitimos abusos y maltratos, nos limitamos, nos hacemos daño y destruimos lo que amamos, cometemos errores imperdonables y desperdiciamos la vida. Nos lleva a ir en contra de nosotros mismos y nos impide desplegar y manifestar lo mejor de nosotros mismos.</div>
<div style="text-align: justify;">
Múltiples experiencias señalan su presencia. La ansiedad, la depresión, las adicciones, las obsesiones, etc., en general los trastornos mentales, indican sentir algún tipo de amenaza y temor. Además, tenemos un profundo anhelo de sentirnos seguros y de creer que controlamos nuestras vidas; sin embargo, la realidad es que en la vida no hay seguridad ni podemos controlarlo todo, con lo cual una y otra vez nos topamos con el miedo. La vida es insegura por naturaleza; el esfuerzo por sentirnos a salvo nunca da resultados.</div>
<div style="text-align: justify;">
Ahora bien, también debemos reconocer que el miedo no es malo en sí mismo. Es una reacción emocional que nos ayuda a estar alerta ante lo que puede resultar dañino y nos permite anticipar respuestas para defendernos o escapar. Además, nos hace estar más despiertos y atender lo que nos rodea con más cuidado. Sirve para evitar accidentes y desgracias, y es útil para anticipar situaciones peligrosas. Todos los seres vivos estamos programados para sentirlo cuando percibimos peligro, y llega a formar parte de nuestro temperamento.</div>
<div style="text-align: justify;">
No obstante, puede distinguirse entre un miedo normal y saludable, y otro nocivo y dañino. Es una reacción normal cuando se activa en el momento apropiado y ante una situación peligrosa, y cuando se reduce hasta desvanecerse al finalizar la situación. Es normal cuando su intensidad es proporcional a la situación con que nos enfrentamos. Sentimos miedo sólo cuando percibimos o imaginamos algún peligro; por lo tanto, si no somos conscientes de un peligro podríamos no sentirlo en situaciones verdaderamente peligrosas.</div>
<div style="text-align: justify;">
El problema surge cuando tenemos miedo en situaciones inofensivas o inventadas, o ante la posibilidad o el recuerdo de un suceso que no está sucediendo. En tales casos, hablamos de un miedo nocivo. Experimentamos miedo porque las percibimos como peligrosas sin serlo. Es dañino cuando se activa con excesiva frecuencia y su intensidad no se corresponde con lo que está sucediendo; cuando es una reacción que se repite a menudo sin motivo aparente y perdura demasiado tiempo.<br />
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<b><span style="color: #cc0000;">Raíces del miedo</span></b></div>
<div style="text-align: justify;">
El origen del miedo radica en la misma sensación de yo. Sentirse alguien implica inevitablemente sentirlo. Aunque alguna persona afirme no sentir miedo, la realidad es que todos lo sentimos, la idea que tenemos de nosotros mismos conlleva la experiencia de miedo.</div>
<div style="text-align: justify;">
Como seres humanos dotados de cuerpo y mente, tenemos muchas necesidades y carencias. Por ejemplo, necesitamos comer, descansar y entornos saludables; necesitamos relaciones, comunicación, afecto y respeto; necesitamos una vida con sentido, libertad y creatividad. La presencia de necesidades implica el deseo de lograrlas y el miedo a no conseguirlas, y además cuando las obtenemos el temor a perderlas. Ahora bien, nuestra experiencia es que muchas veces nos vemos incapaces de conseguir lo que necesitamos, otras experimentamos la pérdida de lo que logramos, otras nos resulta inalcanzable, etc. De modo que siempre vivimos con un trasfondo de miedo e incertidumbre.</div>
<div style="text-align: justify;">
La misma experiencia de yo implica dos miedos fundamentales, a la vida y a la muerte. Por un lado al sentir la existencia tememos la muerte y desaparición; todos, en el fondo, sabemos que estamos indefensos ante la muerte y que podemos desaparecer en cualquier momento. Pensar verdaderamente en la muerte nos lleva a una experiencia de fragilidad y vulnerabilidad muy difícil de tolerar. De modo que la reacción más habitual es mantener la muerte como una idea lejana impersonal que les ocurre a los demás.</div>
<div style="text-align: justify;">
Por otro lado, somos conscientes de la complejidad de la vida, y lo difícil que resulta tener todo bajo control; de manera que nos resulta complicada e inmensa, y sentimos miedo de no llegar a conseguirlo. La vida nos exige constantemente soluciones y respuestas, nos plantea problemas inesperados, nos pone contra las cuerdas de la incertidumbre y la insatisfacción, nos trae fracasos, pérdidas y frustraciones. A menudo sentimos que no vamos a poder, y nos encojemos y paralizamos.</div>
<div style="text-align: justify;">
Tanto el miedo a la vida como el miedo a la muerte, se ve reflejado en nuestras decisiones y metas, en los objetivos que nos ponemos en la vida, en nuestra forma de relacionarnos y convivir. Nos hace buscar amparo en religiones, filosofías, ideologías políticas y visiones del mundo. Así que, no adoptamos nuestra religión, nuestras ideas políticas o nuestros valores porque hemos analizado la verdad que contienen sino porque tenemos miedo y nos dan seguridad.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<b><span style="color: #cc0000;">Manejar el miedo</span></b></div>
<div style="text-align: justify;">
Por consiguiente, queda claro que el miedo forma parte de la vida. Todos lo tenemos en nuestro interior; sin embargo, podemos aprender a manejarlo. En esto somos diferentes unos y otros, algunas personas saben instintivamente enfrentar sus miedos, mientras que otras se sienten sobrepasadas por ello, para unos es natural manejarlo y para otros es algo que hay que aprender.</div>
<div style="text-align: justify;">
Para abordar el miedo, el primer paso es reconocerlo. Con frecuencia, nos sentimos mal, inquietos y desconcertados pero no somos capaces de percatarnos de que detrás de todo eso hay mucho miedo. Es preciso darse cuenta y saber aceptar que se tiene miedo. Percibir el miedo, vivirlo en el cuerpo y reconocerse con miedo es el primer paso para sanarlo. Esto no es nada fácil, pues a menudo lo escondemos detrás de reacciones emocionales intensas como la ira o la tristeza.</div>
<div style="text-align: justify;">
Además es preciso indagar en nuestro interior e identificar a qué le tememos. Esto requiere una cierta capacidad de introspección. Sabemos que tenemos miedo pero es preciso saber a qué se debe. Hay muchas formas de miedo, desde el miedo a algún tipo de muerte hasta el miedo a la vida misma, pasando por el miedo a cometer errores, al rechazo, a no ser capaz, a la ira, al fracaso, al futuro, a la crítica, a los insectos, a la enfermedad, a los espacios abiertos, a las situaciones sociales, a volar en avión, a hablar en público, al abandono, a la locura, al futuro, al descontrol, etc. Conocer cuáles son nuestros miedos es el segundo paso.</div>
<div style="text-align: justify;">
Cuando reconocemos esto es de gran ayuda recordar que todo el mundo lo sentimos en situaciones poco familiares, y que es una respuesta normal. Para poder afrontarlo, necesitamos aceptar que cierta dosis de miedo es algo natural e incluso necesaria; debemos saber que temer y rechazar el miedo es un obstáculo para solucionarlo. Por consiguiente, el objetivo no es eliminarlo sino regularlo y reducir su exceso. Es importante abandonar los sentimientos de vergüenza, culpa o debilidad por sentir miedo. Tener miedo no nos hace inferiores, débiles o incapaces. Juzgarnos por sentirlo es otra manera de quedarnos atrapados en él. Es vital descubrir que el miedo no nos define, sentirlo no refleja nuestro ser. Aceptarnos con miedos e inseguridades es un paso fundamental.</div>
<div style="text-align: justify;">
La única manera de resolver el miedo es enfrentarlo. Un miedo puede desaparecer, pero hasta que no seamos plenamente conscientes de la experiencia no conseguiremos superarlo. Así, una de las estrategias más efectivas es familiarizarse con la experiencia de miedo y entrenarse en ciertas circunstancias controladas a sentirlo. Se trata de acercarse con perseverancia y continuidad a situaciones que producen un ligero miedo. No es necesario vivir en peligro, es suficiente enfrentarse a pequeños miedos y vivirlos conscientemente.</div>
<div style="text-align: justify;">
Ahora bien, no basta con exponerse a las situaciones, es esencial vivir la experiencia con la máxima lucidez. Esto es, cuando nos encontramos en una situación de temor, necesitamos poner plena conciencia en lo que estamos experimentando. Mirar con atención la experiencia corporal, emocional y mental. Debemos ser capaces de registrar minuciosamente nuestra experiencia, sin juicios ni interpretaciones, y saber qué significa sentir miedo, en el cuerpo y en la mente. Debemos evitar juzgarnos y apartar la culpa. El objetivo es verlo, conocerlo y descubrir que podemos convivir con él.</div>
<div style="text-align: justify;">
El entrenamiento en meditación es muy útil para esto. La lucidez que desarrollamos nos lleva descubrir que la experiencia de miedo, aunque muy desagradable y amarga, es pasajera y temporal. Con sólo observarla un tiempo, el mal trago siempre se pasa.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #cc0000;"><b>MEDITACIÓN</b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
Modificar la mente es una de las cosas más importante que se aprenden de la meditación. Mediante una práctica sincera y continuada descubrimos que tenemos recursos para afrontar el miedo y que vamos a ser capaces de atravesarlo. Además abandonamos las ideas rígidas y exageradas sobre los problemas y peligros que puedan surgir. La meditación nos da confianza para ser capaces de vivir con serenidad las situaciones de inseguridad e incertidumbre. Sabemos que podremos reaccionar bien, con inteligencia y claridad. Si nos planteamos un objetivo realista, no esperamos acabar con los miedos sino vivirlos con aceptación, humildad, lucidez y compasión.</div>
<div style="text-align: justify;">
La manera más útil de manejar el miedo es mirarlo y vivirlo con la máxima conciencia; se trata de llegar a sentirlo como una experiencia más de la vida. Muchos miedos se empiezan a resolver haciendo meditación pero meditar es una preparación para dar el paso definitivo de vivir el miedo en una situación dada. Cuando tenemos miedo a algo muy concreto lo mejor es enfrentarse a ello; sin embargo, no siempre tenemos la fuerza mental para hacerlo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<b><span style="color: #cc0000;">Claves para meditar en el miedo</span></b></div>
<div style="text-align: justify;">
1. Conciencia lúcida. Lo que más nos protege es la conciencia, es nuestra verdadera salvaguardia. Cuando percibimos el miedo y sabemos que está ahí, surge la posibilidad de que encontrar otras dimensiones más libres.</div>
<div style="text-align: justify;">
2. La experiencia corporal. Ser testigo del sentimiento en el cuerpo. Sea como sea que lo sentimos, si hay temblor, agitación o malestar, permanecemos en la sensación de miedo.</div>
<div style="text-align: justify;">
3. Capacidad de abrirse al dolor del miedo. Dejar de resistirse, evitar esperar sentir algo distinto, evitar juzgarse, sentirse culpable o avergonzarse. Permanecer presente con el miedo.</div>
<div style="text-align: justify;">
4. Sustentar en el corazón el sentimiento y las sensaciones corporales que le acompañan, con suavidad y amabilidad. Descansar la atención en el aliento conforme se eleva y desciende. La respiración acompaña la conciencia de la emoción y la sensación corporal. Pueden dejarse las palmas de las manos sobre el corazón, y en caso de que el miedo sea muy intenso, hacerlo caminando. Se trata de descubrir la impermanencia, el cambio constante y entenderlo de otro modo.</div>
<div style="text-align: justify;">
5. Darse compasión, ser amable con uno mismo. Tratarse con bondad y aprecio, entendiendo que el miedo no define lo que somos. Dejar que la conciencia de compasión acoja el miedo en nosotros y lo sane.</div>
<div style="text-align: justify;">
6. Paciencia, en el sentido de contentamiento con la experiencia. En lugar de rechazo, huida o aversión, buscamos modificar la relación con el miedo. No tratamos de hacer que se vaya sino de vivirlo con la máxima lucidez que seamos capaces de invocar. Descubrimos que la anticipación, la aversión o el deseo de controlarlo son las causas reales de sufrimiento, y no el miedo mismo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<b><br /></b></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #cc0000;"><b>Meditación: Atención plena</b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
Una forma de meditar en el miedo es tratar de experimentarlo con plena atención. Para ello, cuando nos sentamos, traemos la situación que nos da miedo y tratamos de vivirla con la máxima intensidad y claridad de que seamos capaces. Ante la experiencia de miedo observamos lo que nos sucede. Veremos ciertas sensaciones corporales, reacciones emocionales, pensamientos, imágenes, etc. Observamos todo lo que pasa en el cuerpo y la mente como descubriendo qué significa realmente sentir miedo. Se trata de contemplar con curiosidad evitando rechazar la experiencia.</div>
<div style="text-align: justify;">
Notaremos numerosas resistencias internas a sentir miedo, así como el deseo a que la meditación sirva para que desaparezca. Pero buscamos mantener una actitud impecable de curiosidad, ignorando cualquier interferencia en la experiencia de miedo.</div>
<div style="text-align: justify;">
La meditación consiste en mirar con imparcialidad y aceptación la incomodad, el desagrado, la necesidad de sentirnos seguros, la culpa, la vergüenza, etc. Respiración a respiración buscamos la manera de abrir un espacio interno para acoger el miedo. Queremos dejar de oprimirlo y rechazarlo; queremos encontrar una relación nueva con el miedo.</div>
<div style="text-align: justify;">
Aquí es preciso confiar plenamente en la práctica de meditación, confiar en el poder de la conciencia y en uno mismo. El efecto de hacer esto es que empezamos a reconocer que el miedo no nos invade totalmente. Es decir, sólo ocupa una parte en nuestro interior. Al principio parece que estamos poseídos por la experiencia de miedo, pero conforme lo observamos y profundizamos en nuestro interior, descubrimos algo más allá del miedo. Es similar a una nube flotando en el cielo. En nuestro espacio interno flota el miedo como una experiencia más; desagradable e incómoda pero tan solo una experiencia más.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #cc0000;"><b>Meditación: El amor y la compasión</b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
En muchos casos, una estrategia más potente para trascender el miedo es meditar en amor y compasión. Aquí lo que hacemos es envolvernos y llenarnos de en un profundo sentimiento de amor, compasión, gratitud y perdón. La presencia del amor en nuestro interior desplaza y disuelve la experiencia de miedo.</div>
<div style="text-align: justify;">
También en esta práctica, lo primero es hacernos conscientes del miedo, permitirnos sentirlo y evitar cualquier rechazo o huida. Dejamos que la experiencia se mantenga y empezamos a sentir amor. Podemos empezar recordando a una persona que nos sea muy querida y dejamos que el pensamiento de ella nos sirva para despertar amor. Luego, dejamos que el amor crezca hacia otros seres queridos y hacia nosotros mismos. Dejamos que el amor nos invada y nos envuelva. De modo que sentimos miedo pero estamos envueltos de amor.</div>
<div style="text-align: justify;">
Podemos expandir el amor a todas las personas que tienen miedo como nosotros y dejar que ese amor penetre por todo nuestro cuerpo. Tenemos que darnos el tiempo suficiente para sentir el amor ocupando el cuerpo. Finalmente, se trata de sostener la experiencia y dejar que el amor ejerza su efecto sobre el miedo.</div>
<div style="text-align: justify;">
La misma práctica puede hacerse invocando la compasión, la gratitud o el perdón. El estado final es vislumbrar la claridad interna donde flota el miedo. Un espacio en donde hay paz y seguridad. Ver el miedo desde esta perspectiva nos libera de él y nos reconcilia con nuestro ser más profundo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #cc0000;"><b><br /></b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #cc0000;"><b>Meditación: La Naturaleza Primordial</b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
Finalmente se trata de encontrar en nuestro interior algún lugar donde nunca hay miedo. Como veíamos el miedo forma parte de la vida, sin embargo, en nuestra esencia primordial no hay nada que temer. El miedo es un estado mental, una formación en el espacio de la mente, pero más allá de la mente, fuera de los confines de conceptos, ideas e interpretaciones, no hay miedo. Esto es lo que queremos desvelar en la meditación.</div>
<div style="text-align: justify;">
Una vez hecho consciente el miedo y tras dejarlo sentir, nos quedamos unos instantes contemplando la experiencia. Debemos ser capaces de estar en paz con el miedo, con lo desagradable y doloroso de sentir miedo. Para ello, entramos en un proceso de aceptación cada vez más profundo. Aquí debemos ir más allá de nosotros mismos, de modo que aunque nos parezca sentir que aceptamos el miedo queremos ir más profundo y alcanzar un grado de aceptación como nunca lo hemos hecho.</div>
<div style="text-align: justify;">
Ahora, en este proceso sin fin de aceptación, empezamos a contemplar quién o qué, percibe que hay miedo. Empezamos a hacer presente la conciencia de miedo. La lucidez inaprensible y abierta que conoce el miedo. Momento a momento, permitimos que se haga más presente esta conciencia.</div>
<div style="text-align: justify;">
En el proceso descubrimos la relevancia de la conciencia. La importancia inequívoca y crucial del espacio abierto de la conciencia. En esta lucidez, vacía e impersonal, no hay miedo, hay silencio y serenidad, hay vida y claridad. En contraposición el miedo se torna irrelevante, efímero e ilusorio.</div>
<div style="text-align: justify;">
Descansando en la conciencia vacía e intangible, encontramos donde nunca llega el miedo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #cc0000;"><b>Un apunte final</b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
Al hacer cualquiera de estas meditaciones queremos que tengan la máxima eficacia y poder. Las motivaciones de autoprotección producen efectos limitados y temporales; por ello es de suma importancia abrir y cerrar la meditación con una dedicación positiva:</div>
<div style="text-align: justify;">
Que gracias a esta meditación todos los seres sepan vivir sin miedo.</div>
<div style="text-align: justify;">
Que todos los seres despierten naturaleza esencial más allá del miedo.</div>
<div style="text-align: justify;">
Que tenga la sabiduría y compasión necesarias para ayudar a los demás a trascender sus miedos.</div>
<div style="text-align: justify;">
Una meditación sobre el miedo</div>
<div style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;">
<img src="http://signatures.mylivesignature.com/54490/199/ED1E1F06E09811ECD7338046C73B9E2B.png" style="background-color: transparent; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; border: 0px !important;" /></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7699186960057034516.post-48557424495797316962017-07-20T11:46:00.000+02:002017-07-20T13:08:09.525+02:00<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
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<div style="text-align: center;">
<span style="color: #cc0000;"><br /></span></div>
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<span style="color: #cc0000;">AVISO IMPORTANTE</span></div>
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<div style="text-align: center;">
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<div style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;">
</div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7699186960057034516.post-39891303308749108092016-12-16T11:30:00.000+01:002016-12-16T11:30:12.302+01:00<br />
<a href="http://www.escuelademeditacion.com/gestion-emocional/" target="_blank">NUEVA ENTRADA: GESTIÓN EMOCIONAL</a><br />
<div style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;">
<img src="http://signatures.mylivesignature.com/54490/199/ED1E1F06E09811ECD7338046C73B9E2B.png" style="background-color: transparent; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; border: 0px !important;" /></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7699186960057034516.post-85321939369022364902016-06-08T00:19:00.000+02:002016-06-08T00:19:30.479+02:0030 minutos<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQXyjSa_Hi_1h5ekcT3zbV0We_sxDVPGHU8mTNLBV87hVV0cWnDidiscl9BnbNBkLNXfWWY6RV-U9sV-2cIQbUCUN9s_NZWYqwGKSsHipEvIHk_yhErEBIGdf1v9k2O8WtLOR0UKPynk7Y/s1600/tiempo.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="204" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQXyjSa_Hi_1h5ekcT3zbV0We_sxDVPGHU8mTNLBV87hVV0cWnDidiscl9BnbNBkLNXfWWY6RV-U9sV-2cIQbUCUN9s_NZWYqwGKSsHipEvIHk_yhErEBIGdf1v9k2O8WtLOR0UKPynk7Y/s320/tiempo.jpg" width="320" /></a></div>
Podría llegarte la muerte ahora.<br />
Si en este preciso instante sucediera. Si empezaras a notar los síntomas de estar muriendo, la pérdida de vitalidad, la consumación de los sentidos, la espesura mental, la absoluta fragilidad, la desprotección, la vulnerabilidad...<br />
De pronto te darías cuenta de que no tienes más tiempo,<br />
verías que ya no tienes futuro,<br />
que muchos planes y proyectos se quedarán por hacer,<br />
que te vas a separar de todos tus amigos y relaciones.<br />
Que vas a dejar atrás todo lo que conoces.<br />
Que se agota tu tiempo.<br />
Que paso a paso, con cada respiración, se acerca tu último aliento.<br />
<span style="color: #cc0000;">Y si en ese preciso instante en que vieras que ya no te queda tiempo, te ofrecieran treinta minutos más, solo treinta minutos, lo darías todo.</span><br />
Por comprar esos minutos entregarías todo lo que tienes,<br />
absolutamente todo lo que posees por unos pocos minutos.<br />
Aunque solo fueran treinta minutos.<br />
<br />
Ahora, date cuenta de que no estás muriendo, de que estás vivo, de que tienes tus treinta minutos y muchos más.<br />
De modo que vive, disfruta, sé feliz,<span style="color: #cc0000;"> aprovecha la vida, aprovecha el día.</span><br />
<span style="color: #cc0000;">Deshecha lo que alimenta el ego, vive la compasión, encarna tu verdadero ser. </span><br />
<br />
Porque aunque todavía no te haya ocurrido, a ti también la muerte te está esperando.<br />
Y aunque te pueda parecer que aún queda tiempo, la cuenta atrás está en marcha.<br />
<div style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;">
<img src="http://signatures.mylivesignature.com/54490/199/ED1E1F06E09811ECD7338046C73B9E2B.png" style="background-color: transparent; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; border: 0px !important;" /></div>
Unknownnoreply@blogger.com9tag:blogger.com,1999:blog-7699186960057034516.post-62250749818834361772016-05-09T18:48:00.000+02:002016-05-10T11:02:43.295+02:00Más allá de Mindfulness<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjz4495w4lfFTml7l-tY9x40SBF7fpQMfk4IGFkw7OX5Z9YXMrQ2EztEOmguJiDQ4_xYfysO_AFyW_ZMaWwnxoaAbUW3rDYCPloaBnFRoZS9-hb4lLp6VIi5fTu60poBfymF-IJfZ1unCE7/s1600/awaken.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="220" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjz4495w4lfFTml7l-tY9x40SBF7fpQMfk4IGFkw7OX5Z9YXMrQ2EztEOmguJiDQ4_xYfysO_AFyW_ZMaWwnxoaAbUW3rDYCPloaBnFRoZS9-hb4lLp6VIi5fTu60poBfymF-IJfZ1unCE7/s320/awaken.jpg" width="320" /></a><br />
<div style="text-align: right;">
<i><span style="color: #cc0000;">No pongas límites a lo que puedes lograr</span></i></div>
<div style="text-align: right;">
<i><span style="color: #cc0000;">No importa cómo haya ido tu vida hasta ahora</span></i></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="color: #990000;">Lama Thubten Yeshe (1935-1984)</span></div>
<div style="text-align: right;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
La práctica de la Atención Plena o Mindfulness es extraordinaria. Avalada por cada vez más estudios controlados, se está viendo que no en vano ha perdurado más de 2500 años. Entre sus más importantes beneficios señalaría que, por una parte tiene el efecto de cesar la creación de sufrimiento y por otra, sirve de plataforma para la indagación hacia nuestra naturaleza primordial.<br />
<a name='more'></a></div>
<div style="text-align: justify;">
La cuestión es que no solo la vida tiene sus dificultades y retos, sino que además<span style="color: #cc0000;"> nosotros mismos la hacemos más complicada con nuestras reacciones emocionales, interpretaciones y engaños</span>. Así, la Atención Plena es especialmente efectiva en atajar el sufrimiento innecesario que producimos nosotros mismos. Por otra parte, la idea de que somos individuos con ciertas posesiones, capacidades, experiencias y percepciones es una limitación incongruente con lo que realmente somos. <span style="color: #cc0000;">El grado de plenitud que logramos depende conocer nuestra naturaleza primordial</span>, y la práctica de la Atención Plena crea las condiciones idóneas para iniciar el proceso en que se desvela la verdad.</div>
<div style="text-align: justify;">
Sin embargo… eso no es todo.</div>
<div style="text-align: justify;">
Hay mucho más. La vida también es evolucionar, crecer y desarrollarse. Algunas personas no nos conformamos con el fin del sufrimiento o el vislumbre de la conciencia primordial. Para muchos el asunto es <span style="color: #cc0000;">encarnar lo mejor de uno mismo</span>, personificar la posibilidad más evolucionada. Alcanzar la versión de nosotros mismos más plena y despierta. </div>
<div style="text-align: justify;">
La enseñanza budista afirma que todos los seres y fenómenos somos expresiones de lucidez y claridad. Dicho de otro modo, la naturaleza primordial de todo lo que existe es conciencia y vacuidad. Podríamos decir, por tanto, que cada uno de nosotros es una versión diferente de esta realidad esencial. En base a esto desde una perspectiva bastaría con conocer nuestra realidad esencial para así trascender. Desde otro enfoque, <span style="color: #cc0000;">aunque somos expresiones ilusorias de lo primordial, estas expresiones pueden estar más o menos evolucionadas y buscaríamos la manifestación más elevada. </span>(Nótese que el primer enfoque coincide con la perspectiva Hinayana del budismo y con la tradición Advaita del hinduismo, entre otras; mientras que el segundo se corresponde con el enfoque Mahayana del budismo). </div>
<div style="text-align: justify;">
Así pues, después de dominar la Atención Plena todavía nos queda pendiente, por un lado el vislumbre e integración de la naturaleza primordial y por otro, propiciar la expresión más elevada de esta naturaleza primordial. </div>
<div style="text-align: justify;">
Lo primero ha sido expuesto en diversos artículos previos, y será tratado de nuevo en otro momento. En cuanto a lo segundo, un abordaje especialmente objetivo es analizar el nivel evolutivo de las personas en el mundo. Es decir, solemos creer que hay sabios e iluminados porque lo dice la tradición espiritual, incluso pensar que quienes están en posiciones de maestros forman parte de esa élite de seres elevados. Pero otro enfoque también interesante, y mucho más cercano, es estudiar a las personas que hoy en día vivimos en el planeta. </div>
<div style="text-align: justify;">
En las últimas décadas, algunos investigadores de las ciencias humanas se han cuestionado si los adultos también evolucionamos a lo largo de la vida. Es decir, si al igual que encontramos un desarrollo en la infancia puede hablarse de un desarrollo en los adultos. Como era de esperar sus estudios encuentran que el planeta está poblado por individuos que se hallan en distintas etapas de evolución. Los sondeos indican que las personas no dejamos de evolucionar cuando llegamos a la adolescencia sino que el proceso continua y pasamos a lo largo de la vida por diferentes fases. No obstante, también se señala que es poco frecuente encontrar personas que llegan a las etapas más evolucionadas. </div>
<div style="text-align: justify;">
Hay varios modelos diferentes, en los que no voy a entrar en este artículo. Sin embargo, encontramos que todos los estudios coinciden en señalar que <span style="color: #cc0000;">las personas partimos de estados egocéntricos a estados más altruistas</span>. Podríamos decir, en nuestros términos, que lo que señala la evolución de las personas es el grado de compasión que encarnamos.</div>
<div style="text-align: justify;">
Un modelo muy esquemático puede servirnos para tener una primera idea de lo que estamos hablando. En síntesis, <span style="color: #cc0000;">pasamos por las etapas de egoísmo, dependencia, independencia e interdependencia.</span> (No olvidemos que cada una de estas, en realidad contiene varias etapas de desarrollo). Es decir, la sensación de identidad, (que siempre es una ilusión o una expresión de la naturaleza primordial) funciona en la vida, en las relaciones, en el trabajo, en lo social, etc. de diferentes maneras según la manifestación sea más o menos evolucionada. </div>
<div style="text-align: justify;">
Todos empezamos siendo muy egoístas. Los niños son egoístas, solo piensan en sí mismos y sólo se ven a sí mismos. En esta fase, sólo nos movemos por impulsos emocionales y reacciones automáticas a nuestras sensaciones, ideas y experiencias. Luego, en una segunda fase, empezamos a abrirnos a los demás y establecer lazos afectivos y lealtades. El servicio a los demás está mediado por compromisos y normas de lo que es correcto. Aquí sacrificamos nuestros impulsos como consecuencia de valorar la solidaridad y los vínculos con otras personas. Nos apoyamos en los demás y encontramos amparo en las personas que nos dan seguridad. Una tercera etapa, que incluye a las anteriores, empieza cuando empezamos a sostenernos por nosotros mismos y tener criterios propios. Empezamos a saber lo que queremos independientemente de lo que diga la sociedad. Somos capaces de seguir nuestro destino sin rendir cuentas a los demás y al mismo tiempo seguir siendo respetuosos y leales con los compromisos y vínculos adquiridos. Aquí somos capaces de apreciar y respetar a las personas que son diferentes a nosotros. Hay un servicio a los demás que emerge de la propia convicción de que es algo importante y lleno de sentido. La última etapa, más evolucionada, tiene que ver con reconocerse una creación impersonal sin realidad intrínseca, viene de la comprensión de que uno es interdependiente con el entorno. Hay una relación mucho más directa con la experiencia, uno se ve como alguien que forma parte de una realidad más amplia que le construye. Los conflictos de la vida son vistos como oportunidades para evolucionar más. Cuando se llega a esta etapa es el momento en que puede asimilarse la paradoja de que siendo todo una manifestación ilusoria de la conciencia es importante evolucionar como manifestación. Aquí, aportar lo más posible a los demás surge de un modo espontáneo, como la forma más coherente de vivir. </div>
<div style="text-align: justify;">
Los estudios afirman que en el planeta sólo se hallan en la última etapa entre el 1% y el 7 % de los adultos, el resto se encuentra en los estadios inferiores. Por algún motivo, la mayoría de las personas se quedan estancadas en la etapa de dependencia o en la de independencia. Visto esto, lo que nos planteamos es avanzar hacia la etapa más desarrollada. Aunque todo sea vacuidad y conciencia, las expresiones de esta realidad fundamental tienen un peso. El individuo es una ilusión pero la conciencia primordial es el individuo. No es lo mismo ser egoísta que compasivo. No es lo mismo, aunque todo sea una ilusión. </div>
<div style="text-align: justify;">
Como decía el gran maestro <span style="color: #cc0000;">Shantideva</span>, que demostró haber alcanzado los estados de máxima evolución: <i><span style="color: #cc0000;">Mientras siga existiendo el espacio, mientras sigan existiendo seres, que hasta entonces siga yo existiendo y elimine el dolor de los seres</span></i>. </div>
<div style="text-align: justify;">
La medida de lo evolucionados que estamos la encontramos en la compasión. Nuestra forma de percibir, relacionarnos y experimentar a los demás determina nuestro punto de desarrollo. Lo fácil y natural que nos resulta el amor y la compasión, indica si somos una expresión más o menos evolucionada de la claridad y lucidez. Por consiguiente, <span style="color: #cc0000;">una de las mejores maneras de desarrollarnos es cultivar la apertura a los demás</span>, aprender a ponernos en su piel, desarrollar la capacidad de vernos en ellos, y reparar en que cada persona es al fin y al cabo una versión diferente de uno mismo. </div>
<div>
<br /></div>
<div style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;">
<img src="http://signatures.mylivesignature.com/54490/199/ED1E1F06E09811ECD7338046C73B9E2B.png" style="background-color: transparent; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; border: 0px !important;" /></div>
Unknownnoreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-7699186960057034516.post-89151019075138254662015-12-15T11:52:00.001+01:002016-05-10T11:03:44.907+02:00Conocer lo Primordial<div style="text-align: justify;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiaHbODGItLUo3bsmqV0BPcSCsff5mjzezk5sD0IigmbOGc9Kx4_staL5-XfW8t5BUwX-OmMVmMI_iDDbRcXmZ0b1gllXZnangJaEk0lE2II7H8uyPsFYlU2JOfE72jQ5kTE-v8jIfA9oxz/s1600/infinity.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiaHbODGItLUo3bsmqV0BPcSCsff5mjzezk5sD0IigmbOGc9Kx4_staL5-XfW8t5BUwX-OmMVmMI_iDDbRcXmZ0b1gllXZnangJaEk0lE2II7H8uyPsFYlU2JOfE72jQ5kTE-v8jIfA9oxz/s200/infinity.jpg" width="200" /></a>Esta Naturaleza Primordial es la esencia de todo lo que existe, es lo que somos y lo que son todos los objetos con los que nos relacionamos. Es aquello de lo que todo está formado. No puede expresarse ni definirse. Cualquier concepto acerca de ella solo lleva a la confusión y nos conduce a distraernos de ella. No debería hablarse de ella pero evitar hacerlo es emplazarla en lo inexistente. De modo que no tenemos más remedio que expresarla a sabiendas de lo inoportuno de mencionarla.</div>
<a name='more'></a><br />
<div style="text-align: justify;">
Al decir esto es habitual creer que se trata de algo profundo e inalcanzable, y que requiere poseer unas cualidades extraordinarias para conocerla. Esta es la limitación de la mente, nos lleva a extraer conclusiones sin base alguna. La cuestión es que<span style="color: #cc0000;"> </span>lo inexpresable no implica imposible ni oculto.</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #cc0000;">Lo paradójico de esta Naturaleza esencial es que está a la vista de cualquiera.</span> Se encuentra al alcance de todos. Es lo primordial en las vivencias que tenemos, en cada persona con la que nos encontramos y en cada objeto que usamos. Está presente en cada experiencia y pasa desapercibida.</div>
<div style="text-align: justify;">
La dificultad de apreciarla viene de la mente. Los pensamientos, ideas, conceptos y demás procesos mentales envuelven las experiencias de una fina capa de ilusión que nos impide ver la naturaleza real de las cosas. Todo está cubierto de velos de conceptos, nada se nos presenta desnudo. Para llegar a conocerlo el fenómeno previamente ha sido filtrado, procesado y etiquetado por la mente. Sin la intervención del pensamiento los objetos nos resultan ajenos, vacíos y despojados de significado. Pero es justamente la intrusión del pensamiento lo que imposibilita apreciar la verdad que contienen.</div>
<div style="text-align: justify;">
Necesitamos la mente, necesitamos la capacidad de discriminar, clasificar, denominar y definir las cosas. Necesitamos saber lo que es bueno y malo, distinguir entre lo correcto y lo incorrecto, diferenciar lo beneficioso de lo perjudicial, etc. Pero la misma utilidad de la mente contiene el engaño que hace imposible apreciar la naturaleza final de la existencia. <span style="color: #cc0000;">Los pensamientos velan la naturaleza de todo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Conocer la naturaleza primordial no modifica nada, pero lo cambia todo. Podría decirse que uno deja de sufrir pero lo que en realidad sucede es que el sufrimiento se vive de otro modo. Se dice que la persona que conoce esta verdad es más libre, aunque en realidad la persona condicionada deja de existir. A menudo lo expresamos diciendo que alcanzamos la plenitud pero siendo realistas lo que se abandona son las limitaciones y carencias del individuo. También oímos que se halla la serenidad pero lo cierto es que el ruido de ser persona se apaga. Otras veces se menciona que logramos vivir en paz pero lo que sucede es que la agitación mental deja de ser relevante. Se habla de lograr el nirvana, pero es el samsara lo que deja de parecer verdad.</div>
<div style="text-align: justify;">
No hay ningún motivo razonable para querer conocer la naturaleza primordial. Al final, lo único que nos mueve es una necesidad de verdad, el impulso irrefrenable por conocer la realidad, la urgencia a que nos somete la infelicidad que nos persigue.</div>
<div style="text-align: justify;">
El contacto ineludible con el sufrimiento, el anhelo de vivir de otro modo, la intuición de algo más auténtico, son factores de detonan la motivación de conocer lo primordial. </div>
<div style="text-align: justify;">
Es evidente que la gran mayoría no tiene ningún interés en conocer la realidad. Muchas personas no pueden captar ni intuir otra cosa que lo que se puede tocar. Para otros pensar en otra realidad es sinónimo de falta de control. Gran parte de la gente no tiene tiempo para detenerse. Hay quienes necesitan defender lo suyo y ver más allá resulta desconcertante. También hay los que hacen del más allá un buen negocio y hay quienes usan esto como excusa para negar toda trascendencia.</div>
<div style="text-align: justify;">
No es fácil que suceda, poca gente tiene la sensibilidad. Sólo algunos han sido tocados por esa gracia. La historia de la humanidad apenas cuenta con un reducido grupo de privilegiados. Pero, como antes decíamos no es porque sea difícil o profundo sino por el poder magnético de la mente. La mente nos atrapa y resulta contagiosa, las personas nos contagiamos unos a otros. Al final, ver más allá de la mente despierta suspicacias y resulta socialmente incorrecto.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
El Van Gogh de la meditación </div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #cc0000;">Los seres humanos admiramos la perfección, la buscamos y creemos en ella. </span>A veces en las artes parece alcanzarse. Ocasionalmente aparece un genio, alguien que se trasciende a sí mismo y su época, y realiza algo extraordinario. Ha habido grandes genios como Vincent Van Gogh, Johan Sebastian Bach, Leonardo Da Vinci, etc., y nos atrae ser como ellos. Por ejemplo, si nos dedicamos a la pintura anhelamos secretamente llegar a lo más alto, a ser una especie de Van Gogh, Picasso o quien sea. Anhelamos la perfección. Sin embargo, un día nos damos cuenta de que por mucho que lo intentemos la genialidad no está a nuestro alcance, por mucha disciplina, dedicación y esfuerzo que le dediquemos no depende de nosotros. Podemos dominar la técnica pero no podemos alcanzar la genialidad.Descubrimos que ser un Van Gogh es también un golpe de gracia, una predisposición innata que no podemos provocar.</div>
<div style="text-align: justify;">
En el camino espiritual nos sucede lo mismo. Queremos llegar a lo más elevado, <span style="color: #cc0000;">queremos ser el meditador perfecto</span>, el yogui perfecto, el buda perfecto. Meditamos, hacemos prácticas diversas y nos adiestramos con la esperanza de eliminar todos los defectos, acabar con los errores y convertirnos en individuos extraordinarios... Hasta que un día nos topamos con la cruda verdad de que la genialidad de Buda o de Lao Tse no está en nuestras manos. Puede que entonces nos desencantemos y lo dejemos todo o puede que sigamos en el camino con la esperanza de que algo cambie.</div>
<div style="text-align: justify;">
Lo que no entendemos, el gran error que mucha gente comete, incluso algunos que ejercen de maestros, es asimilar la perfección con la Naturaleza Primordial. Confundimos llegar a dominar una técnica y alcanzar unos estados mentales con el reconocimiento de lo esencial. Está demostrado que a través de la meditación y los ejercicios espirituales se pueden alcanzar estados extraordinarios y pueden llegar a desarrollarse capacidades humanas insospechadas. Algunas personas bien dotadas, los genios del mundo espiritual, como un genio de la pintura o de la música, pueden realizar hazañas que muy pocas personas alcanzan. Ser un genio es el resultado de la confluencia de múltiples factores; nadie puede trabajarse para convertirse en uno y nadie lo elige. Sin embargo algunas personas lo son.</div>
<div style="text-align: justify;">
Ahora bien, esa genialidad, esas capacidades extraordinarias nada tienen que ver con nuestro ser esencial. Dicho claramente,<span style="color: #cc0000;"> no es preciso ser un meditadores perfectos para reconocer lo que somos</span>, no es preciso dominar las técnicas espirituales con absoluta precisión o vivir estados de conciencia extraordinarios para despertar a la naturaleza primordial.</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #cc0000;">Confundir estados espirituales con liberación ha sido uno de los errores más frecuentes</span> entre quienes se adentran en el camino interior. La creencia de que primero hay que perfeccionarse para luego descubrir lo esencial es otro de los obstáculos que nos impiden reconocer nuestro ser.</div>
<div style="text-align: justify;">
Lo que somos está a plena vista, en cada experiencia. Todo lo que sucede en este momento, lo que estamos viendo, oyendo, tocando, sintiendo, todo esto está mostrando nuestra esencia más profunda. Incluso este estado mental ordinario, lleno de pensamientos corrientes, imágenes y emociones está desvelando lo esencial. Si pensamos que necesitamos previamente alcanzar un estado elevado y perfecto, pasamos por alto lo que está sucediendo ahora y lo inconcebible pasa desapercibido. Este momento es una puerta a lo primordial, la única puerta, si lo ignoramos estamos perdiendo la oportunidad de encontrar la paz que buscamos.</div>
<div style="text-align: justify;">
Es magnifico que haya personas con cualidades extraordinarias que les permiten conocer estados sublimes y profundamente espirituales, como es estupendo que haya existido un Mozart o un Einstein. Pero es preciso acabar con este malentendido. La naturaleza primordial y la transcendencia del sufrimiento están al alcance de todos, no tenemos que ser genios ni alcanzar la perfección. Todos los estados, sentimientos y percepciones forman parte de la verdad que somos, la perfección y la imperfección, lo bueno y lo malo, el mundo espiritual y el mundo material son todo diferentes versiones de lo primordial. <span style="color: #cc0000;">No necesitamos ser especiales ni superdotados para despertar del sueño mental en que estamos inmersos.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
Muchas personas buscan la perfección y estados sublimes. Algunos lo logran aunque la mayoría sólo alcanzan a dominar las técnicas con precisión. No hay nada malo en ello. Pero nada tiene que ver con la transcendencia del sufrimiento y el logro de la plenitud. Ser plenamente humano, vivir la experiencia presente con la máxima lucidez, sea cual sea esta experiencia, es el camino a la naturaleza primordial.</div>
<div style="text-align: justify;">
Mucha gente dice que no le interesa la espiritualidad. Esta expresión solo viene de no comprender cómo son las cosas. Desde fuera, es decir, desde el razonamiento y la lógica, puede parecer verdad, pero cuando entramos en el proceso espiritual vemos que todo es espiritual, que <span style="color: #cc0000;">todas las personas somos profundamente espirituales</span>, que la condición humana no existe separada de lo transcendente. Lo espiritual no son los estados que algunas personas pueden cultivar y desarrollar, sino lo que verdaderamente somos, la conciencia ligada a la experiencia, la lucidez con que vivimos la cosas. Somos un trozo de vida; antes que individuos que interpretan roles y personajes somos la vida misma, cada uno una variación diferente de la misma sinfonía. </div>
<div style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;">
<img src="http://signatures.mylivesignature.com/54490/199/ED1E1F06E09811ECD7338046C73B9E2B.png" style="background-color: transparent; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; border: 0px !important;" /></div>
Unknownnoreply@blogger.com14tag:blogger.com,1999:blog-7699186960057034516.post-33773931417927534842015-10-23T12:33:00.002+02:002015-10-24T13:58:13.843+02:00Un paso más...<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjnfMnYRkxRqpeBArEb5L_1Mtl6hq2bZM34CZ0b0aMZpHAm6yDGFT9-NlrRaOuslPQ36mDm572stxlM0aNTBQDRoEmjhHSxy_ClgFUlkiXxA4Uj51ht8UTD-SDtGWpEvXk2LQYLvvGOnRVc/s1600/valores.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjnfMnYRkxRqpeBArEb5L_1Mtl6hq2bZM34CZ0b0aMZpHAm6yDGFT9-NlrRaOuslPQ36mDm572stxlM0aNTBQDRoEmjhHSxy_ClgFUlkiXxA4Uj51ht8UTD-SDtGWpEvXk2LQYLvvGOnRVc/s200/valores.jpg" width="198" /></a></div>
<div class="MsoTitle">
<span lang="ES"><span style="color: #cc0000;">Un paso más...<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES"><span style="color: #cc0000;">Encarnar los
valores de la Naturaleza Primordial</span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Si quieres saber cuál es tu grado
de evolución en el camino espiritual puedes verlo en tu forma de reaccionar al
dolor de la vida. Puedes comprobar si estás aprendiendo algo observando cómo
reaccionas a los momentos de inseguridad, miedo, incertidumbre, desamparo o
dependencia.<br />
<a name='more'></a></div>
<span lang="ES" style="text-align: justify;">Estamos viviendo una verdadera transformación
cuando l</span><span style="text-align: justify;">o importante de una experiencia difícil no es el sufrimiento que
sentimos sino cuánta compasión, humildad, gratitud, perdón, lucidez, amor, ecuanimidad
o conciencia somos capaces de </span><span lang="ES" style="text-align: justify;">personificar</span><span style="text-align: justify;">.
En un estado más despierto pasa a un segundo término el sufrimiento de la vida,
lo que nos interesa es si seremos capaces de vivir la experiencia con apertura,
humildad, lucidez o compasión.</span><br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="color: #cc0000;">Ninguna
experiencia de dolor es un impedimento para la compasión o el amor</span>, ninguna
mala situación es un obstáculo para soltar el ego, ningún problema difícil es una
traba para dejar de creer en las historias que la mente cuenta. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Cuando
practicamos meditación solemos tener vislumbres y aperturas sorprendentes. Es
fácil que surjan tendencias a buscarlas y esperar que se produzcan cada vez
más. Además, es muy común querer llegar a un estado en que ya no se pierden
nunca. Todo esto no son más que distracciones del verdadero progreso. En lugar
de ello, más<span lang="ES"> bien</span> trata de
esforzarnos por <o:p></o:p>ser consecuentes con lo percibido, de ser una expresión de lo vislumbrado.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="color: #cc0000;">El
camino no es acumular vislumbres ni llegar a un estado elevado en que estamos a
salvo de las dificultades de la vida. El camino es si puedo aplicar la
sabiduría y compasión que he percibido.</span> Es
preciso ser consecuentes con lo que hemos conocido, adaptar y modificar
nuestros comportamientos y emociones a lo que hemos vislumbrado en los momentos
de claridad. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"> La visión compasiva que hemos
tocado en la meditación, el conocimiento de que toda experiencia es impersonal,
la comprensión de que todos los pensamientos y estados mentales son verdades
incompletas, la apertura que ama todo lo que existe, etc. Requieren de nuestra
disposición a vivir la vida en consecuencia, nos reclaman ajustar nuestras
acciones y decisiones para que estén en consonancia con ello. Con cada
vislumbre viene la responsabilidad de ser honestos con nosotros mismos y creer en
los momentos de sabiduría que hemos palpado. <span style="color: #cc0000;">La obligación de ser consecuentes
con lo vislumbrado.</span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoSubtitle">
Las maneras del mundo<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Vivimos queriendo que las cosas
sean de una forma. Queremos que los demás, el mundo e incluso nosotros mismos
seamos diferentes a como somos. La mayoría de las veces nada sucede como deseamos.
<span style="color: #cc0000;">Ni el mundo es como nos gustaría ni las personas son como deberían, ni nosotros
somos como querríamos ser</span>. Pero aun así, a pesar de vivir continuamente estas
frustraciones seguimos haciéndolo, seguimos deseando que las cosas sean como
nosotros queremos. Este es el círculo en el que estamos aprisionados, esto es
lo que nos desgasta y consume. Son las maneras de funcionar del ego mundano.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoSubtitle">
Las maneras del ser<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
El camino espiritual es
diferente. Es un cambio de perspectiva. Cambiar el enfoque requiere esfuerzo,
paciencia, constancia, determinación, resiliencia, disciplina, dedicación y
motivación. Requiere vencer la pereza, el desánimo, la inercia, el olvido,
ignorar otras metas y objetivos, y renunciar al ego. Todo esto es difícil y
lleva tiempo. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
En
el camino del mundo decimos: “Este problema me impide tener lo que quiero” (lo
que quiero es seguridad, control, aprobación, independencia, etc.) En el camino
espiritual nos preguntamos: <span style="color: #cc0000;">“¿Este
problema, me impide la compasión, la paciencia, el amor? ¿Me impide trascender
el ego<span lang="ES">, </span>soltar la mente, <span lang="ES">desarrollar</span> paciencia, ser
generoso? ¿Me impide la gratitud, ser ético, <span lang="ES">cultivar el perdón</span>, reconocer lo impersonal,
despertar sabiduría?</span><o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Es
otro enfoque, otra visión. Porque la trascendencia no viene de acumular
conocimiento sino de un cambio de perspectiva.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoSubtitle">
Los valores esenciales<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
El
cambio de enfoque radica en apoyarse en los valores de nuestra naturaleza primordial. En lugar de adoptar unas creencias o vivir con una actitud
positiva, nos asentamos en las cualidades que contiene nuestra esencia más
profunda. Por <span lang="ES">poner un </span>ejemplo,
la compasión no es algo que hacemos, sino lo que sucede cuando habitamos
nuestro verdadero ser. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Nuestros
valores <span lang="ES">cotidianos </span>son los
valores aprendidos en la cultura y la familia en que nos hemos criado.
Valoramos los amigos, el trabajo, <span lang="ES">la
pareja, </span>el ocio, la educación, etc. Estos son los valores asociados a
nuestra personalidad, desarrollados a partir de experiencias vitales. Son
importantes para funcionar en la vida y es preciso que seamos consecuentes con
ellos en nuestro quehacer diario.<span lang="ES"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
No
obstante, el salto evolutivo radica en <span lang="ES">activar también </span>otro tipo de valores. <span style="color: #cc0000;">El cambio viene de conectar
con los valores de nuestra naturaleza esencial,</span> que es anterior a la persona.
Los valores más genuinos asociados a nuestro ser. Para avanzar, es preciso
comprender la importancia de estos valores y desarrollar la habilidad de
conocerlos y definirlos específicamente. Además, es preciso cultivar la
capacidad de conectar y sintonizarnos con ellos. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Es preciso señalar una gran diferencia entre esto y el enfoque egocéntrico. Desde el ego nos vemos imperfectos y limitados, y buscamos desarrollar las cualidades que nos faltan. Así que carecemos de algo y necesitamos ser mejores. <span style="color: #cc0000;">El ego ve la ausencia de cualidades como una debilidad e interpreta las cualidades como una obligación de ser mejor, más perfecto o más evolucionado. Pero esto es un engaño y una deformación de la realidad</span>; es como tener una pieza de oro y pensar que si le añadimos un poco de latón mejorará. Aquí hablamos de algo muy distinto, hablamos de cualidades profundas que ya residen en nuestro ser.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
En esta nueva visión <span style="color: #cc0000;">no importa el sufrimiento con que tropezamos, lo
relevante es cuánta lucidez, compasión, apertura o humildad somos capaces de
invocar</span> en una situación dada. El problema ya no es el sufrimiento sin el grado
de amor, empatía o sabiduría al que llegamos en cada situación, es decir, las
cualidades de <span lang="ES">nuestra esencia que seamos
capaces de encarnar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Una
pregunta de referencia<span lang="ES"> constante</span>
es: <span style="color: #cc0000;">¿Cuál es la oportunidad que me da esta situación?</span> <span lang="ES">Implica</span> el reconocimiento de las cualidades
que<span lang="ES"> contiene nuestro ser</span> y <span lang="ES"> la</span>
apreciación de lo relevantes que son.<span lang="ES"> Pero ante todo hay una clara comprensión del valor incalculable de
encarnarlas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Sabemos
que ninguna situación nos impide avanzar. <span style="color: #cc0000;">Nada puede ocurrir que nos impida
responder con compasión o sabiduría. </span><o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Esta
es la libertad que buscamos, ya no dependemos de que las cosas que sucedan sean
buenas o malas.<span lang="ES"> Mucho mejor que
conseguir lo que queremos, es descubrir que podemos ser felices lo obtengamos o
no. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Así
es como llegamos a ser libres y tenemos el control sobre nuestra vida. Es
nuestra elección, siempre tenemos la libertad de responder con compasión, humidad,
generosidad, perdón, agradecimiento o cualquiera de los valores de la esencia.
Siempre podemos descansar en la irrealidad de todo y trascender el mundo de la
mente. <span lang="ES">Siempre podemos alinearnos
con las cualidades de nuestra naturaleza primordial, invocarlas y hacerlas
presentes cada vez con más pureza. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="color: #cc0000;"><b>Propuesta: EL DIA DE…</b></span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">Llegar a conectar con nuestras cualidades más genuinas y encarnarlas
requiere un trabajo constante y continuo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">Una forma de hacerlo es dedicar cada día a una cualidad (aunque, parece que
es más práctico estar 2 o 3 días con cada una)). El día de la compasión, el día
de la humildad, el día del perdón, el día de la lucidez, etc.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">Así, cuando te levantes, decide a qué vas a dedicar el día. Trata de
encontrar alguna lectura que hable de la cualidad en cuestión y haz una breve
meditación para invocarla.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">Luego, si a lo largo del día aparece algún conflicto o dificultad, hazte la
pregunta <span style="color: #cc0000;">QUE HARÍA ….… EN ESTE CASO</span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">Por ejemplo: Que haría la compasión en esta situación, qué haría el perdón
en este caso, qué haría la lucidez en este caso, etc.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">Algunas cualidades fundamentales para empezar:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="color: #cc0000;">Ecuanimidad</span> (reconocer que todos somos iguales)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="color: #cc0000;">Amor</span> (desear y actuar por la felicidad de los demás)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="color: #cc0000;">Compasión</span> (desear y actuar para aliviar el sufrimiento de los demás)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="color: #cc0000;">Gratitud</span> (Reconocer todo lo que recibimos)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="color: #cc0000;">Perdón</span> (Estar en paz con el dolor que nos causan)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="color: #cc0000;">Humildad</span> (en el sentido de dejar de nutrir el ego)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="color: #cc0000;">Lucidez</span> (reconocer la presencia de la conciencia)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="color: #cc0000;">Apertura</span> (aceptar la experiencia sin reaccionar)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="color: #cc0000;">Regocijo </span>(alegrarse de la felicidad y el éxito de los demás)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="color: #cc0000;">Sabiduría</span> (dejar de creer en la mente)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="color: #cc0000;">Claridad</span> (reconocer que todas las experiencias son impersonales)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="color: #cc0000;">Contentamiento </span>(contener con serenidad los efectos del dolor)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="color: #cc0000;">Simplicidad</span> (admitir la impermanencia del placer)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">(NOTA: Si te resulta difícil emprender esta tarea, puedes unirte a un GRUPO
DE TRABAJO en el que realizar juntos la práctica, compartir, discutir y meditar
sobre ello). <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;">
<img src="http://signatures.mylivesignature.com/54490/199/ED1E1F06E09811ECD7338046C73B9E2B.png" style="background-color: transparent; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; border: 0px !important;" /></div>
Unknownnoreply@blogger.com13tag:blogger.com,1999:blog-7699186960057034516.post-3236704904922932472015-09-24T17:55:00.001+02:002015-09-24T17:58:11.888+02:00Juan Manzanera y el Rabino Sergio BergmanBuenos Aires (2015)<br />
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="270" src="https://www.youtube.com/embed/bhdR3JqrDjI" width="480"></iframe><br />
<div style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;">
<img src="http://signatures.mylivesignature.com/54490/199/ED1E1F06E09811ECD7338046C73B9E2B.png" style="background-color: transparent; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; border: 0px !important;" /></div>
Unknownnoreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-7699186960057034516.post-90711597312511034682015-08-06T12:48:00.001+02:002016-05-10T11:03:25.961+02:00Vislumbres<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi57gKrSIiZ1XDxpJWrLRol3FCylh6TXn3YBk6YIKDqAY1Y4gH03SpBJbs7PHsM-sXl49eU0FwFJAsYcQ87c49qwHPI0YmFUBe-OYPEEvdnBoqi8NsXh4ilIjjvRro7fhSduFTcZwE8u5Ev/s1600/think.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="212" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi57gKrSIiZ1XDxpJWrLRol3FCylh6TXn3YBk6YIKDqAY1Y4gH03SpBJbs7PHsM-sXl49eU0FwFJAsYcQ87c49qwHPI0YmFUBe-OYPEEvdnBoqi8NsXh4ilIjjvRro7fhSduFTcZwE8u5Ev/s320/think.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: start;">
<span style="text-align: justify;">Sin elección, se producen estados emocionales, pensamientos,
imágenes, sentimientos. Parece que hablan de algo real, de algo que está
sucediendo. Siempre hemos creído que así era. Cuando sentimos algo entonces creemos
que es verdad y se refiere a algo real.</span></div>
<a name='more'></a><br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
No obstante,
estos pensamientos se producen en la mente, aleatoriamente. Nunca sabemos por
la mañana qué nos vamos a encontrar. Aunque, bien visto, hay un patrón, o más
bien un orden. <span style="color: #990000;">La mente repite, no inventa nada nuevo</span>. Repite una serie de
estados, se maneja con ellos. Eso da cierta sensación de orden. Si la gama de
estados mentales y pensamientos fuera más amplia se notaría que no hay control,
que no son nuestros, y daría vértigo. Es mejor así. De este modo la sensación
de que son verdad, las sensaciones de certeza y seguridad se mantienen. La
ilusión se mantiene. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Luego, viene la
lucha interna.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
La lucha es que
ciertos estados son sufrimiento y es el rechazo a ellos. El querer controlar o
escapar o no sentir nada de eso. Los estados que no elegimos y la necesidad de
creer que podemos dominarlos, vencerlos, escapar de ellos.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
El problema es
que con cierta constancia y trabajo podemos vencerlos, podemos hacer que se
vayan. Este es el problema porque sentimos una victoria y creemos que estamos
haciéndolo bien. Que conseguiremos acabar con ellos, que vamos por buen camino.
Es un problema porque siempre vuelven, porque sólo conseguimos una tregua, sólo
aplazamos la condena. Fracasamos una y otra vez. No conseguimos tener paz, no
hay serenidad.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Pero no queremos
rendirnos, necesitamos tener fe, necesitamos creer que un día lo conseguiremos.
Los aparentes éxitos alimentan nuestro sueño. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Al final <span style="color: #990000;">sólo nos
queda rendirnos</span>. Pero rendirnos no es tirar la toalla. Nos rendimos cuando
vislumbramos un par de cosas, vislumbramos porque apenas lo vemos, apenas
tenemos la intuición, apenas es una sospecha. El fracaso constante nos lleva a
preguntarnos qué sucede, qué es lo que no funciona. Vislumbramos que no
elegimos los estados y vislumbramos que no son de nadie. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Pero hay muchas
resistencias a lo que atisbamos, y no acabamos de asimilarlo. No lo podemos
encajar en nuestro esquema de las cosas. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
La mente produce sus estados, por aprendizaje,
por hábitos, por conexiones neuronales, por descargas sinápticas en el cerebro,
etc. <span style="color: #990000;">No tenemos ningún control</span>, estamos condenados a eso, no lo podemos
cambiar, es nuestro “karma” dirían los asiáticos. Pero queremos seguir creyendo
que tenemos algún control, que podemos llegar a “purificar la experiencia, el
karma”. Lo necesitamos, necesitamos creerlo.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Es el ego, el yo.
<span style="color: #990000;">La resistencia a la vida es el yo</span>. La aversión a esos estados es el yo. La
aversión al sufrimiento es el yo. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Cada mañana queremos
elegir cómo sentirnos. Pero, ¿quiénes
somos? ¿Qué es ese yo?<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Cuando nos
preguntamos esto nos quedamos en blanco. Nos desconcierta la pregunta. Todo el
discurso previo tenía sentido en el contexto de ser alguien, de que existimos y
nos pasa esto. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Yo. Pensar en
este yo es difícil. Más lo pensamos más se siente. Más queremos creer que no
existe más real parece, y la trampa se repite de nuevo. La misma trampa: cuando
nos esforzamos y trabajamos duro se vislumbra una vacuidad, una inexistencia
del yo; y empezamos a pensar que lo estamos consiguiendo, y trabajamos con más
ahínco. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Pero no estamos
haciendo nada. El yo permanece intocable. Seguimos creyendo que somos alguien y
seguimos experimentando esos estados que nos perturban. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Recorremos un largo
camino. Es costoso y nos exige muchas renuncias. Nos requiere esfuerzo y
disciplina, pero no llegamos a nada. Estamos en el mismo punto.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Por supuesto, en
el proceso hay ciertos logros, hay más calma, un cierto contento, los estados
negativos duran menos. Existe la pasión por aprender, por cultivar el camino;
el disfrute de descubrir el gozo de una nueva meta, una nueva enseñanza, la
alegría de encontrar un enfoque diferente…<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Pero no hay yo.
Este yo es un reflejo mental. Un producto del cerebro o de la mente. No hay
nadie y no sabemos vivir ahí. La inercia de ser se impone. El cuerpo-mente como
organismo impersonal no puede encajarse. De algún modo lo sabemos. El conocimiento
no es lo que buscábamos es como un efecto colateral del esfuerzo, como algo que
emergió espontáneamente. Pero no ser alguien, no lo podemos sostener. No
sabemos, no encaja en ningún sitio. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Entonces, <span style="color: #990000;">descubrimos la necesidad de callar</span>, de dejar de luchar con la mente. Intuimos
que lo que siempre hemos hecho es vivir en el pensamiento, en la mente, y crear
conflictos internos. La mente produce esas emociones perturbadoras y esa
sensación de yo, y estamos en esa lucha, y lo hemos planteado como un conflicto
contra la mente. <span style="color: #990000;">Dominarla, vencerla, controlarla. Y es así cómo la mente
recibe alimento</span>; es lo que le conviene, lo que mantiene el mecanismo. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
De manera que empezamos
a sentir que tal vez es mejor dejar la mente en paz, dejar de hacerle caso.
Dejar de atender lo que la mente trae, incluyendo estados que perturban y el
yo. No tener en cuenta la mente es lo que siempre nos han dicho que nunca hagamos.
Los consejos iban en dirección contraria: dominar las pasiones, cultivar
virtudes, dominar el ego, etc. Y había mucha razón en ellos.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Pero desde aquí,
desde este nuevo lugar, después de tanto cultivar y purificar la mente, <span style="color: #990000;">lo que
queda es dejar de darle tanta importancia</span>, dejar de hacerle caso, dejar de
creer que lo que dice sea verdad.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Lo que nos ayuda
a hacerlo es descubrir la vida y la lucidez que hay aquí. <span style="color: #990000;">Valorar y atender la
vida-conciencia nos permite soltar la mente</span>, nos permite creer menos en ella,
darle poca importancia. Pero tardamos en descubrirlo. Al principio seguimos en
la mente y le damos poca importancia a la conciencia misma. Seguimos queriendo
dominar la mente en presencia de Darse Cuenta. De hecho nos lleva tiempo
rendirnos y soltar la mente. Durante mucho tiempo nos centramos en las
experiencias mentales (de las que hay conciencia) pero olvidamos la conciencia misma. Eso fomenta que sigamos atrapados y
creyendo en los pensamientos.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Un día empezamos
a dejar de darle importancia a las experiencias y a los pensamientos, y nos
centramos exclusivamente en el Darse Cuenta.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Hay un nuevo
vislumbre, un atisbo de que no hay nada real, una especie de destello de la gran
ilusión en que vivimos: <span style="color: #990000;">Nuestra realidad más íntima, nuestra marca de
nacimiento es esta cualidad de conciencia.</span><o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Y de nuevo, la torpeza de no
saber encajarlo en la vida. No encontramos la manera de incorporarlo. Pero, la vida es como es,
la mente funciona, el yo se presenta. La reacción contra lo que la mente hace vuelve, el querer librarse de esos estados, y ese yo se presenta de nuevo.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Sólo queda
repetir el proceso. Volver a soltar, <span style="color: #990000;">volver a instalarse en la presencia de conciencia</span>. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
¿Hay algo más que lograr? ¿Estamos en un bucle cuando en realidad ya hemos llegado? ¿Es la mente la que nos engaña
haciéndonos creer que no deberíamos sentir este yo o estos estados?<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;">
<img src="http://signatures.mylivesignature.com/54490/199/ED1E1F06E09811ECD7338046C73B9E2B.png" style="background-color: transparent; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; border: 0px !important;" /></div>
Unknownnoreply@blogger.com10tag:blogger.com,1999:blog-7699186960057034516.post-84931667069232912762015-07-14T12:40:00.000+02:002015-07-14T17:23:24.682+02:00Evolución personal y Relaciones<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEil2nIstiPLtN2BIv_Ns5ADCcTOBkrkT6puC2iTDZQYn5maWVLwjNz-sHM5lajM7AfszFLZoYI0AqYV0rNky1-Mnu8nKOCGjTpQ4OYCKyJ92ofdAR7WWtgEue2XMGUgBXo4NFCBPRIpo6BB/s1600/pp.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="166" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEil2nIstiPLtN2BIv_Ns5ADCcTOBkrkT6puC2iTDZQYn5maWVLwjNz-sHM5lajM7AfszFLZoYI0AqYV0rNky1-Mnu8nKOCGjTpQ4OYCKyJ92ofdAR7WWtgEue2XMGUgBXo4NFCBPRIpo6BB/s200/pp.jpg" width="200" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Uno de los hitos más significativos en la evolución de
cualquier ser humano es <span style="color: #990000;">trascender la mente</span>. Vivimos en un mundo de conceptos,
opiniones, creencias, significados y demás; vivimos condicionados por los prejuicios,
expectativas, interpretaciones y definiciones que hemos adquiriendo a lo largo
de la vida sin ninguna elección. Todo esto tiene su sentido y utilidad pero tiene
un aspecto muy nocivo...<br />
<a name='more'></a> No es difícil encontrar una fuerte relación entre la
infelicidad que experimentamos y nuestros patrones de pensamiento. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
El punto crucial,
es comprender que finalmente la cuestión es ir más allá de conceptos, ideas,
juicios y opiniones. Reconocer con claridad que todas las perspectivas mentales
son relativas, incompletas y condicionadas. Esto no puede percibirse desde la
mente sino desde una lucidez más allá de cualquier elaboración, pensamiento y
conceptualización. Aquí hallamos uno de los principales objetivos de la
práctica de la meditación, situarse en la atención pura y desde ahí caer en la
cuenta de que nada que provenga de la mente es verdaderamente cierto.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Una de las
aplicaciones más importantes de este proceso es en el campo de las relaciones con
los demás. <span style="color: #990000;">Avanzamos de estar inmersos en nuestra mente egocéntrica a la
conciencia que ve al otro sin el sesgo de cualquier interpretación</span>. Es lo que acaba
llevándonos a despertar la compasión.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Mientras más
evolucionamos las personas y las sociedades, hay más respeto, solidaridad y
compasión. Conforme somos capaces de abandonar prejuicios y valoraciones
infantiles, va emergiendo de forma natural mayor amor, empatía y conexión con
todos los seres. Por consiguiente, podemos afirmar que una buena referencia de
<span style="color: #990000;">nuestro nivel de desarrollo es el grado de amor y compasión con el que vivimos</span>
cada día. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="color: #990000;">La evolución
parte de estar centrado en uno mismo a ser capaz de ponerse en la mirada del
otro, para finalmente, reconocer que todos estamos interrelacionados y apreciar
la interdependencia de todo lo que existe</span>. Esto es fácil de ver con un
experimento de los psicólogos evolutivos. Le enseñas a un niño pequeño una
pequeña caja con dos caras, una azul y otra roja. Haces que él mire la parte
roja mientras que tú miras la cara azul. El niño ha visto que tiene dos
colores, ahora bien, cuando le preguntas que color estás viendo tú, te contesta
que rojo. Te contesta lo que él ve, el niño no puede ponerse en tu lugar. Esta capacidad emergerá cuando sea unos meses más mayor y será algo natural. Todos los adultos
somos capaces de hacer eso. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Este conocido
experimento nos muestra una forma de desarrollo de las personas. La cuestión es
que este ponerse en lugar del otro puede evolucionar más y más, puede
expandirse sin límites. La capacidad, cuando fuimos niños, de ponernos en la
perspectiva de los demás es la semilla de la compasión universal. Dicho de otro
modo, cuando seguimos evolucionando llegamos a situarnos en una perspectiva
global y vemos cómo los demás ven el mundo. Esta es la base para cualquier cambio.
Mientras no lleguemos a este nivel de conciencia, no podemos hacer mucho por
los demás, y nuestra ayuda suele ser una forma de egocentrismo, un modo de
cubrir nuestras necesidades de ser útil, reconocimiento y aprobación. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Es preciso que
hagamos una constante reflexión y nos cuestionemos cómo vemos a los demás. Si queremos
avanzar, no es suficiente el desarrollo de la atención plena (es decir,
mindfulness). También es <span style="color: #990000;">necesario cuestionarnos nuestra visión del mundo y de
los demás. </span><o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Igual que la mente
construye una imagen de nosotros mismos (lo que llamamos el ego) también
construye una imagen de cada una de las personas con las que nos
relacionamos. De modo que el trabajo de
indagación y deconstrucción del ego
incluye a los demás. Debemos desarrollar la lucidez necesaria para apreciar que
lo que vemos en nuestros amigos, los enemigos y los extraños sólo son
proyecciones, construcciones mentales e imágenes. Necesitamos detener la mente
y cultivar más conciencia. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Por ejemplo,
<span style="color: #990000;">¿somos conscientes de qué miramos en los demás? </span>Esta es una investigación
básica. En qué nos fijamos cuando nos relacionamos con el otro. Muchas personas se fijan en sí mismas: si le caeré
bien, si voy bien vestido, si le gusto, si me valora, si le resulto
interesante, etc. Otras se fijan en lo que sienten: me siento tranquilo, me
pone nervioso, me produce alegría, me cansa, etc. Hay quien se fija en el otro
en función de sus propias expectativas, necesidades y deseos; hay quien
directamente piensa que todo el mundo es egoísta, ignorante, inepto, etc. percibiendo
su propio pensamiento en el otro. Hay muchas más posibilidades, y la cuestión
es si somos capaces de reconocer cómo funcionamos.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Muchas veces nos
obligamos a ser más amorosos, ecuánimes o compasivos. Pero el trabajo más
importante es darnos cuenta. Ser humildes y reconocer cuál es nuestro nivel de
conciencia. Solo así podremos evolucionar. Sólo desde la conciencia tendremos
la posibilidad de ser más sabios. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Un punto crucial
en las relaciones con los demás es cuando nos hacen daño. <span style="color: #990000;">Hay muchas personas
dañinas y muchas posibilidades de que nos hagan daño</span>, de modo que <span style="color: #990000;">¿cuál sería
la forma más inteligente de gestionar esta situación?</span> Algunas personas viven en
la fantasía pseudoespiritual de que si son muy buenas personas y crean “buen
karma” nadie les hará daño. Sería genial que funcionara así, sería estupendo
que tuviéramos esa capacidad de controlar la vida. Pero no funciona así. Un
buen ejemplo lo encontramos en la vida de Buda cuando un personaje llamado
Devadatta acudió a toda clase de argucias y estratagemas para dañarle; o
algo más cercano, en nuestra tradición cristiana, Jesús no se libró de la
maldad de los demás y acabó en la cruz.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Así pues la
investigación aquí nos lleva a descubrir cómo afrontar el daño de los demás. Y
la cuestión aquí es diferenciar entre la acción y la intención dañina del otro
y la propia experiencia se dolor. Un principio básico es que no podemos cambiar
a los demás, al menos a corto plazo, de modo que nuestra tarea esencial es cómo
abordar la experiencia de dolor para liberarnos de ella. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="color: #990000;">Nuestro propósito
final como personas en un proceso de evolución personal es descubrir que
podemos estar en paz y apertura más allá de cómo los demás actúen con nosotros.</span>
El camino para llegar a esto es conocernos a nosotros mismos. La experiencia de
dolor está íntimamente relacionada con nuestro estado emocional y con nuestras
inseguridades. También tiene relación con los roles que desempeñamos, las
aspiraciones y los deseos que tenemos. Cuando nos conocemos se descubre el
papel que jugamos nosotros mismos en las experiencias de dolor. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Aquí necesitamos
una gran capacidad de introspección y auto conciencia. La meditación es uno de
los mejores métodos para ello. No tenemos control sobre los demás pero sí
podemos manejar y cambiar nuestra mente. Es decir, podemos modificar los
patrones internos que están relacionados con la experiencia de dolor que el
otro nos ha causado. Cuando aprendemos a soltar nuestros juicios,
interpretaciones, valoraciones y demás, descubrimos que también nos liberamos
del dolor. Aprendemos a convivir con personas en estados de conciencia más
primitivos y despertamos el deseo de ayudarles a evolucionar. Recordamos que en
su momento también nosotros estuvimos en un estado inferior y sentimos que
ayudar a los demás es una gran oportunidad.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
En el fondo, <span style="color: #990000;">el
único asunto es la evolución, no la nuestra personal sino la de todos los
seres.</span> No es una elección, no es algo de lo que podemos escapar. La cuestión es
<span style="color: #990000;">si lo hacemos fácil o difícil</span>, si nos sintonizamos con la fuerza evolutiva del
universo o si nos resistimos. La resistencia sólo es crear sufrimiento, la
entrega es llegar a la plenitud.</div>
<div style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;">
<img src="http://signatures.mylivesignature.com/54490/199/ED1E1F06E09811ECD7338046C73B9E2B.png" style="background-color: transparent; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; border: 0px !important;" /></div>
Unknownnoreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-7699186960057034516.post-38312604724125337492015-04-12T13:06:00.002+02:002015-04-12T17:21:29.433+02:00La captura de la mente<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjavrw6gedZ9mqQwsfsB47Vf7LOUyeawCaVyC4wYtq73Mfya5nwZ_PyAVYIftMJRD8HNvAfeVdKbYp08b6U7ktmOynN2ry7xtGom2KEvGSIdecvWuCElq4ya1_N2JWGzvw2aUVPYPfV6Q4X/s1600/mano.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjavrw6gedZ9mqQwsfsB47Vf7LOUyeawCaVyC4wYtq73Mfya5nwZ_PyAVYIftMJRD8HNvAfeVdKbYp08b6U7ktmOynN2ry7xtGom2KEvGSIdecvWuCElq4ya1_N2JWGzvw2aUVPYPfV6Q4X/s1600/mano.jpg" height="174" width="200" /></a></div>
<span style="text-align: justify;">La cuestión principal es vivir sin sufrimiento. Debería ser el principal objetivo de todos los avances científicos, los conocimientos, las teorías, valores y principios sociales. También, tendría que ser la meta de todas las personas. Sin embargo, es curioso ver cómo <span style="color: #990000;">muchas veces anteponemos opiniones, puntos de vista, apegos, creencias y demás a librarnos del sufrimiento</span>. </span><br />
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>A menudo, nos regimos por...<a name='more'></a><br />
valores aprendidos, inseguridades, opiniones y supuestas certezas para acabar viviendo una vida llena de insatisfacción, frustraciones, pérdidas y fracasos. Es poco frecuente encontrar alguien que pone como su primer objetivo la verdadera felicidad. En este sentido, meditar es para quienes tienen como principal meta una vida plena y sin sufrimiento.</div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Cuando observamos las experiencias en la práctica de meditación descubrimos que el sufrimiento viene de la mente. El sufrimiento se origina a partir de los estados mentales, las imágenes y pensamientos. <span style="color: #990000;">La mente nos atrapa</span>, nos hace ver el mundo de una manera y nos provoca comportamientos determinados. </div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Vivimos condicionados por los constantes estados emocionales, ideas, imágenes, pensamientos, creencias y demás que se producen en nuestra mente. Sin ninguna elección por nuestra parte sentimos tristeza, enfado, deseo, etc., pensamos cosas positivas y negativas, nos vienen imágenes de personas, situaciones o escenas, etc. Todo ello sucede sin que podamos hacer mucho. Diversas circunstancias y condiciones activan distintas impresiones mentales que se presentan como ideas, imágenes y demás.</div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Hablamos de estados mentales positivos y negativos, pero el sufrimiento no está ahí. El sufrimiento no viene porque en la mente se haya activado un estado mental negativo. Esto es un importante matiz que poca gente comprende. Esperamos llegar a dominar la mente y alcanzar una situación en la que sólo haya estados positivos. Creemos que el problema son los estados que se producen en la mente. Sin embargo, el sufrimiento no es el estado mental negativo, el sufrimiento aparece cuando ese estado perdura, nos domina y nos condiciona. Dicho brevemente, <span style="color: #990000;">el sufrimiento viene cuando nos captura lo que la mente produce</span>. El sufrimiento es quedarse atrapado en un estado, imagen o pensamiento.</div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Es muy frecuente plantear el trabajo interior como un camino en que potenciamos emociones positivas y tratamos de erradicar lo negativo. Esto es muy importante y lo primero que necesitamos abordar. Necesitamos previamente calmar la mente para luego hacer un trabajo más profundo y liberador. Es preciso reducir la intensidad emocional destructiva y aplacar los estados de ira, rencor, apego, envidia, y demás. Cuando permitimos que los estados negativos nos dominen se vuelve imposible enfocar la atención con claridad en lo que nos sucede. </div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span><span style="color: #990000;">En una primera fase ejercitamos la mente para que se habitúe a producir emociones positivas y pensamientos equilibrados.</span> La práctica de la meditación nos ayudaría a potenciar estados como la gratitud, la compasión, el amor, la armonía o el perdón. Además, nos llevaría a considerar que todo es relativo y temporal, con lo cual dejaríamos de juzgar a las personas y comprenderíamos que las cosas sólo son verdad por un tiempo; veríamos que la realidad de las personas y cosas depende del punto de vista y la perspectiva que se adopte.</div>
<div style="text-align: justify;">
Al plantearlo de este modo, muchas veces pensamos que el objetivo es dominar la mente y controlar los estados negativos. La enseñanza crea en nosotros la expectativa de alcanzar un estado mental puro y sin negatividad. De modo que cuando llevamos un tiempo en el proceso y volvemos a experimentar emociones destructivas sentimos haber fracasado. El proceso se llena de frustración, decepción y para algunos incluso de culpa. </div>
<div style="text-align: justify;">
La cuestión es que producir estados mentales positivos es necesario pero no suficiente. Es preciso algo más. Al principio, para toda persona que esté genuinamente interesada en vivir plenamente es imprescindible un cierto dominio sobre su negatividad, pero luego hay que dar un paso más. </div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #990000;">El sufrimiento no está en lo que la mente produce sino en lo que hace. </span>No está en que la mente produce estados de ira, deseo o miedo, por ejemplo. El sufrimiento viene cuando la mente nos captura con esos estados negativos. </div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #990000;">El mayor peligro de la mente es su capacidad de persuasión. </span>Nos pasamos la vida persiguiendo éxito, ganancias, reconocimiento, poder, control, vitalidad, etc., ¿por qué? Porque pensamos que es lo mejor. Es decir, porque en la mente se producen pensamientos que nos dicen que eso es lo que hay que hacer. La mente nos dice que eso es lo importante o lo mejor en la vida. Lo interesante es que suena bien, lo que la mente nos dice suena muy lógico y razonable. Es irrefutable, quién se atrevería a cuestionar algo tan sensato y sugerente. Entonces, le hacemos caso a la mente y nos vemos envueltos en una vida en que se acumulan los fracasos, las pérdidas, la incertidumbre, las críticas, y demás; tanto en lo personal como en relación con nuestros seres queridos. Además, aunque ocasionalmente alcanzamos momentos de reconocimiento, éxito o placer, suelen ser demasiado efímeros y relativos.</div>
<div style="text-align: justify;">
Nos quedamos atrapados en lo que se presenta en la mente, este es el problema. Las personas que han despertado a la realidad se diferencian de la gente corriente en algo fundamental, han escapado del poder seductor de la mente. Los estados, imágenes y pensamientos que la mente produce ya no les capturan. Esta es una de las diferencias fundamentales entre un sabio y una persona corriente. Para nosotros, todo lo que la mente presenta es la verdad, para los sabios es irrelevante. </div>
<div style="text-align: justify;">
Es decir, un ser despierto y evolucionado, sigue teniendo pensamientos y emociones negativas, como no podría ser de otro modo. La mente sigue funcionando. Pero le resultan tan insubstanciales que es como si no existieran. Esta es la paz del sabio, el silencio interior. <span style="color: #990000;">Cuando ya no nos dejamos capturar por lo que se presenta en la mente descubrimos un inmenso espacio interno de serenidad, apertura y creatividad. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
Nuestro problema es que nos quedamos atrapados en ideas, formas de pensar, creencias, emociones, sentimientos, imágenes y conceptos. Todo esto lo produce la mente y duraría un instante si no fuera porque nos conquista. <span style="color: #990000;">La mente nos captura y se alimenta de nuestra fe en ella. </span>Si pudiéramos situarnos en el centro de nuestro ser y dejar de creer en la mente, todo esto que se presenta resultaría efímero, insustancial e irrelevante, y lo que es más importante, perdería la fuerza para crear sufrimiento en la vida. </div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Como hemos comentado con frecuencia, <span style="color: #990000;">la fuerza de las experiencias de sufrimiento depende del valor que la mente les da.</span> Si dejáramos de creer en los pensamientos, emociones e imágenes producidos por la mente, el sufrimiento dejaría de tener poder. Sin fe en la mente, el sufrimiento se debilita y encoje, y deviene insubstancial. </div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Este es el verdadero propósito de la meditación. Mediante la observación de las experiencias y de la mente llegamos a apreciar que <span style="color: #990000;">las creaciones mentales sólo son interpretaciones posibles.</span> Cuando despertamos la suficiente lucidez reconocemos que nada de lo que la mente manifiesta es la verdad y al reconocer esto podemos elegir. Alcanzamos la posibilidad de dudar de los pensamientos o estados emocionales. Tenemos la completa libertad de creer o no creer en las experiencias de enfado, adicción, insatisfacción, tristeza, desánimo y demás. La capacidad de elegir no hacerles caso y, en consecuencia, ver que se desvanecen y desaparecen de nuestra vida.</div>
<div style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;">
<img src="http://signatures.mylivesignature.com/54490/199/ED1E1F06E09811ECD7338046C73B9E2B.png" style="background-color: transparent; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; border: 0px !important;" /></div>Unknownnoreply@blogger.com41tag:blogger.com,1999:blog-7699186960057034516.post-34985680215540289572015-02-26T13:21:00.004+01:002015-02-26T13:21:57.889+01:00Sobre la Indagación<div style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhzvP6UjW6Zw8PDUZYft85xaeFmtjH9HKLGCq19gmzxA9odg0MyiLrobfBoYjKuYLzC400OKCaP04JePdbOAk29XgQeh5Ecx2p0eWJmgtCicA1FlAIYfcnrTlEHJs2P1OYFx1oyjICPhJ6l/s1600/manos.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhzvP6UjW6Zw8PDUZYft85xaeFmtjH9HKLGCq19gmzxA9odg0MyiLrobfBoYjKuYLzC400OKCaP04JePdbOAk29XgQeh5Ecx2p0eWJmgtCicA1FlAIYfcnrTlEHJs2P1OYFx1oyjICPhJ6l/s1600/manos.jpg" height="200" width="199" /></a></div>
Hace un par de meses, en la entrada <span style="color: #990000;"><a href="http://juan-manzanera-meditacion.blogspot.com.es/2014/12/indagacion.html" target="_blank">Indagación</a></span>, propuse la siguiente tarea:<br />
<br />
<i>Haz una meditación sobre la naturaleza primordial. </i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>Luego, desde la intuición toma una de las preguntas, y deja que se desarrolle la indagación. </i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>A lo largo del día trae el pregunta a tu mente constantemente y aplícala a lo que estés viviendo en ese momento. </i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>Haz este ejercicio durante tres días, con cada una de las indagaciones. </i><br />
<br />
Ahora me gustaría abrir un espacio en el <span style="color: #990000;">COMPARTIR </span>vuestra<span style="color: #990000;"> </span>la experiencia.<br />
Os invito a escribir en la sección de <span style="color: #990000;">Comentarios </span>y a leer lo que otros han escrito.</div>
<div style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;">
<img src="http://signatures.mylivesignature.com/54490/199/ED1E1F06E09811ECD7338046C73B9E2B.png" style="background-color: transparent; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; border: 0px !important;" /></div>
Unknownnoreply@blogger.com74tag:blogger.com,1999:blog-7699186960057034516.post-80266472782095442832015-02-08T18:08:00.004+01:002015-02-12T11:19:38.885+01:00RTVE Programa Futuro Abierto<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiYEzi6BjgD_9fXDx76XtMHvC-HO0F3bveX3LEnStpZdDl6cEnkZlvDDoDE7vbzNaGUPmWsM87dhknO9jsK67r-e_hYpc86VHr0fPAOg5M75jJXQ1kbd35xzNGtxSqsA97xKumKrFnHmeL-/s1600/1409669472657.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiYEzi6BjgD_9fXDx76XtMHvC-HO0F3bveX3LEnStpZdDl6cEnkZlvDDoDE7vbzNaGUPmWsM87dhknO9jsK67r-e_hYpc86VHr0fPAOg5M75jJXQ1kbd35xzNGtxSqsA97xKumKrFnHmeL-/s1600/1409669472657.jpg" height="112" width="200" /></a></div>
RTVE
Futuro abierto - Parar la mente para vivir mejor - 08/02/15<br />
<br />
<audio controls="" src="http://www.escuelademeditacion.com/Audio/Mindfulness-RTVE.mp3">
<embed autostart="false" embed="" loop="false" src="http://www.escuelademeditacion.com/Audio/Mindfulness-RTVE.mp3"></embed>
</audio>
<br />
<br />
Programa de radio Futuro Abierto, en el que hablamos del mindfulness.
Intervienen en el programa <span style="color: #990000;">Juan Manzanera</span>, maestro de meditación y psicólogo clínico, <span style="color: #990000;">Carlos García Rubio</span>, licenciado en Psicología y "Máster en Psicólogo General Sanitario" por la Universidad Autónoma de Madrid. <span style="color: #990000;">Miriam Subirana</span>, coach y <span style="color: #990000;">Javier García Campayo</span>, psiquiatra en el Hospital Miguel Servet.
<br />
<div style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;">
<img src="http://signatures.mylivesignature.com/54490/199/ED1E1F06E09811ECD7338046C73B9E2B.png" style="background-color: transparent; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; border: 0px !important;" /></div>
Unknownnoreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-7699186960057034516.post-53309031022993349952015-01-21T12:51:00.000+01:002015-01-21T12:51:54.666+01:00Entrevista a Juan Manzanera 3ª parteENTREVISTA OFRECIDA por<br />
<a href="http://www.aomm.tv/">aomm.TV</a> (Clases <span style="color: #990000;">online </span>de yoga, pilates y meditación ) y<br />
<a href="http://www.yogaenred.com/">YOGAenred</a> (Revista digital dedicada al mundo del Yoga)<br />
<br />
<a href="https://www.youtube.com/watch?v=BZY1xrsCwQs&feature=youtu.be" target="_blank">Ver Video:</a><br />
<div style="text-align: center;">
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="360" src="//www.youtube.com/embed/BZY1xrsCwQs" width="512"></iframe>
<br />
<div style="text-align: right;">
<img src="http://signatures.mylivesignature.com/54490/199/ED1E1F06E09811ECD7338046C73B9E2B.png" style="background-color: transparent; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; border: 0px !important;" /></div>
</div>
Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-7699186960057034516.post-83590216098620015512014-12-04T13:45:00.001+01:002015-04-12T18:28:32.269+02:00Indagación<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj8O2FB_AWxLPVhwwewZSgLxaoECEzQ_AKta2CHkK6iJN2EGzzDYe4hJ2oN3k7l_iqTmQ677-I3KN0gqZOtwPUZXOUlZKNvhCQI8Zaq32NaIuEMzW1nmezwxP_ECbyGgGzCB7bOxBLnEijx/s1600/manos.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj8O2FB_AWxLPVhwwewZSgLxaoECEzQ_AKta2CHkK6iJN2EGzzDYe4hJ2oN3k7l_iqTmQ677-I3KN0gqZOtwPUZXOUlZKNvhCQI8Zaq32NaIuEMzW1nmezwxP_ECbyGgGzCB7bOxBLnEijx/s1600/manos.jpg" height="200" width="199" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
Parece haber dos razones principales por las que las personas nos acercamos al camino espiritual. Una de ellas, son los momentos de apertura y lucidez. La otra, la más común, son las experiencias de sufrimiento. Para algunas personas la espiritualidad es algo muy normal y cotidiano, mientras que para otros...
<a name='more'></a>es sólo cuestión de fe y esperanza. </div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>En la tradición tibetana se habla de dos tipos de personas. Por un lado están las denominadas fuego-aire que sin ningún esfuerzo tienen intuiciones de una realidad superior; por otro, están las llamadas tierra-agua que sólo tras un arduo trabajo consiguen vislumbres de lo esencial. La ventaja de los primeros es que desde el principio tienen una certeza de que hay algo más. No obstante, tienen un gran obstáculo; ya que las aperturas son espontáneas, les resulta difícil realizar algún esfuerzo para integrarlas en la vida y hacer que se conviertan en un despertar espiritual. Los llamados tierra-agua, tienen la desventaja de que sólo obtienen frutos tras una disciplina, pero la ventaja es que les cuesta menos integrarlo todo y hacer que la vida cotidiana sea el camino al despertar. Cuando tienen aperturas son más estables e integradas.</div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>En todo caso, para unos y otros hay un proceso, un camino que recorrer. Aunque la realidad primordial es lo que somos y no hay que hacer nada para realizarla, lo cierto es que en la práctica abandonar el engaño de lo que no somos, de una manera estable y consistente, requiere tiempo. </div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Necesitamos detenernos y analizar cómo estamos viviendo y qué nos sucede. Pero ante todo es preciso que sepamos indagar profundamente en nuestras experiencias. Necesitamos hacer que la indagación empiece a formar parte de nuestra vida si queremos profundizar en cualquier despertar espiritual.</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #990000;">Indagación: ¿Cómo estoy creando sufrimiento en mi vida? </span></div>
<div style="text-align: justify;">
Si no sabemos responder a esta pregunta vamos a tener que trabajar duro porque sin saberlo no podemos avanzar a la verdad que somos. El problema es que conocer lo que dicen las enseñanzas no nos va a servir de mucho, necesitamos verlo por nosotros mismos en nuestra propia experiencia vital. Es decir, podemos haber oído a un maestro decir que el ego es la causa del sufrimiento, y puede que tengamos una gran fe en él, pero hasta que no veamos en nuestra propia experiencia los efectos del ego no podremos avanzar hacia la verdad. Sin hacerlo, nos quedaremos en un nivel superficial en el cual sólo adoptamos una serie de creencias que nos traen serenidad, pero sin avanzar hacia lo que verdaderamente somos. Es preciso que analicemos cada día qué papel tenemos en el sufrimiento que experimentamos, y abandonemos el papel de víctimas del mundo y de los demás.</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #990000;">Indagación: ¿Estoy resistiéndome a esta experiencia?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
El verdadero progreso a la verdad es tratar de vivir todo lo que nos sucede con la máxima integridad. La meta es vivir todos los altibajos de la vida desde nuestra realidad primordial. Por tanto, es preciso entender cada experiencia como una oportunidad para reconocer lo que somos, una rendija por la que asomarnos a ver la naturaleza última del universo. Debemos saber que cada vez que huimos de algo estamos cerrando la puerta a la verdad y haciendo el camino más largo. Además, todo aquello de lo que escapamos se va a presentar de nuevo hasta que sepamos ver en ello la verdad absoluta. Resistirse a las experiencias es uno de los principales modos de mantener el sufrimiento en nuestra vida. </div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #990000;">Indagación: ¿Es verdad este pensamiento?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
Pensamientos, ideas, emociones, sentimientos, imágenes y demás son la verdadera prisión. Como el cascarón que encierra al polluelo, la mente nos impide crecer y evolucionar. El polluelo va picoteando desde dentro el cascarón hasta que consigue romperlo. Así, el progreso espiritual, el verdadero despertar sólo es posible cuando rompemos el tejido que la mente ha creado. Mucha gente ha descubierto en alguna situación conflictiva que una de las mayores experiencias de liberación se produce al dejar de creer en el pensamiento que la sustenta. Saber que los pensamientos, incluso las emociones, son sólo interpretaciones y nunca la verdad es una de las mayores agentes de todo despertar.</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #990000;">Indagación: ¿Hay algo más allá de este momento?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
Fuera de lo que está sucediendo ahora todo es imaginario. No podemos experimentar lo que sucedió hace un momento porque ya no existe y no hay nada que experimentar. Tampoco podemos experimentar lo que sucederá dentro de un momento porque todavía no existe nada. La única experiencia real es ahora. Lo demás es lo que pensamos; el pasado y el futuro son pensamientos imaginarios. Esta es la verdad, sin embargo esto no significa que no hagamos planes ni tengamos metas, ni significa que no recordemos los buenos momentos que hemos vivido. No debemos caer en el error de olvidarnos del pasado y el futuro a nivel práctico. La utilidad de esta indagación es muy concreta, sólo podemos encontrar la verdad primordial en este momento, no hay ningún otro lugar donde buscar. Esperar a que llegue un futuro mejor sólo es entrar en el mundo imaginario que no llega nunca. Cuando vivimos profundamente el ahora sabiendo que es lo único real que tenemos, reunimos las condiciones óptimas para una apertura interior.</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #990000;">Indagación: ¿Cuál es mi identidad ahora?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
Para funcionar en la vida necesitamos crearnos una identidad, necesitamos vivir un personaje. Además, en diferentes circunstancias representamos distintos roles y papeles, a veces somos controladores, otras víctimas, en ocasiones somos proveedores, otras jueces, etc. El problema de las identidades es el olvido de que sólo fueron instrumentos para manejarnos en una situación. Cuando nos tomamos la identidad como lo que somos empieza a limitarnos. La identidad nos hace ver el mundo y a los demás de una manera, y sobre todo nos ciega a nuestra esencia primordial. Es preciso desarrollar la lucidez que reconoce que la identidad es tan solo una identidad, y evitar darle una realidad intrínseca. El despertar espiritual es precisamente esto despertar del sueño de ser un individuo. </div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #990000;">Indagación: ¿Hay algo más además de esta experiencia?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
Estamos habituados a fijarnos en lo que percibimos, lo que sentimos y pensamos, pero ¿es esto todo lo que está pasando ahora? ¿Hay algo más? Si nos paramos a buscar sólo encontramos más experiencias y sin embargo hay algo que ignoramos. Lo que se nos escapa es eso que busca, eso que sabe que hay experiencias. Lo que pasa desapercibido es la conciencia de lo que sucede. Nunca consideramos ese darse cuenta ordinario y simple. Atender en cada momento la conciencia de la experiencia nos ayuda a vislumbrar otra perspectiva y no despierta a una verdad más profunda.</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #990000;">Indagación: ¿A qué le estoy dando importancia ahora?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
Podemos tener nuestros momentos de meditación y silencio, podemos hacer ejercicios y prácticas con frecuencia, pero lo que va a determinar el despertar espiritual es lo que valoramos momento a momento, día tras día. Mientras sigamos dando importancia a un tipo de estados mentales, experiencias corporales, percepciones y sentimientos, continuaremos repitiendo los mismos patrones y comportamientos. La transformación radical sucede cuando sabemos que la conciencia es más importante que la experiencia, cuando hemos llegado a la visión de que percibir la experiencia es más verdad que la experiencia misma. Siempre que buscamos modificar nuestras estados físicos y mentales, estamos olvidando que lo verdaderamente importante es la conciencia de ellos. Cuando hemos llegado a la convicción de que lo más relevante en cada momento es la lucidez con la que vivimos, estamos inevitablemente propiciando el despertar genuino.<span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #990000;">Indagación: ¿Soy el dueño de mi vida, la controlo?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
Nos creemos personas viviendo experiencias y situaciones. Sentimos que hemos llegado al mundo y vivimos en él. Sin embargo, no elegimos nuestro aspecto físico ni nuestra personalidad; no elegimos nuestra forma de pensar ni lo que nos gusta o nos disgusta, ni nuestras capacidades y aptitudes. Los pensamientos y estados emocionales que nos ocurren cada día no son nuestra elección, todo se produce en función de circunstancias, tendencias e impresiones mentales; todo son hábitos y condicionamientos que hemos ido adquiriendo. Entonces, ¿somos los protagonistas de una vida, o más bien, es la vida la que nos vive?</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #990000;">Indagación: ¿Hay algo mejor que este momento?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
Lo habitual es sentir y creer que el futuro puede ser mejor que ahora e incluso que hubo momentos mejores en el pasado. Esto puede ser cierto en sentido relativo pero cuando miramos en profundidad y conocemos nuestra esencia, lo mejor siempre está pasando ahora. Nuestra naturaleza primordial está presente ahora. Desde nuestra esencia las experiencias y situaciones son relativas y secundarias. Huir de este momento por algo mejor es, de algún modo, traicionar lo que verdaderamente somos. Cada momento de nuestra vida nace, se mueve y se desvanece en la presencia, sin la naturaleza primordial no hay nada. Toda la plenitud, satisfacción, paz y seguridad que buscamos se halla en lo que somos, escapar de este momento nos aleja de lo que verdaderamente buscamos.</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #990000;">Indagación: ¿Es real esta experiencia?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
Todos los fenómenos son una ilusión creada por la mente. Nada de lo que existe tiene realidad en sí mismo. Todo son apariencias formadas a partir de conceptos e impresiones mentales. Aunque todo parece real, todo viene de la mente. Para apreciarlo es preciso ir más allá de los pensamientos. Vivimos el mundo que la mente ha creado y con la mente no es posible reconocerlo. Como cuando soñamos es muy difícil que la mente que sueña vea que está soñando. Es preciso desarrollar cierta lucidez. Desde un estado de más claridad se desvela que ninguna vivencia es real, los sucesos ni se producen ni terminan, ni nacen ni mueren. Como la estrella que vemos en el cielo pero ya no existe pues murió miles de años antes de que su luz llegara a La Tierra. Así, aunque tenemos experiencias, en realidad no se refieren a nada real. </div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #990000;">Indagación: ¿Son los demás diferentes a mí?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
Los demás son versiones diferentes de nosotros mismos. Estamos llenos de valoraciones juicios, comparaciones e interpretaciones, y todo esto produce el efecto de vernos independientes y separados de los demás. Pero la realidad es que todos los seres tenemos la misma naturaleza, todos somos expresiones de algo inconcebible y atemporal. Es útil recordar la metáfora del mar y las olas. Las personas somos como olas en el mar. Cada ola es única pero en realidad no hay olas, todo es la misma agua. </div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #990000;">Indagación: ¿Son el cuerpo y la mente mi historia?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
Todo lo que sucede en el cuerpo y la mente lo sentimos como algo personal. Cuando tenemos dolor físico o emocional sentimos que nos sucede a nosotros. Así es como funcionamos las personas. Lo que nos mueve es lograr experiencias placenteras tanto en el cuerpo como en la mente; para la mayoría es la motivación central de la vida. Ahora bien, cuando se produce un salto de conciencia, empieza a vislumbrarse que las experiencias corporales y mentales son impersonales, que no hay un sujeto que las vive. Desde una mayor lucidez, lo que sucede deja de ser algo personal; si el cuerpo sufre o si la mente padece es visto con curiosidad y desapego. Puede haber serenidad y apertura en la experiencia de sufrimiento porque no es la historia de nadie.</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #990000;">Indagación: ¿hay algo que no puedo amar ahora?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
Para el profano puede parecer que la comprensión de lo que somos nos lleva a una posición distante y alejada del mundo. Sin embargo, desde la perspectiva del ser primordial emerge un ineludible amor a todo lo que sucede. Al asentarse en la esencia, todo nace de uno mismo y todo vuelve a uno, de modo que se aprecia todo eso que aparece. Todos los fenómenos son expresiones de una misma verdad. Esta comprensión despierta el amor a lo que es. Como un maestro ceramista que hace cientos de piezas diferentes y aprecia todas ellas, así desde nuestra esencia amamos todas las experiencias de la vida. No tiene sentido rechazar nada, todo es la belleza de lo inconcebible que se hace presente en cada instante.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Pueden desvelarse muchas otras claves. Lo importante es la propia indagación. Llegamos a conocer nuestra esencia cuando buscamos con pasión la verdad. Hoy en día tenemos la fortuna de tener acceso a grandes maestros y grandes enseñanzas. Tal vez no sea por mucho tiempo, pues nada es permanente. Estamos en tiempos de crisis, no obstante paradójicamente, estamos en una época en que muchas personas están despertando. Aprovechemos la oportunidad y pongámonos en marcha. Empecemos a actuar y ejercitar lo que sabemos. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #990000;">ADENDA</span>: Si estas siguiendo este camino puede ser muy efectivo hacer la siguiente práctica</div>
<div style="text-align: justify;">
Haz una meditación sobre la naturaleza primordial. </div>
<div style="text-align: justify;">
Luego, desde la intuición toma una de las preguntas, y deja que se desarrolle la indagación. </div>
<div style="text-align: justify;">
A lo largo del día trae el pregunta a tu mente constantemente y aplícala a lo que estés viviendo en ese momento. </div>
<div style="text-align: justify;">
Haz este ejercicio durante tres días, con cada una de las indagaciones. </div>
<div style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;">
<div style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;">
<img src="http://signatures.mylivesignature.com/54490/199/ED1E1F06E09811ECD7338046C73B9E2B.png" style="background-color: transparent; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; border: 0px !important;" /></div>
</div>
Unknownnoreply@blogger.com11tag:blogger.com,1999:blog-7699186960057034516.post-86377664160401445252014-11-19T11:28:00.001+01:002015-04-12T17:29:58.304+02:00El camino interior<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiHyASfPlDJdaPAs9XtqwyWPpLq6V-ITVw3zVm-lUC6VSm_1aQ8QLklyLMZ1SMTb-cYVmX1KtAw4xOaHAkGhyphenhyphennl3q1tvzCGiF7hkIbcN6ittY51gNk5wNGZoYlFS8Y_6dNnPhiafzM9Ukas/s1600/ojosc.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiHyASfPlDJdaPAs9XtqwyWPpLq6V-ITVw3zVm-lUC6VSm_1aQ8QLklyLMZ1SMTb-cYVmX1KtAw4xOaHAkGhyphenhyphennl3q1tvzCGiF7hkIbcN6ittY51gNk5wNGZoYlFS8Y_6dNnPhiafzM9Ukas/s1600/ojosc.jpg" height="132" width="200" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
Nuestra naturaleza humana nos lleva a huir de las experiencias desagradables y buscar bienestar y placer, de modo que inventamos todo tipo de actividades y tareas para encontrar satisfacción y sentido. Básicamente buscamos salud, éxito, reconocimiento y ganancias, y tratamos de evitar la enfermedad, el fracaso, la crítica y las pérdidas. Sin embargo, este planteamiento...<br />
<a name='more'></a>por muy razonable que parezca, en la práctica no suele traer resultados.</div>
<div style="text-align: justify;">
A lo largo de la vida, por mucho que lo intentemos no conseguimos estar a salvo de los momentos difíciles, la incertidumbre y el dolor. </div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Ante esto, el trabajo espiritual se plantea como un modo de trascender el sufrimiento de la vida. No obstante, muchos han malinterpretado esta afirmación pensando que si cultivamos nuestra parte espiritual encontraremos un espacio donde estaremos a salvo de la infelicidad. Desde esta perspectiva la espiritualidad se entiende como alcanzar una situación ideal en que nada nos afecta. Además, muchas personas piensan que es posible escapar y refugiarse en un mundo espiritual donde todo es paz, amor y luz. También, algunas personas tienen experiencias de extraordinaria apertura y silencio, y creen que el camino espiritual consiste en lograr permanecer así todo el tiempo. Piensan que si se esfuerzan mucho conseguirán retener la apertura y el gozo que han vivido fugazmente.</div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Todo esto suena muy bien, y sería maravilloso que fuera verdad. No obstante, tan solo son tergiversaciones del verdadero camino interior. El principal problema radica en que estos malentendidos nos hacen perder mucho tiempo en el proceso hacia nuestra verdadera esencia. <span style="color: #990000;">El sufrimiento se trasciende cuando reconocemos nuestra naturaleza primordial y sabemos vivir desde ella.</span> Aunque a veces en el entorno espiritual se habla de escapar del mundo lo cierto es que esta afirmación no podemos tomarla en sentido literal. <span style="color: #990000;">La cuestión es más bien llegar a vivir todas las experiencias humanas con la máxima integridad. </span>Esta es la clave del proceso espiritual y la auténtica liberación del sufrimiento. Se trata de vivir todo lo que nos sucede con lucidez y apertura.</div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Es de señalar que se trata de integridad y no de intensidad. Hay quienes piensan que lo ideal es vivir todo con mucha intensidad y pasión, pero no es así, vivir con intensidad no necesariamente nos lleva a estar más vivos ni a ser más conscientes, y menos a evolucionar hacia lo que somos. La intensidad nunca dura, su destino es extinguirse, además nos mantiene atrapados en el terreno de las experiencias y nos ata a la identificación con el cuerpo y la mente. Vivir con intensidad sólo retrasa el proceso de ir más allá del ego y reconocer nuestra esencia. </div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>La cuestión es la relación con las experiencias, y necesitamos cultivar una capacidad de vivir con integridad, esto es con apertura, lucidez y conciencia. Aspiramos a reconocer nuestro ser primordial y la forma de llegar a ello es la vida misma, y todo lo que nos sucede.</div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Nunca elegimos ni controlamos nuestras experiencias. Hay numerosas condiciones en nuestra vida que desvelan nuestra incapacidad de controlar. Por mucho que lo intentemos siempre suceden cosas con las que no contábamos, problemas inesperados y situaciones insospechadas. <span style="color: #990000;">Lo que realmente podemos elegir es nuestra actitud. </span>Si queremos vivir en paz necesitamos cultivar un cambio de actitud. Esta es la propuesta espiritual.</div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span><span style="color: #990000;">El verdadero camino interior no consiste en producir un tipo de experiencias espirituales sino en vivir la vida desde otra perspectiva.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span><span style="color: #990000;">Lo primero necesario es la motivación de reconocer nuestra esencia</span>, el anhelo de vivir con más calidad y el deseo de dejar atrás la insatisfacción y las frustraciones vitales. Este suele ser el punto en que somos más débiles. A veces tenemos que pasar por muchas dificultades para querer realmente que haya un cambio en nuestra vida. </div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>No obstante, el aspecto que requiere más esfuerzo es <span style="color: #990000;">desarrollar una capacidad de disciplina.</span> Necesitamos aprender a evitar que nos arrastren las situaciones, las personas y el entorno. Además, es preciso un cierto dominio sobre nuestras reacciones emocionales y conocer cómo funciona la mente. Cuando vivimos muchas experiencias que nos desconciertan, irritan, seducen, etc. perdemos la capacidad de estar presentes en este momento y la posibilidad de vivir lo que sucede con apertura y lucidez. Además si vivimos bombardeados de estímulos acabamos reaccionando mecánicamente y repitiendo nuestros patrones emocionales habituales. El resultado es la imposibilidad de cambiar nuestro modo de vivir lo que sucede. Acabamos en una cadena de reacciones que nos domina y nos aleja de nosotros mismos. </div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Es preciso un cierto equilibrio, aprender a volver al centro una y otra vez. Necesitamos la disciplina de detenernos a menudo durante el día y quedarnos con nosotros mismos, más allá de la situación en que estemos inmersos. En la práctica esto significa, pararnos a observar la experiencia corporal y mental sin quererla cambiar. Aprender a observar con tranquilidad todo lo que nos sucede. No es pues, pararse a calmar la mente o relajar el cuerpo, sino la contemplación de lo que estamos experimentando con lucidez, apertura y claridad. </div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span><span style="color: #990000;">La atención serena a las experiencias vitales es fundamental.</span> Se trata de cultivar una capacidad de reconocer lo que sentimos, lo que pensamos, lo que estamos viviendo. Muchas personas están tan desconectadas de sí mismas que no son capaces de observarse y conocer sus sentimientos y emociones. Este reconocimiento implica dejar de estar en conflicto con lo que nos sucede, abandonar el victimismo y la culpa, y estar dispuestos a modificar nuestra relación con la experiencia.</div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Es preciso mirar lo que sentimos con cierta perspectiva, poniendo en contexto las causas y condiciones que lo han producido. Además, <span style="color: #990000;">necesitamos desprendernos de la sensación de experiencia personal</span> que se genera e investigar la presencia de la conciencia que reconoce todo esto. Esta tarea de lucidez y conciencia nos va a llevar a dejar de estar atrapados en las experiencias y nos conduce a una vida más libre, completa y plena.</div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>El modo de medir el progreso se encuentra en la respuesta que damos a lo que la vida nos presenta. <span style="color: #990000;">En los estados más evolucionados respondemos con compasión y con sabiduría.</span> La consecuencia más visible de todo ello es que dejamos atrás todas las actitudes narcisistas y dependientes, y nos volvemos mucho más compasivos con los demás. Nos sentimos cerca de cualquier persona, vivimos con el corazón más abierto y de un modo natural deseamos contribuir a la felicidad de los demás. </div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Ahora bien, para llegar a esto, hemos tenido que recorrer un largo camino hacia nosotros mismos. Un proceso en el que vamos soltando todos los procesos mentales de identificación con la experiencia. <span style="color: #990000;">La liberación del sufrimiento no es dejar de sufrir, sino dejar de sentir el sufrimiento como algo personal. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>El camino interior no es pues evitar que nos afecten las cosas sino un trabajo de conciencia y observación de las experiencias de la vida en el cual se desvela que todo lo que sucede es impersonal. Nos lleva a desarrollar la lucidez que descubre que este individuo que sufre y anhela ser feliz es una construcción mental sin ninguna realidad objetiva. Cuando dejamos de sentir que el sufrimiento nos sucede a nosotros se produce la liberación del mismo. </div>
<div style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;">
<img src="http://signatures.mylivesignature.com/54490/199/ED1E1F06E09811ECD7338046C73B9E2B.png" style="background-color: transparent; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; border: 0px !important;" /></div>
Unknownnoreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-7699186960057034516.post-34713660726266636372014-11-13T09:53:00.000+01:002014-11-13T10:17:02.507+01:00Entrevista a Juan Manzanera 2ª parteENTREVISTA OFRECIDA por<br />
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<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="360" src="//www.youtube.com/embed/7XuZRiXW3uY" width="512"></iframe>
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<div style="text-align: right;">
<img src="http://signatures.mylivesignature.com/54490/199/ED1E1F06E09811ECD7338046C73B9E2B.png" style="background-color: transparent; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; border: 0px !important;" /></div>
</div>
Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-7699186960057034516.post-58136849535086796082014-10-30T12:32:00.001+01:002014-10-30T12:33:58.844+01:00Meditacion: Relevancia de la ConcienciaUno de los métodos del proceso de desvelar la Naturaleza Primordial, es reconocer la conciencia inmediata de las experiencias. En esta observación descubrimos que la lucidez natural con la que vivimos es lo más relevante de cada momento.<br />
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<div style="text-align: center;">
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<div style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;">
<img src="http://signatures.mylivesignature.com/54490/199/ED1E1F06E09811ECD7338046C73B9E2B.png" style="background-color: transparent; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; border: 0px !important;" /></div>
Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-7699186960057034516.post-30852499555040795112014-10-08T12:01:00.000+02:002015-04-12T17:34:42.433+02:00Desear el Despertar<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiWo5-HoEwADkBoeGHEW-RnkcEx5XAr5YHf-0HXTaAIZMy-TfStcgrmidQzYjHBcO1uDKPDVSVvDA6mbACgYpPW3WZNvtBlXay6az7KRLVBvM9ELDt4LCyH6UKuLMHeV5OBsG-GPfuGTdnh/s1600/manos.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiWo5-HoEwADkBoeGHEW-RnkcEx5XAr5YHf-0HXTaAIZMy-TfStcgrmidQzYjHBcO1uDKPDVSVvDA6mbACgYpPW3WZNvtBlXay6az7KRLVBvM9ELDt4LCyH6UKuLMHeV5OBsG-GPfuGTdnh/s1600/manos.jpg" /></a>Cuando entramos en un templo o nos sentamos a meditar es
habitual hacer algún tipo de reverencia, algo que nos recuerda rendirnos a lo
más profundo. Si queremos avanzar en este camino hacia la realidad que somos, cada día y cada momento de nuestra vida deberíamos preguntarnos ¿a
qué le estoy dando importancia ahora? ¿A qué me estoy postrando en este momento? <span style="color: #cc0000;">¿A qué le estoy sirviendo con este
comportamiento al ego o a la naturaleza primordial?</span> </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Todos los
maestros hacen una afirmación clara...<br />
<a name='more'></a> Hasta que no vivamos desde nuestro ser
esencial no terminará la insatisfacción ni las frustraciones ni las
inseguridades ni las angustias ni ninguno de los problemas vitales que nos
aquejan. Nos inquietan y conmueven las imágenes de guerras, abusos, maltratos,
corrupciones y demás que vemos en los medios; pues bien, todo ello es producto de vivir creyéndose un
individuo distinto, especial y separado, y especialmente del profundo miedo
oculto que acompaña a la sensación de yo. Mientras
haya personas egocéntricas habrá sufrimiento. <span style="color: #cc0000;">Mientras sigamos creyéndonos
individuos independientes y autónomos tendremos el potencial de crear
sufrimiento en el mundo.</span> Mientras vivamos lejos de nuestra naturaleza
primordial, siempre existe la posibilidad de volvernos lo peor y actuar de
modos que nunca habríamos pensado.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Es preciso
reconocer lo que somos. No importa cuántas terapias y tratamientos uno haga,
mientras la naturaleza primordial no sea desvelada sólo estaremos cambiando las
cosas de sitio. Mientras sigamos creyendo en el pensamiento “Yo soy alguien”
sólo nos moveremos en círculos. Podemos mejorar nuestra vida, vivir con más
serenidad y contento, ser más eficientes y productivos, etc. pero todo será
circunstancial, condicionado, transitorio, efímero y temporal.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="color: #cc0000;">El anhelo</span><o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Reconocer nuestra
naturaleza primordial es el asunto fundamental. No obstante vivimos atrapados
en numerosas dificultades y tendencias que nos impiden avanzar. La principal de
ellas es que estamos volcados en la búsqueda de experiencias, en la huida del
dolor de la vida, en el deseo de bienestar y felicidad, en la persecución de
metas, objetivos, ilusiones y planes. <span style="color: #cc0000;">La verdad última no puedes ser reconocida
hasta que no se convierta en nuestro único interés.</span> La condición principal es
el profundo deseo de vivirla. Dice la enseñanza “Anhela conocer eso de donde
todo nace, anhela conocer eso adonde todo va cuando la muerte lo destruye”. Es
preciso que todas las actividades de la vida sean secundarias a la aspiración
de conocer la realidad absoluta.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
El deseo de
conocer la naturaleza primordial es el intenso deseo de experimentar lo que
somos de verdad, el deseo de liberarse de todos los engaños y fantasías, el
deseo de librarse del ego como origen de todas las distorsiones, el deseo de
despertar de todas las pesadillas humanas. Este intenso deseo es el fundamento
de la verdadera espiritualidad. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="color: #cc0000;">El valor de la vida</span><o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Cuando nos
hacemos conscientes de lo valiosa que es la vida; no cuando hacemos una
valoración positiva, sino cuando sabemos por experiencia directa que la vida es
una oportunidad extraordinaria y tiene un valor incalculable. Entonces, <span style="color: #cc0000;">es
posible que surja la intuición firme de que lo más importante es conocerse uno
mismo</span>. Conocer lo que de verdad somos. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="color: #cc0000;">La conciencia de muerte</span><o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Si a esta
comprensión añadimos la conciencia de que vamos a morir y que puede suceder en
cualquier momento. Si sentimos cómo la vida se va gastando momento a momento,
sin descanso y cómo cada día estamos más cerca de la muerte. Si tenemos la
valentía de reconocer que no sabemos cuándo vamos a morir y que no tenemos
ningún control sobre lo que pueda suceder en el futuro. Entonces, hay la
posibilidad de vislumbrar que conocerse uno mismo no sólo es lo más importante
sino que hay que hacerlo cuanto antes, y hay que empezar ahora mismo. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="color: #cc0000;">El problema del ego</span><o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
El anhelo por
conocer la verdad absoluta es un camino a lo desconocido que nos obliga
salirnos de nuestra zona de confort. La verdad va a llevarnos a abandonar
nuestras convicciones más queridas, a encontrarnos con lo inesperado, a dejar
todas las referencias. Por ello tenemos tantas resistencias inconscientes. Nos
decimos a nosotros mismos que nos interesa el camino espiritual, incluso que es
importante en nuestra vida. Sin embargo, nuestras acciones y elecciones están
muy lejos de lo que decimos. Pensamos que nos importa conocer lo que somos,
pero sólo son ideas y creencias. Nos falta el anhelo, el deseo de verdad. Es
preciso contemplar profundamente y preguntarnos ¿qué es lo que realmente
quiero? <span style="color: #cc0000;">¿Qué es lo que de verdad me importa?</span> No debemos asumir que sabemos qué
queremos, es preciso preguntarnos, ser sinceros con nosotros mismos. No es algo
que mostramos a los demás, es nuestra motivación más íntima. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Cuando uno siente
que a pesar de estar en el camino nada cambia, el problema puede hallarse en la
motivación. Es preciso que el anhelo por conocer lo que somos sea el principio
que nos guíe. Tenemos que querer evolucionar más que nada en el mundo. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Es fácil entender
que este planteamiento despierta enormes resistencias internas. Sin poderlo
evitar sentimos una reluctancia irracional a cambiar, una poderosa inercia a
que todo siga como está. Desde el ego, buscamos seguridad, referencias, solidez
y protección, y el camino a la verdad se vislumbra como una pérdida continuada
de apoyos y seguridades. <span style="color: #cc0000;">Desde el ego no queremos descubrir nada, sólo queremos
encontrar un modo de escondernos del miedo.</span> Por esto nuestra inclinación
espiritual es un camino a medias, una afición, algo que nos sirve para imaginar
que estamos a salvo o que nos hace creernos valiosos y especiales. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Pero si prestamos
atención, este mismo ego al que tanto escuchamos, es lo que nos lleva al
sufrimiento, a la insatisfacción constante, a los numerosos momentos de
incertidumbre, inseguridad, vacío y soledad que nos invaden. Cuando vivimos
desde el ego, nunca encontramos una felicidad duradera, siempre estamos al
borde del miedo, nos hallamos en una pesadilla interminable, aprisionados en
nuestras mentes y en un laberinto de conceptos que nos condicionan. La búsqueda
de bienestar y libertad es como beber agua salada, nunca llegan. Permanecemos
atrapados en una espiral interminable de deseos y temores. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Desde el ego la
vida es dolor y pérdida. Todo lo que nace, muere; todo lo que es creado, se
destruye; todo lo que se eleva, desciende; todos los vínculos terminan
distanciados (Buda). Las resistencias a la verdad primordial sólo nos llevan a
seguir vulnerables a todos los posibles sufrimientos de la vida. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
La verdad
primordial sólo se desvela cuando el ego queda desplazado, cuando se reconoce
su naturaleza ilusoria. Únicamente cuando nos atrevemos a ser honestos con
nosotros mismos, podemos ir más allá de las autodefensas y dejar de traicionar
el impulso espiritual. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="color: #cc0000;">Despertar el anhelo</span><o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
El anhelo por
conocer la verdad puede surgir de varias maneras. Algunas personas tienen
<span style="color: #cc0000;">vislumbres</span> espontáneos inesperados. Pueden ser personas que nunca han tenido
ningún interés en lo espiritual y espontáneamente tienen una lucidez
extraordinaria que les hace atisbar la naturaleza inefable de la existencia.
Este vislumbre suele ser temporal y pasajero. El reto para ellos es ser fieles
a sí mismos y a lo que han vivido. Su vivencia les obliga a cuidar y honrar lo
que han conocido hasta vivirlo plenamente. Necesitan evitar desvalorizar su
experiencia y usarla como luz en el camino a la verdad primordial.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Luego, hay
personas que mediante un <span style="color: #cc0000;">trabajo espiritual</span> llegan a conocer la verdad. Tal vez
a través de la meditación<span style="color: #cc0000;"> </span>tienen aperturas momentáneas a su ser real. De nuevo,
ese conocimiento se convierte en una intensa motivación que amortigua todos los
demás intereses vitales en aras de la verdad.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Una gran parte de
las personas llegan a sentir el deseo de verdad a través de la <span style="color: #cc0000;">fe y la
confianza</span> en las enseñanzas de los maestros que han trascendido el ego y viven
conscientes de la naturaleza primordial. La inspiración de lo que otros han
logrado hace que muchos se sientan capaces de ello y empiecen a cambiar sus
prioridades y objetivos.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Finalmente hay
personas que llegan a anhelar la verdad a través del <span style="color: #cc0000;">sufrimiento</span>, el propio y
el de los demás. Reconocer lo absurdo de la vida puede llevar a una fuerte
necesidad de entender el significado de la existencia. Aunque muchas personas
cuando son conscientes de las dificultades que entraña la vida, caen en
trastornos psicológicos como la depresión o la ansiedad, para unos pocos afortunados
esa misma toma de conciencia es lo que propicia el despertar de una sabiduría
liberadora y profunda.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
En conclusión, la
verdadera libertad y plenitud se encuentran en vivir lo que verdaderamente
somos. <span style="color: #cc0000;">No es el ego quien se libera sino que sucede al soltar el ego.</span> Para ello es preciso vencer todas las
resistencias y atrevernos a explorar lo nuevo más allá de la mente. El motor
imprescindible es el anhelo, la sinceridad y la honestidad de querer conocer lo
que somos.</div>
<div style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;">
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